La guinda, los controladores

Los emigrantes espa?oles tuvieron problemas para volver a sus puestos de trabajo en pa¨ªses como Alemania o Francia, en 1976, tras pasar las vacaciones en la tierra patria, como consecuencia de una de las huelgas de controladores a¨¦reos m¨¢s duras de la historia espa?ola. El Instituto Espa?ol de Emigraci¨®n ped¨ªa en septiembre de aquel a?o certificados del Ministerio del Aire, del que depend¨ªan los aeropuertos, para que los emigrados pusiesen justificar antes sus jefes el retraso.

Hoy, son los inmigrantes que viven en Espa?a los que sufren, junto a los espa?oles, las consecuencias de que una aerol¨ªnea quiebre o se convoque una huelga. Son ciudadanas como Lina Marcela, una colombiana que lleva un a?o sin ver a su familia y que esta Navidad se ha quedado en tierra por culpa de Air Comet.

El ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, acus¨® esta semana a los controladores a¨¦reos de llevar a cabo una huelga encubierta que caus¨® retrasos en los aeropuertos de Canarias d¨ªas atr¨¢s, aunque el gremio lo desmiente. El Gobierno tambi¨¦n tem¨ªa problemas en Barajas como consecuencia del conflicto laboral que arrastra desde hace m¨¢s de un a?o con los controladores a¨¦reos. Y hay pocas protestas m¨¢s atravesadas que las de los de este gremio: est¨¢ vinculada a sindicatos corporativos, en lugar de sindicatos de clase, defiende los derechos de empleados de alta calificaci¨®n y no menos altos ingresos, y las consecuencias para miles de usuarios de toda clase son funestas -m¨¢s que las de pilotos de una aerol¨ªnea concreta- porque por sus manos pasa todo el tr¨¢fico a¨¦reo de un aeropuerto. En Italia, hace cuatro a?os, una huelga de tan s¨®lo cuatro horas oblig¨® a cancelar m¨¢s de 200 vuelos. Y hace un a?o, decenas de miles de pasajeros se quedaron atrapados en Barajas en un c¨²mulo de retrasos que se prolong¨® del 2 a 4 de enero y afect¨® a cientos de vuelos. La causa: que un tercio de los controladores (hasta ocho) se pusieron enfermos al mismo tiempo y nadie quiso sustituirlos.

El sindicato que los agrupa, USCA, tambi¨¦n pronosticaba problemas en Barajas para estos d¨ªas, pero por culpa de AENA, el ente p¨²blico que gestiona los aeropuertos, y al que acusa de reclutar a menos personal del necesario.

El Gobierno quiere reducir hasta un 25% los costes laborales de un sector que Blanco ha tildado de "privilegiado". "Nos ponen como si fu¨¦semos demonios", se queja Rafael L¨®pez, portavoz del sindicato. Los controladores gu¨ªan el despegue y aterrizaje de los aviones para evitar accidentes, con lo que no se les permite ning¨²n margen de error. Su salario anual ronda los 334.000 euros de media, seg¨²n Fomento, aunque USCA lo rebaja a unos 200.000.