El mal dato de empleo en EE UU genera dudas sobre la recuperaci¨®n

La recuperaci¨®n est¨¢ en marcha en EE UU, pero no con la firmeza deseable, lo que eleva la presi¨®n para que el presidente Barack Obama lance un nuevo paquete de est¨ªmulos. Su econom¨ªa sigui¨® destruyendo puestos de trabajo en diciembre, el mes que se esperaba fuera el primero en dos a?os en el que se creara empleo neto. Eso pas¨® en noviembre, aunque estad¨ªsticamente fue un dato insignificante. El paro permanece anclado en el 10%. Obama asegur¨® que ese dato "es un recordatorio de que el camino hacia recuperaci¨®n no es siempre recto", aunque insisti¨® que las cifras de noviembre y las comparaciones con trimestre anteriores demuestran que la econom¨ªa "va en la buena direcci¨®n".

Wall Street confi¨® demasiado, y eso hizo que la tasa de paro cayera como un jarro de agua fr¨ªa sobre los mercados. La ¨²ltima vez que EE UU cre¨® empleo fue en diciembre de 2007, el mes que curiosamente marca el inicio de la recesi¨®n. Desde entonces, se perdieron 7,3 millones de puestos de trabajo, de los que 4,2 millones corresponden a 2009. Y 85.000 a diciembre. Enero de 2009 fue el peor de la secuencia, con 741.000 empleos netos menos.

En diciembre se perdieron 85.000 trabajos y la tasa de paro lleg¨® al 10%

La creaci¨®n de 4.000 empleos en noviembre (con 11.000 despidos) no representa casi nada si se tiene en cuenta que el mercado laboral de EE UU est¨¢ integrado en la actualidad por 130,9 millones de asalariados y hay 15,3 millones de parados (6,6 millones en 2009). Sin embargo, puede ser psicol¨®gicamente alentador, porque permite empezar a ver el final del t¨²nel de los despidos y eso podr¨ªa animar el consumo.

Los economistas de IHS Global Insight calificaron, en todo caso, la evoluci¨®n del mercado laboral en diciembre de "decepcionante", porque no respondi¨® a las "esperanzas" que gener¨® el repunte de noviembre. Eso no quita, apuntan, que la tendencia haya cambiado. "Se empieza a ir en la buena direcci¨®n, pero no tan r¨¢pido como se desear¨ªa", seg¨²n Moody's. El problema es que las peque?as y medianas empresas no se atreven ni tienen incentivos para contratar con la agresividad que se necesitar¨ªa para que se note la mejora. Y hay analistas que apuntan que para volver a la situaci¨®n previa a la crisis la econom¨ªa deber¨ªa crecer un 5% durante tres a?os.

EE UU est¨¢ lejos de eso. Los datos muestran que la crisis no puede darse por acabada. El desempleo de larga duraci¨®n afecta a¨²n a 6,1 millones de personas, el 39,8% sobre el total de parados. Y si se tienen en cuenta a los 2,5 millones que desisten a buscar un puesto de trabajo en el clima actual o a los 9,2 millones forzados a trabajar a tiempo parcial, el subempleo es del 17,3%.

Christina Romer, del equipo econ¨®mico de la Casa Blanca, insiste en que poniendo los datos en perspectiva se constata que hay "una moderaci¨®n sustancial" en la destrucci¨®n de empleo. En el primer trimestre de 2009 se perdieron 691.000 puestos de trabajo de media. En el cuarto, la d¨¦cima parte. Sin embargo, admite que son necesarias "nuevas acciones" para progresar en la creaci¨®n de empleo.

El paro permanecer¨¢ alto en la fase inicial de la recuperaci¨®n, recuerda Eric Rosengren desde la Reserva Federal de Boston. El acta de la ¨²ltima reuni¨®n de la Fed ya dice que se necesita "m¨¢s de un buen informe para tener evidencias convincentes de que la recuperaci¨®n del mercado laboral est¨¢ en marcha". Y est¨¢ por ver si la econom¨ªa se sostiene sin los est¨ªmulos.

La presi¨®n sobre Obama y sus aliados dem¨®cratas es cada vez mayor, con las elecciones legislativas cada vez m¨¢s cerca. La Casa Blanca espera ahora ideas para el que podr¨ªa ser un segundo plan de est¨ªmulo, m¨¢s peque?o y con objetivos m¨¢s espec¨ªficos. Si da ese paso, el presidente renunciar¨ªa temporalmente a su promesa de reducir el d¨¦ficit p¨²blico.

Ayer, la firma de mensajer¨ªa UPS anunci¨® 1.800 despidos, que se suman a los previstos por Lockheed Martin. Wall Street conf¨ªa, en todo caso, en que habr¨¢ n¨²meros positivos sostenidos en breve. El problema es que hay una cantidad desproporcionada de parados j¨®venes (27,1%) y eso hace dudar sobre la calidad del repunte, porque los estadounidenses que salen del sistema educativo no pueden seguir su formaci¨®n en el puesto de trabajo.