La deuda p¨²blica reabre en Argentina una nueva crisis institucional
El conflicto entre el Gobierno y el Banco Central deriva en un ensordecedor ruido pol¨ªtico
La may¨²scula crisis institucional que ha reabierto el pago de la deuda p¨²blica en Argentina agit¨® ayer el espantajo de las conspiraciones en la arena pol¨ªtica. El ex presidente argentino N¨¦stor Kirchner considera que detr¨¢s del conflicto con el Banco Central de su pa¨ªs se esconde una "conspiraci¨®n en marcha" contra el Gobierno de su esposa, la peronista Cristina Fern¨¢ndez. En un mitin en el balneario de Santa Teresita, a 300 kil¨®metros de Buenos Aires, Kirchner carg¨® contra el vicepresidente Julio Cobos, radical y ex aliado de la presidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, que convoc¨® para ma?ana una reuni¨®n del Senado para debatir sobre los reveses judiciales de Fern¨¢ndez. La presidenta intentaba pagar la deuda p¨²blica con reservas del banco central y destituy¨® a su gobernador, Mart¨ªn Redrado, que se resist¨ªa a abrir las arcas del banco. Todo ello v¨ªa decreto. Pero una juez restituy¨® a Redrado en el cargo y paraliz¨® el uso de las reservas del pa¨ªs en medio de una fenomenal tormenta pol¨ªtica que empieza a calar tambi¨¦n en los mercados.
El Gobierno destituy¨® al gobernador sin consultar al Congreso, como dice la ley
Fern¨¢ndez quiere usar las reservas para bajar impuestos ante un 2011 electoral
El l¨ªo se agiganta por momentos. "Nunca vi en la historia reciente de la democracia que alguien que es vicepresidente de un Gobierno sea candidato a presidente del partido opositor", atac¨® Kirchner, que espera que el Gobierno pueda apelar contra la restituci¨®n judicial de Redrado en su cargo. La juez que repuso al gobernador, Mar¨ªa Jos¨¦ Sarmiento, declar¨® ayer en los medios que no aceptar¨¢ la apelaci¨®n durante el fin de semana, por lo que el Gobierno tendr¨¢ que aguardar hasta ma?ana para hacerlo.
A los Kirchner les gusta estimular la econom¨ªa para que crezca a tasas altas, "chinas", como ellos les llaman, aun a costa de una inflaci¨®n que supera el 20%. Eso ha conseguido reducir el paro y ha redundado en beneficios pol¨ªticos para el kirchnerismo, con la victoria electoral de 2007. Pero a diferencia de algunos Gobiernos del pasado no tan lejano en Latinoam¨¦rica, que quer¨ªan gastar sin pagar la deuda exterior, la presidenta de Argentina no acepta un incumplimiento con los acreedores. Un ex ministro de N¨¦stor Kirchner reconoce que el matrimonio sabe que la suspensi¨®n de pagos y la devaluaci¨®n en significar¨ªan casi autom¨¢ticamente el final del Gobierno. Y los Kirchner conf¨ªan en continuar la saga.
Todo ese escenario explica en parte el origen de la crisis institucional y pol¨ªtica que se desat¨® el pasado mi¨¦rcoles en la tercera econom¨ªa latinoamericana por la decisi¨®n de Fern¨¢ndez de pedirle la renuncia al gobernador del Banco Central. El pasado 14 de diciembre, la jefa de Estado y el ministro de Econom¨ªa, Amado Boudou, un economista de formaci¨®n neoliberal pero que aplica las recetas del peronismo kirchnerista, anunciaron la creaci¨®n "por decreto de necesidad y urgencia" de un Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento -en alusi¨®n a los 200 a?os de independencia que cumple Argentina este a?o-, que consist¨ªa en que el Gobierno tomara 6.500 millones de las reservas del Banco Central para el pago de casi la mitad de los vencimientos de la deuda en 2010.
El presupuesto del Estado, que ya hab¨ªa aprobado el Congreso, dispon¨ªa que la deuda se saldara con recursos tributarios y con la emisi¨®n de bonos, que pod¨ªan ser suscritos por la Seguridad Social y otros organismos oficiales o incluso en los mercados internacionales, en el caso de que Argentina volviese a ellos despu¨¦s de una d¨¦cada de ausencia tras la suspensi¨®n de pagos de 2001.
Pero los Kirchner confesaron a Boudou que prefer¨ªan usar m¨¢s impuestos para gastar m¨¢s y lograr un crecimiento de la econom¨ªa del 7% en 2010, despu¨¦s de que la crisis mundial propinara a Argentina una ca¨ªda del PIB del 2,2% en 2009. El problema radicaba en c¨®mo financiar ese est¨ªmulo, dado que el pa¨ªs carece de financiaci¨®n en los mercados y en 2009 incurri¨® en d¨¦ficit fiscal (1,7% del PIB, por debajo de otras potencias econ¨®micas) por primera vez desde la depresi¨®n de 2002. As¨ª que la manera de conseguir recursos extraordinarios y a la vez dar seguridad a los acreedores fue echar mano del Banco Central. Con tal de aumentar el gasto sin fallar a los acreedores, los Kirchner han sido capaces de apuestas osadas: desde 2007 subestiman el ¨ªndice de precios al consumidor (IPC) por el que se actualizan los bonos en pesos; en 2008 aumentaron los impuestos a los agricultores, lo que deriv¨® en huelgas y piquetes durante cuatro meses, y reestatalizaron el sistema de pensiones, que hab¨ªa privatizado el Gobierno de otro peronista, Carlos Menem.
En 2006, N¨¦stor Kirchner ya hab¨ªa usado reservas para cancelar los casi 10.000 millones que le deb¨ªa al Fondo Monetario Internacional, para librarse de las desafortunadas recetas de la instituci¨®n. Pero la Carta Org¨¢nica del Banco Central, creada por ley del Congreso, s¨®lo admite que las reservas se usen para pagar a organismos internacionales. No puede sufragar los pagos a otro tipo de acreedores, como los bonistas.
He ah¨ª el conflicto que se desat¨® en diciembre con el decreto de Fern¨¢ndez para modificar la Carta Org¨¢nica del banco central y conseguir que ¨¦ste cediera reservas. Los decretos deben ser revisados por el Congreso, pero entre diciembre y febrero est¨¢ de vacaciones. As¨ª que el Gobierno pretend¨ªa que la c¨¢mara, que el 10 de diciembre dej¨® de estar dominada por el kirchnerismo, lo discutiera en marzo. La atomizada oposici¨®n comenz¨® a presionar y reclam¨® una reuni¨®n extraordinaria. Present¨® recursos de amparo en los tribunales contra el decreto y amenazaba con denunciar al gobernador Redrado en el caso de ceder las reservas. Redrado se demor¨® tanto como pudo, e incluso se reuni¨® con los l¨ªderes de la oposici¨®n. Fern¨¢ndez pidi¨® su cabeza el mi¨¦rcoles. Y eso acab¨® de desatar el culebr¨®n: el gobernador, m¨¢ster por Harvard que desde 2004 se hab¨ªa mantenido fiel a los Kirchner, se neg¨® a dimitir. El presidente de Argentina puede destituir al gobernador, pero despu¨¦s de que se pronuncie una comisi¨®n. Ese pronunciamiento no es vinculante, pero debe materializarse antes del despido.
Con el argumento de que el Congreso est¨¢ de vacaciones, Fern¨¢ndez y todos sus ministros firmaron el jueves un segundo decreto que destitu¨ªa de forma fulminante a Redrado por "incumplimiento de los deberes de funcionario" y "mala conducta". El gobernador, que no hab¨ªa acudido a los juzgados por las reservas, recurri¨® a ellos para salvar su silla.
El viernes, una juez federal, Mar¨ªa Jos¨¦ Sarmiento, suspendi¨® la vigencia de los dos decretos. Doble rev¨¦s para Fern¨¢ndez: la juez acept¨® un recurso de amparo contra el uso de reservas para el pago de deuda y otro del gobernador Redrado, que volvi¨® a su despacho. Ma?ana, el Gobierno podr¨¢ apelar. Pero la crisis ya est¨¢ aqu¨ª.
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