El Cabanyal no se rinde

?Usted es valenciana? "S¨ª, pero no mucho". ?Cu¨¢nto recuerda, desde este primer di¨¢logo, el humor de Llu?sa Cunill¨¦ y de Paco Zarzoso al de Miguel Mihura y Tono, que escribieron tambi¨¦n en colaboraci¨®n! El alma se serena, su nueva obra a dos manos, es un juego de ingenio enraizado en la tradici¨®n de la comedia del disparate, un alarde de humor verbal al servicio de un argumento m¨ªnimo, extra¨ªdo de la actualidad.

Sus tres protagonistas, encerrados en una vivienda del tramo del barrio marinero del Cabanyal que el Ayuntamiento de Valencia pretende derribar para prolongar la macroavenida de Blasco Ib¨¢?ez hasta la l¨ªnea de playa, viven una situaci¨®n ¨²nica y claustrof¨®bica similar a la que se vive en tantas comedias de Ionesco, desde Delirio a d¨²o a Las sillas. Quiz¨¢ lo nuevo sea que Zarzoso y Cunill¨¦ intenten hablar de la actualidad pol¨ªtica y social espa?ola a trav¨¦s de ese humor inveros¨ªmil que Mihura y compa?¨ªa utilizaron en su d¨ªa para evadirse de ella, y que Ionesco us¨® para crear par¨¢bolas de car¨¢cter universal.

El alma se serena interesa y divierte: tiene momentos chispeantes, un comienzo inquietante y un final perturbador, aunque carece de nudo, como las Fallas y los fuegos de artificio. Esos tres habitantes orillados en el barrio a punto de caer bajo la piqueta, tan bien interpretados por Pep Ricart, Lola L¨®pez y Ana Cediel, tienen un recorrido dram¨¢tico posible mucho mayor que el que se les concede. Como el matrimonio de La cantante calva, son texto sin emociones, color sin volumen. Est¨¢n ah¨ª para hacernos sonre¨ªr cuando dicen: "Todo lo que tienen de mudos los peces, lo tienen de locuaces las pescaderas".

Ana Cediel le presta su encanto huidizo a Malvarrosa, c¨¢ndida, oblicua y fr¨¢gil arquitecta metida a azafata, siempre de uniforme, como la bella Dorotea de Mihura. Pep Ricart le da empaque a su ex jugador de Bolsa desplumado por las manos fuertes del mercado y sometido a la discrecionalidad de los servicios sociales, y Lola L¨®pez consigue que su relojera empleada en Mercadona, al principio toda c¨¢scara, nos parezca toda cogollo al final. En El alma se serena hay, en fin, suaves andanadas contra la corrupci¨®n y el nepotismo end¨¦micos. Es teatro con alma de cabar¨¦ pol¨ªtico.