Espa?a, socio eurolatinoamericano
La presidencia espa?ola de la Uni¨®n Europea es una oportunidad propicia para impulsar varios temas estrella de la pol¨ªtica exterior tradicional de nuestro pa¨ªs. Investidos de la autoridad europea, activaremos la cooperaci¨®n euromediterr¨¢nea teniendo en cuenta que para que funcione realmente es clave la resoluci¨®n del conflicto israelo-palestino. Y no existe otra v¨ªa de arreglo que la consecuci¨®n de una paz justa y el fin de la ocupaci¨®n israel¨ª.
Como ha declarado recientemente el ministro luxemburgu¨¦s de Asuntos Exteriores, Jean Asselborn, "todos los Estados de la UE manifestamos en nuestros discursos que Jerusal¨¦n Este se halla ocupada; y si se halla ocupada, no pertenece a Israel". Sin embargo, es menester pasar de las palabras a los hechos.
Brasil y M¨¦xico son aliados potenciales de la UE en la resoluci¨®n del conflicto de Oriente Pr¨®ximo
En el tema de Oriente Pr¨®ximo cabe la posibilidad de una conjunci¨®n de esfuerzos entre europeos y latinoamericanos que la presidencia espa?ola deber¨ªa impulsar. He aqu¨ª los ingredientes. Hay dos pa¨ªses latinoamericanos, Brasil y M¨¦xico, cuya actividad exterior transciende la propia regi¨®n. ?ste lo demostr¨® en 2003 cuando, en Naciones Unidas, y en uni¨®n de Chile y Francia, libr¨® la batalla de la dignidad contra la ilegal invasi¨®n de Irak. Dignidad engrandecida cuando el entonces presidente del Gobierno espa?ol, Aznar, en calidad de servidor de Bush, viaj¨® a M¨¦xico para intentar infructuosamente que abjurara del derecho internacional. Por su parte, Brasil es adelantado en la institucionalizaci¨®n de cumbres entre los Estados latinoamericanos y ¨¢rabes, sin olvidar la reciente aproximaci¨®n a Ir¨¢n, algo que la administraci¨®n de Obama deber¨ªa saber apreciar en sus justos t¨¦rminos.
Brasil y M¨¦xico han sellado con la Uni¨®n Europea sendas alianzas estrat¨¦gicas. Algo que se ve¨ªa venir desde que en 2005, en su Comunicaci¨®n al Consejo y al Parlamento Europeo sobre las relaciones entre Europa y Am¨¦rica Latina, la Comisi¨®n deslizara, casi subrepticiamente, que era conveniente tener muy en cuenta a estos dos pa¨ªses. Tema delicado, pero inevitable. Delicado porque puede herir susceptibilidades de otros iberoamericanos, dado que el enfoque tradicional de la UE ha sido de bloque a bloque. Inevitable (aunque a medio plazo corregible) porque el empe?o de algunos gobiernos en poner trabas insalvables a los acuerdos entre la Uni¨®n Europea y, por ejemplo, la Comunidad Andina, han facilitado la aparici¨®n de una cierta "fatiga" negociadora por parte de Bruselas. Una de las consecuencias potencialmente perniciosas del actual cambio de rumbo es el posible perjuicio indirecto al proceso de integraci¨®n latinoamericano. Empero, se puede se?alar que, sobre todoa Brasil (M¨¦xico no ha sido nunca un entusiasta integrador), se le supone la suficiente capacidad para jugar su papel allende la regi¨®n y, simult¨¢neamente y por el bien de toda ella, propiciar dicha integraci¨®n. Conviene, por otro lado, se?alar que ninguna integraci¨®n puede imponerse desde fuera a quien no la desea, por mucho que, desde siempre, haya constituido uno de los prop¨®sitos de la acci¨®n exterior de la Uni¨®n Europea. Son los propios latinoamericanos quienes deben protagonizarla y nosotros cooperar en la tarea.
En el marco de las respectivas alianzas estrat¨¦gicas de la Uni¨®n Europea con Brasil y M¨¦xico nacen instrumentos y m¨¦todos para favorecer la acci¨®n exterior conjunta y la difusi¨®n en foros internacionales de principios y valores compartidos. Aprobado el Tratado de Lisboa, se potencia el servicio exterior de la UE. Obs¨¦rvese adem¨¢s que se est¨¢ llevando a cabo una revitalizaci¨®n de la pol¨ªtica de la Uni¨®n respecto al conflicto israelo-palestino, puesta de manifiesto el pasado 8 de diciembre por el Consejo al recordar a Israel sus deberes pendientes hacia el non nato Estado palestino y la capitalidad de una Jerusal¨¦n compartida.
As¨ª pues, la coincidencia de nuevas herramientas para la acci¨®n exterior de la UE con la consolidaci¨®n de las aspiraciones en las relaciones internacionales m¨¢s all¨¢ de su regi¨®n de pa¨ªses como Brasil y M¨¦xico, facilitan la acci¨®n conjunta en foros internacionales y en reuniones ad hoc de ¨¦stos y la Uni¨®n. Es algo que la presidencia espa?ola debe saber manejar en relaci¨®n con Oriente Pr¨®ximo, precisamente en un momento en que las intenciones y promesas iniciales de Obama para resolver el conflicto pierden fuerza debido a presiones internas y externas.
Una movilizaci¨®n conjunta (o al menos el establecimiento de lazos para lograrla en el inmediato futuro) por parte de la Uni¨®n y estos nuevos actores internacionales, propiciada por Espa?a, podr¨ªa enviar significativas se?ales tanto a Israel como a las fuerzas que impiden la puesta en pr¨¢ctica de la inicial y aparentemente decidida operaci¨®n de Obama para recuperar la perdida credibilidad de Estados Unidos en Oriente Pr¨®ximo.
Con pa¨ªses como M¨¦xico y Brasil, la presidencia espa?ola de la UE puede establecer una relaci¨®n triangular que haga ver a nuestros socios europeos que la diplomacia espa?ola es capaz de trabar un s¨®lido v¨ªnculo en dos asuntos de inter¨¦s prioritario para la UE y para Espa?a: el conflicto israelo-palestino y Cuba. Acabo de reunirme en Ciudad de M¨¦xico con la viceministra de Asuntos Exteriores mexicana, Lourdes Aranda, quien afirma que su Gobierno est¨¢ dispuesto a jugar un papel activo en Oriente Pr¨®ximo.
Como europeos interesados no s¨®lo en consolidar la democracia en Am¨¦rica Latina sino tambi¨¦n en impulsar valores que nos son comunes, podemos y debemos actuar conjuntamente. Por otro lado la viceministra Aranda refiere la posici¨®n hacia Cuba del Gobierno mexicano de manera casi id¨¦ntica a la del Gobierno espa?ol. Claro que hay que preocuparse de que los derechos humanos sean respetados en la isla caribe?a, pero su Gobierno estima que la mejor manera para lograrlo no es acogotar al Gobierno cubano. Es mejor "trabajar en r¨¦gimen de di¨¢logo abierto, no encerrar a Cuba". Hay empresarios mexicanos en Cuba de los que deben preocuparse, sostiene.
La postura de Brasil respecto a los dos temas que he singularizado, Cuba y el conflicto israelo-palestino, es similar a la de M¨¦xico. Brasil y M¨¦xico son potencias emergentes, con leg¨ªtimas aspiraciones a jugar un papel destacado en el mundo y en distintos foros internacionales, incluido Naciones Unidas (son dos de los pa¨ªses cuyas votaciones en este foro m¨¢s coinciden con las de la Uni¨®n Europea). Espa?a mantiene con ambos excelentes relaciones y en estos momentos ejerce la presidencia de turno de la Uni¨®n. El campo est¨¢ abonado.
Emilio Men¨¦ndez del Valle es embajador de Espa?a y eurodiputado socialista.
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