Aprendices de brujo
Como es bien sabido, el Gobierno gallego ha emprendido la tarea de reformular sobre nuevas bases la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica que en materia educativa hab¨ªa consensuado Galicia desde el inicio de la autonom¨ªa. Esa pol¨ªtica se basaba en el acuerdo en torno a la Lei de Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica (LNL) de 1983 y al Plan de Normalizaci¨®n de 2004, desarrollado por el anterior Gobierno de la Xunta mediante el decreto de 2007.
Ese decreto fue elaborado y acordado por las tres fuerzas pol¨ªticas de nuestro Parlamento. Y, tal como reflejaron los medios informativos (23-02-2007), fue saludado con ingenua emoci¨®n por los portavoces de PP, PSdeG-PSOE y BNG como "el decreto de todos" en la rueda de prensa conjunta que ofrecieron para su presentaci¨®n p¨²blica. En palabras de la se?ora L¨®pez Besteiro, portavoz conservadora, merec¨ªa todo el apoyo del PP porque "garantiza el equilibrio entre las dos lenguas cooficiales" y "el respeto a la lengua materna, sea el gallego o el castellano". Seg¨²n la conselleira de Educaci¨®n, a la saz¨®n Laura S¨¢nchez Pi?¨®n, "Galicia est¨¢ dando un ejemplo de que la lengua nunca debe enfrentar a los grupos pol¨ªticos".
Tampoco es ocioso recordar ahora que el desarrollo de la normativa ling¨¹¨ªstica gallega fue acompa?ado de una ampliaci¨®n sin precedentes de los recursos destinados a la educaci¨®n, que se incrementaron en un 30% durante la anterior legislatura. Tambi¨¦n, por vez primera, se apost¨® por el pluriling¨¹ismo como un objetivo central del sistema educativo. Y por esa raz¨®n se destinaron cuantiosos recursos a la formaci¨®n del profesorado, se crearon m¨¢s de 800 secciones biling¨¹es -pr¨¢cticamente inexistentes con anterioridad- y se desarroll¨® un novedoso e igualitario sistema de becas en el extranjero para estudiantes que fue disfrutado casi por 10.000 alumnos.
Las elecciones de 2009 brindaron al PP de N¨²?ez Feij¨®o la oportunidad de abandonar aquel consenso hist¨®rico y abrir la caja de Pandora de la confrontaci¨®n ling¨¹¨ªstica en b¨²squeda de r¨¦ditos electorales. Ineludiblemente tambi¨¦n le corresponde ahora formular una propuesta y restablecer el consenso social, pol¨ªtico e institucional que nunca debi¨® romper. Pero el proyecto que ahora presenta se plantea como inamovible en sus principios b¨¢sicos y modificable s¨®lo en aspectos secundarios. Conviene pues, ante todo, tener claro cu¨¢les son los principios inspiradores de la propuesta, aquellos que realmente la definen.
En primer lugar, es una propuesta que traslada de manera inaceptable, impropia de cualquier modelo democr¨¢tico comparable, la responsabilidad en la elecci¨®n del idioma a los padres. En l¨ªnea con el ideario neoliberal m¨¢s reaccionario, se elimina de un plumazo la responsabilidad del Gobierno en ¨¢reas estrat¨¦gicas p¨²blicas -la educaci¨®n y la cooficialidad idiom¨¢tica- para depositarla en manos de la autorregulaci¨®n individual.
Como ha escrito Josep Joan Moreso, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho y rector de la Universidad Pompeu Fabra, "no es nuevo en las sociedades biling¨¹es el que algunos propongan que la soluci¨®n al problema pasa por el liberalismo cl¨¢sico. Como si pudiera construirse una noci¨®n de libertad ling¨¹¨ªstica en analog¨ªa con la libertad religiosa. Es decir, neutralidad del Estado y garant¨ªa de los derechos de cada uno. Se trata de una analog¨ªa est¨¦ril". Como han establecido los expertos ya hace tiempo no es posible la neutralidad ling¨¹¨ªstica del Estado.
No conozco ning¨²n pa¨ªs democr¨¢tico que renuncie a esa "responsabilidad educativa" que nuestra Constituci¨®n en su art¨ªculo 27 atribuye a los poderes p¨²blicos. Estamos ante una propuesta inmanejable que traslada la disputa partidista al seno de la comunidad escolar y crea una aut¨¦ntica fisura social al promover la imposici¨®n idiom¨¢tica de unos padres sobre otros.
Nos encontramos, en segundo lugar, con la m¨¢gica oferta de El Dorado pluriling¨¹e. As¨ª, por decreto -nunca mejor dicho-, vamos a disponer de un tercio de las asignaturas en ingl¨¦s en nuestros centros escolares.
?Con qu¨¦ recursos econ¨®micos? ?Con qu¨¦ recursos humanos y pedag¨®gicos? ?Con qu¨¦ itinerarios y calendario? Es un curioso ejercicio de prestidigitaci¨®n: mientras con una mano se nos muestra El Dorado triling¨¹e, con la otra se reducen sustancialmente los recursos para la educaci¨®n, en particular en un 30% los dedicados a la formaci¨®n del profesorado, y se acosa inexplicablemente a las Escuelas Oficiales de Idiomas.
No s¨®lo es una propuesta inviable en un horizonte temporal razonable y sin parang¨®n en ning¨²n pa¨ªs del mundo. Es que, adem¨¢s, rompe con todas las recomendaciones cient¨ªficas, que aconsejan la introducci¨®n progresiva de los idiomas for¨¢neos.
Pero me temo que no es s¨®lo un desatino o una frivolidad. Creo que estamos ante una cortina de humo que cumple un doble fin. Por una parte induce a un debate falso entre un objetivo por todos deseable -el dominio del ingl¨¦s- que se contrapone falazmente a esta cosa, entre r¨²stica y provinciana, de los idiomas locales. Por otra parte, la propuesta act¨²a como un caballo de Troya para la desprotecci¨®n del gallego, lo que me conduce, por ¨²ltimo, a la tercera cuesti¨®n central del nuevo decreto.
Porque, en efecto, la propuesta rompe con el fundamento y raz¨®n de ser de la LNL, que no es otra que asumir la necesidad de una acci¨®n afirmativa a favor del idioma cooficial en posici¨®n de desventaja, que es el gallego. La propuesta del PP asume, por el contrario, la falsa idea de un inexistente equilibrio entre los dos idiomas oficiales y, consecuentemente, promueve la desprotecci¨®n del gallego y una importante regresi¨®n en relaci¨®n con la LNL y con los contenidos del Plan de Normalizaci¨®n. El idioma es un activo patrimonial de la comunidad que lo identifica como propio y ha de desarrollarse en un ¨¢mbito de convivencia y libertad, alejado de la imposici¨®n.
Sinceramente creo que el camino emprendido de confrontaci¨®n y disputa en torno al mismo, convirti¨¦ndolo en bandera partidaria o ideol¨®gica, es y ha sido un grave error que hemos de reparar, restituyendo autocr¨ªtica y generosamente un amplio consenso social y pol¨ªtico al servicio de la inmensa mayor¨ªa del pa¨ªs. Un consenso que debe volver a fraguarse en torno a los elementos normativos y planificadores que hasta ayer lo hicieron posible.
Emilio P¨¦rez Touri?o es ex presidente de la Xunta
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