Tres mujeres
Todo a?o nuevo comienza haciendo balance del anterior por sectores: celebridades que han muerto, lista de los m¨¢s ricos (nunca de los m¨¢s pobres), las guerras m¨¢s sonadas, los mejores libros, los mejores discos, los m¨¢s guapos y deseados, la pel¨ªcula m¨¢s taquillera, el programa de televisi¨®n m¨¢s visto, la web m¨¢s visitada, las mayores audiencias, los m¨¢s valorados de lo que sea. Lo m¨¢s es lo que pasa a la historia, lo menos deja de existir. Lo de menos es m¨¢s ha dejado de tener vigencia, y la gran ganadora del 2009 sin ninguna duda ha sido... Bel¨¦n Esteban. Esa chica que se denomina de barrio para suplicio de la sensata gente que vive en los barrios. Bel¨¦n Esteban, que enseguida le echa en cara al contrario su gran audiencia y las masas enfervorecidas que la siguen haga y diga lo que diga, parece vivir en un barrio intemporal (s¨®lo suyo), en un portal intemporal (s¨®lo suyo) y en una calle donde parece que s¨®lo hay un coche esper¨¢ndola s¨®lo a ella. Es tan consciente de su ¨¦xito que sospecha que cualquiera que la mencione (por ejemplo, yo ahora mismo) es para ara?ar algo de su popularidad. Sabe que su fuerza est¨¢ en la audiencia, mayoritariamente de mujeres que se identifican con el eterno sufrimiento de esta otra mujer, cargada de verdad con may¨²sculas, de llanto irreprimible, de valent¨ªa, de tormento amoroso. Una Lady Di de barrio, una mujer marcada. Me preocupa que las mujeres a¨²n estemos obsesionadas por el amor mientras que los hombres lo que quieren es pas¨¢rselo bien sin m¨¢s.
La gran ganadora de 2009 ha sido sin duda Bel¨¦n Esteban, esa chica que se denomina de barrio
En el fen¨®meno Bel¨¦n Esteban hay una base real, porque la esencia de Madrid es popular, es lo que le da encanto, y querer convertir esta ciudad en, por ejemplo, Par¨ªs ser¨ªa una tonter¨ªa, perder¨ªa fuerza y sentido. Pero tambi¨¦n es cierto que los barrios de las afueras han dejado de ser barriobajeros. ?D¨®nde viven los universitarios? ?D¨®nde los m¨¦dicos? ?Los abogados? ?Los profesores? ?De d¨®nde es Contador, y Casillas, y Pen¨¦lope Cruz? ?D¨®nde viven los pintores? ?Y los actores? Si algo me gusta de mi ciudad es que las clases sociales se han ido mezclando, que el talento sale de la calle y que se ha dejado de valorar a la gente (algo muy com¨²n hace unos a?os) por d¨®nde vive, sino por lo que hace, y lo que hacen los ciudadanos es lo que le da enjundia al barrio. El acceso a la ense?anza ha sido el motor principal de este cambio, el poder estudiar sin dinero. Una buena ense?anza p¨²blica ser¨¢ siempre la que nos acerque y rompa las falsas barreras sociales. Mi deseo para este a?o es que se invierta en ense?anza p¨²blica, que se la fortalezca, que sea la envidia del mundo entero. Que cuando la gente piense en la mejor educaci¨®n para sus hijos piense en un colegio p¨²blico. De todos modos, a¨²n deber¨ªa extenderse m¨¢s la cultura hacia los barrios perif¨¦ricos para obligarnos a salir de la almendra y disfrutar de otros paisajes.
Y de mujer coraje de barrio, a mujer coraje de mansiones y tacones de aguja: Ivana Trump, emblema de las divorciadas rubias con ex maridos multimillonarios. Me hizo ilusi¨®n verla hace poco en televisi¨®n porque siempre he admirado sus frases: "No te quedes s¨®lo con el rencor, qu¨¦date con todo", "voy con j¨®venes porque un viejo conmigo se muere". Cont¨® que en una de sus bodas el descomunal pastel nupcial era de oro comestible.
Lo de no conformarnos con colgarnos oro en el cuerpo, o con poner grifer¨ªa de oro en el ba?o, o con tener un port¨¢til y un pendrive de oro, ?no significar¨¢ la absoluta decadencia de la especie? Lo de lucir el oro por fuera ha pasado a la historia, ahora queremos com¨¦rnoslo y que nos llegue a las c¨¦lulas, al est¨®mago, al h¨ªgado, queremos que nos recorra el colon. Algunos han cerrado el 2009 tomando uvas de oro. Se ha acabado con el mito del rey Midas, que ahora podr¨ªa convertir en el dorado metal todo lo que tocase y no morirse de hambre. Se ha roto la barrera del lujo.
Y de Lady Dinero a las maneras espirituales de la esposa del primer ministro japon¨¦s, Miyuki Hatoyama, que con las manos coge trozos de un sol imaginario y se los come, banquete al que a veces le acompa?a su marido. Una alternativa bastante econ¨®mica y al alcance de cualquiera. Esta mujer se est¨¢ convirtiendo en mi ¨ªdolo. Me gustar¨ªa que me contara de primera mano c¨®mo es Venus, planeta que ha visitado en un ovni y del que dice que es muy hermoso y verde. ?Qu¨¦ entretenida! Ella es el futuro, ha roto la barrera del oro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.