Planes de dignidad
De peque?o me llamaban la atenci¨®n esa suerte de lunares conformados por muy precarias viviendas de chapa y cart¨®n que observaba en algunos lugares del conurbano bonaerense. Mi padre me explicaba que se trataba de tierras abandonadas, donde la gente pobre y sin recursos se albergaba a la espera de alg¨²n plan social que les dignificara a trav¨¦s del trabajo.
De adulto, y ya traspuesta la barrera de los 40, mi hijo me formul¨® la misma pregunta, s¨®lo que esta vez los lunares ya empezaban a ganar el territorio de la ciudad, en una escalada que hoy sigue. En ese momento, no encontr¨¦ la respuesta; una respuesta que hoy compartimos y nos llena de zozobra y de verg¨¹enza.
Los planes de la dignidad se han convertido en los planes de la prebenda miserable que priva al hombre de ese componente esencial, sin el que la vida se convierte en un mero paso que transcurre entre el nacimiento y la muerte.
La cultura del no trabajar ha sido instalada a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio y, de la mano de ella, la falta de educaci¨®n que anula el pensamiento y masifica voluntades.
Quienes propendieron y propenden a esta suerte de holocausto cultural son los art¨ªfices de esta Argentina ultrajada y solitaria. Probablemente muchos de ellos invoquen a Dios para que les redima de tama?a crueldad. Yo estoy apenas hecho a su imagen y semejanza pero carezco de tama?a bondad. Que la justicia divina los perdone, pero brego porque la justicia de los hombres los condene.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.