Verg¨¹enza
Primero fue Italia en la persecuci¨®n de la inmigraci¨®n, le sigui¨® Suiza con el "no" a los minaretes, ahora es el turno del Ayuntamiento de Vic, que siguiendo estos "malos ejemplos" impulsa una medida que impedir¨¢ empadronar a las personas irregulares y a sus familias, restringiendo el acceso a derechos b¨¢sicos y fundamentales como la salud, los servicios sociales y la educaci¨®n. Este apartheid jur¨ªdico es la clara expresi¨®n de lo que no queremos en Catalu?a, una tierra de acogida y que ha demostrado su solidaridad en la construcci¨®n de un proyecto com¨²n para todos.
A pesar de que en el 2003 el pleno del Ayuntamiento de Vic rechaz¨® de forma contundente una propuesta de la xen¨®foba Plataforma per Catalunya en la que se solicitaba al Consistorio que entregara a la Subdelegaci¨®n del Gobierno en Barcelona "las fotocopias de los pasaportes de aquellos extranjeros empadronados en Vic y de los que el Ayuntamiento tenga indicios de que no son residentes legales", hoy se convierte ese mismo Ayuntamiento en perseguidor y denunciante, rol lamentable para un municipio democr¨¢tico.
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