Una 'comuna' para vivir del aire
100 personas se asocian para comprar un molino de viento - El objetivo es abastecerse de electricidad y vender los excedentes - El aparato vale dos millones
La familia L¨®pez consume cerca de 11.000 kilovatios de energ¨ªa al a?o sin salir de casa. Otros 10.000 se los funde en desplazamientos en coche o moto. Todo junto se convierte en casi 5.000 kilos de di¨®xido de carbono flotando en el aire.
?C¨®mo generar electricidad limpia o verde para compensar las emisiones de CO2? La soluci¨®n est¨¢ en las energ¨ªas renovables, que no siempre est¨¢n al alcance de todos. Para democratizarlas ha nacido un proyecto llamado Vivir del aire del cielo, que consiste en instalar un aerogenerador de 1.670 kilovatios en un municipio rural de Catalu?a. La m¨¢quina, que cuesta dos millones de euros, la compran personas, familias y entidades sin ¨¢nimo de lucro que quieren generar la misma cantidad de energ¨ªa que consumen de manera ecol¨®gica. La familia L¨®pez lo lograr¨ªa invirtiendo 12.545 euros.
"Es como montar un parque e¨®lico, pero al rev¨¦s", resume David Verdaguer, uno de los integrantes de este futuro accionariado popular. "Todos participamos en la inversi¨®n, todos recibimos beneficios y entre todos decidiremos d¨®nde ubicar el molino", explica. La secci¨®n espa?ola de la asociaci¨®n europea por las energ¨ªas renovables (Eurosolar), impulsora de la iniciativa, empieza ahora a tantear algunos municipios. Se busca localidad rural, de menos de 5.000 habitantes, pr¨®xima a una l¨ªnea el¨¦ctrica de 25.000 voltios y dos condiciones imprescindibles: fuerte viento y el benepl¨¢cito del gobierno local.
Pep Puig, coordinador del proyecto, se?ala que la iniciativa ecol¨®gica es una nueva forma de solidaridad entre ciudades y pueblos. "La econom¨ªa moderna se olvida de las zonas rurales y sus habitantes acaban optando por mudarse a n¨²cleos urbanos. Aprovechar los recursos renovables de los territorios rurales es un modo de supervivencia que puede evitar la despoblaci¨®n". Estos lugares tienen oportunidades de ingresos, pero no las inversiones suficientes. Y ah¨ª entran los urbanitas. Con su aportaci¨®n econ¨®mica ayudan a los pueblos mientras generan energ¨ªa verde, algo que no pueden hacer en la ciudad por falta de dinero, permisos o acuerdos con la comunidad de vecinos.
Es el caso de David, que vive en Terrassa. Pondr¨¢ 1.000 euros para comprar, instalar y poner en marcha este molino comunitario, que tendr¨¢ m¨¢s de 20 a?os de vida ¨²til. "Hemos supuesto que el aerogenerador funcionar¨¢ 2.000 horas anuales, es decir, que generar¨¢ 3.340.000 kilovatios/hora al a?o [equivalente al consumo anual de 1.000 familias]. Los ingresos por venta de electricidad rondar¨¢n los 250.000 euros anuales durante los primeros 20 a?os y llegar¨¢n a los 204.000, los siguientes", explica Puig. En nueve meses, Eurosolar ha reunido una cuarta parte del dinero necesario para adquirir el molino con las aportaciones de un centenar de personas y calcula que este a?o el aerogenerador estar¨¢ en marcha. Una entidad, Eolpop, SL, asumir¨¢ la titularidad del molino y emitir¨¢ cuotas participativas para garantizar los beneficios seg¨²n su aportaci¨®n.
Cualquier persona puede ser generadora de energ¨ªa y vender electricidad a la red. Pero si esta electricidad se produce mediante fuentes renovables, como el viento, la instalaci¨®n que la genera pasa a formar parte del llamado r¨¦gimen especial de generaci¨®n. Porque comportan ahorro energ¨¦tico, disminuyen la dependencia del petr¨®leo y otros combustibles f¨®siles y porque reducen las emisiones de CO2, las personas o empresas que inyecten estas energ¨ªas a la red "ser¨¢n remuneradas a un precio justo", cuenta Puig, "que est¨¢ por encima del precio de mercado".
"Se trata de un privilegio, no de una subvenci¨®n", advierte. Es el precio que se paga por los servicios ambientales prestados y es un incentivo de mercado para que, en el futuro, los valores se igualen. "El dinero es lo de menos, no participamos para hacernos ricos", dice Cristina Ramos, copropietaria del molino. Ella y su pareja invertir¨¢n 2.000 euros. "Preferimos meter nuestro dinero en un proyecto de futuro, como es la eficiencia energ¨¦tica, que en un fondo de inversi¨®n".
Vivir del aire es una iniciativa pionera en Espa?a, que sigue el ejemplo de proyectos daneses y alemanes. En Dinamarca nacieron las primeras cooperativas e¨®licas, como revulsivo a la energ¨ªa nuclear. All¨ª surgi¨® la primera empresa mundial de molinos de viento. En Espa?a, la energ¨ªa e¨®lica comercial lleg¨® en 1984 con un aerogenerador de 15 kilovatios construido en Vilopriu (Baix Empord¨¤).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.