Sinfon¨ªa de las edades del hombre
Paul Auster mueve en Invisible, con enorme destreza de trilero, sus tres fichas favoritas, metaficci¨®n, azar y autoficci¨®n. Es una compleja, histri¨®nica y brillante novela concebida como un juego literario de la edad tard¨ªa
Sinfon¨ªa n? 1 de la edad, la culpa, la memoria (inventada) y el tempus fugit hacia la vejez, Invisible. Primer movimiento (primera parte): allegro-trio, Primavera, narraci¨®n en primera persona, g¨¦nero "novela" (er¨®tica, social o policiaca, elija el lector, pero "novela novelesca" en todo caso). Un arranque sofisticado introduce al tri¨¢ngulo protagonista con ecos perversos de Nabokov y su baile de pasi¨®n y de intelecto en Risa en la oscuridad: el exc¨¦ntrico y col¨¦rico Rudolf Born, todav¨ªa con su fingida identidad de franc¨¦s profesor de pol¨ªtica en Nueva York (ser¨¢ luego asesino y esp¨ªa), su amante, la taciturna ninf¨®mana Margot Jouffroy, y el joven norteamericano Adam Walker, poeta, traductor, aventurero y estudiante de Columbia como Auster, que ejerce de narrador y de protagonista de este bildungsroman. G¨¦neros travestidos: fiesta cool al inicio, asesinato al final. Segundo movimiento (segunda parte): scherzo, Verano, narraci¨®n en segunda persona, g¨¦nero "poes¨ªa". Toma las riendas de la narraci¨®n el escritor de fama mundial James Freeman, que convierte el relato le¨ªdo hasta ese momento en el "manuscrito hallado" de la autobiograf¨ªa de su antiguo classmate Walker, quien, casi cuarenta a?os despu¨¦s de su ¨²ltimo encuentro y ahora muy enfermo y bloqueado en la redacci¨®n del relato, le env¨ªa el borrador a su casa de Brooklyn pidi¨¦ndole que ejerza de editor, advirti¨¦ndole con austeriana ambig¨¹edad "que no es una obra de ficci¨®n" y, con austeriana complicidad, Freeman le confiesa al lector que "de no haber sabido que era una historia real, me habr¨ªa zambullido en ella y habr¨ªa tomado aquellas sesenta p¨¢ginas por el principio de una novela" que contin¨²a con el t¨®rrido romance incestuoso de Walker con su hermana Gwyn-o-el-ardor. Tercer movimiento (tercera parte): andante, Oto?o, narraci¨®n en tercera persona, g¨¦nero "teatro". Freeman lleva a cabo un editing de las sucintas notas escritas ya en su agon¨ªa por Walker, un hombre en la oscuridad que ajusta cuentas con el pasado como Brill en la anterior novela de Auster, y redacta un nuevo cap¨ªtulo de las memorias de su compa?ero sobre el a?o 1967 y la cultura contestataria y antimilitarista de los a?os sesenta de la guerra fr¨ªa. Avanzan las intrigas biogr¨¢ficas, sentimentales y de novela negra, intrigas de toda suerte. Ir¨®nica visi¨®n de la poes¨ªa y la traducci¨®n. Cuarto movimiento (cuarta parte): finale: adagio, ?Invierno?, distintas personas gramaticales, g¨¦nero "diarios". Traslado del lector a un Caribe cinematogr¨¢fico. Atm¨®sfera de novela de aventuras. Gwyn desmiente el incesto confesado por su hermano (contribuyendo al fuego cruzado de versiones y puntos de vista con el que Auster acribilla su texto), y le pide a Freeman que cambiando los nombres convierta en ficci¨®n la realidad autobiogr¨¢fica de Walker. Final de la biograf¨ªa del diab¨®lico Born a trav¨¦s de los diarios de C¨¦cile, ¨²ltimo personaje vivo de sus jugosas memorias de ficci¨®n (?y lectora de Vila-Matas y Vila-Matas!). Viajes por el Scriptorium, novela conceptual pero en modo alguno menor, hizo hincapi¨¦ en la relaci¨®n del creador con sus criaturas, y Auster mueve en Invisible, con enorme destreza de trilero, sus tres fichas favoritas, metaficci¨®n, azar y autoficci¨®n, poniendo el peso de la novela en la creaci¨®n misma y arroj¨¢ndola a la arena del circo literario, oficiando una vez m¨¢s la ceremonia de la confusi¨®n de identidades y (auto)biograf¨ªas ("el lector puede tener la seguridad de que Adam Walker no es Adam Walker"), inmerso en el juego de ficcionalizar la ficci¨®n ("cuanto m¨¢s hablaba con ellos, m¨¢s irreales parec¨ªan hacerse. Como personajes ficticios de una historia que fuera desarroll¨¢ndose en mi imaginaci¨®n", "nada de lo ocurrido parec¨ªa enteramente real"). En Escribir y ser, Nadine Gordimer, harta ya de que se le pregunte si su protagonista es una nueva m¨¢scara autobiogr¨¢fica, suelta "no, Fulano no es el-que-usted-piensa-que-es. ?Se supone que el personaje resulta ser alguna suerte de ectoplasma que brota del escritor?", y Auster contribuye aqu¨ª al contubernio autobiogr¨¢fico nada menos que con dos ectoplasmas, su ¨¢lter ego y narrador atalaya de la historia, James (Auster) Freeman, y el verdadero protagonista, Adam (?Auster?) Walker. Esta vez s¨ª se cierran las historias que se abren como cajas chinas, y Auster se r¨ªe con elegancia de su profesi¨®n concibiendo su compleja, histri¨®nica y brillante novela Invisible como un juego literario de la edad tard¨ªa, como una sinfon¨ªa de los g¨¦neros del discurso, de los estatutos de la ficci¨®n y de las edades del hombre.
Invisible
Paul Auster
Traducci¨®n de Benito G¨®mez Ib¨¢?ez
Anagrama. Barcelona. 2009
282 p¨¢ginas. 18 euros
Traducci¨®n de Albert Nolla
Edicions 62. Barcelona, 2009
256 p¨¢ginas. 18 euros
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