Los islamistas fuerzan a la ONU a suspender la ayuda al sur de Somalia

La escalada de las amenazas y ataques por parte de fuerzas rebeldes vinculadas a la red terrorista Al Qaeda en Somalia oblig¨® ayer a Naciones Unidas a suspender las operaciones humanitarias que realiza en el sur del pa¨ªs a trav¨¦s del Programa Mundial de Alimentos (PMA). Un desenlace que deja sin asistencia a un mill¨®n de ni?os, mujeres y personas vulnerables en el Cuerno de ?frica.

Somalia es, junto a Yemen, uno de los refugios que utilizan los militantes islamistas y hacia el que se dirige ahora toda la atenci¨®n internacional, tras el atentado fallido del d¨ªa de Navidad contra un avi¨®n comercial operado por Delta. All¨ª, seg¨²n las agencias de espionaje, se forma a terroristas locales y extranjeros para ejecutar ataques dentro y fuera de la regi¨®n.

"No permitiremos que vuelvan", dice un portavoz de la milicia Al Shabab

La pobreza es extrema. De hecho, Somalia est¨¢ considerado como uno de los pa¨ªses que sufre la mayor crisis humanitaria del planeta, por el azote de una prolongada sequ¨ªa combinada con dos d¨¦cadas de conflicto. Casi la mitad de la poblaci¨®n, unos 3,8 millones de personas sobre 10 millones, necesita de alg¨²n tipo de ayuda para vivir. El 75% de la asistencia se concentra en el sur y centro, controlados por la milicia islamista Al Shabab.

Las demandas que los grupos armados somal¨ªes impon¨ªan a la ONU para poder realizar sus operaciones humanitarias en la regi¨®n, denuncian desde el organismo, eran "inaceptables". Entre la decena de condiciones se inclu¨ªa despedir a las mujeres que trabajasen y un pago de 20.000 d¨®lares (13.875 euros) cada seis meses en concepto de seguridad. Eso hac¨ªa "virtualmente imposible" distribuir la ayuda a la poblaci¨®n m¨¢s necesitada.

Los l¨ªderes de este grupo radical insurgente somal¨ª declaran abiertamente su lealtad a Osama Bin Laden. Y desde hace semanas tienen bajo el punto de mira de sus ataques complejos de la ONU, el ¨²ltimo en la ciudad de Buale. La seguridad del personal de la agencia preocupa al organismo, por eso decidi¨® cerrar sus oficinas en otras localizaciones, como Wajid y Beledweyn.

La ONU explica que de momento seguir¨¢ activa en la regi¨®n del norte y en el centro, incluida la capital, Mogadiscio, con lo que esperan llegar a 1,8 millones de necesitados. Pero desde Al Shabab se declaran jubilosos al ver c¨®mo el PMA y otras organizaciones humanitarias internacionales suspenden sus operaciones. "No les permitiremos volver otra vez", dec¨ªa uno de sus portavoces a la agencia Reuters.

Los extremistas acusan a la ONU de haber devastado la agricultura local, importando los alimentos. "Tenemos una tierra magn¨ªfica y podemos cultivarla solos", remachan.

La milicia Ahlu Sunna Waljamaca -que sigue una interpretaci¨®n m¨¢s moderada del islam y es leal al Gobierno de Mogadiscio- se felicita por su parte de este choque entre la ONU y Al Shabab, porque cree que as¨ª podr¨¢ llegar la ayuda a otras zonas del pa¨ªs, que son m¨¢s estables.

El conflicto que se vive en Somalia se cobr¨® la vida de 19.000 civiles desde comienzos de 2007 y la ONU estima en 1,5 millones los desplazados internos, que se quedaron sin hogar.

Esta ola de inestabilidad se hace notar tambi¨¦n en las aguas del golfo de Ad¨¦n y el oc¨¦ano ?ndico, donde los piratas somal¨ªes realizan una campa?a de secuestros de nav¨ªos en ese importante corredor.