Entrevista

El domingo, el director de este peri¨®dico publicaba una entrevista en profundidad con el presidente del Gobierno. En profundidad porque ocupaba muchas p¨¢ginas, pero una cosa es que t¨² le des al pico y la pala y otra que encuentres petr¨®leo. Esto no es una cr¨ªtica a mi director y menos ahora que ha tenido el enorme acierto de contratarme a m¨ª. Era Zapatero el que se fajaba de preguntas afiladas haciendo slalom gigante. Al oficio de preguntar le corresponde el de no responder. La crisis nos trasciende y los responsables act¨²an como el fontanero, ve el desaguisado y echa la culpa al que hizo la instalaci¨®n. Zapatero no coment¨® asuntos propios de esta secci¨®n y eso que pasar¨¢ a la historia por democratizar la televisi¨®n p¨²blica. C¨®mo ver¨¢ el presidente que trat¨® de fomentar la pluralidad audiovisual y concedi¨® nuevos canales que Cuatro pase a formar una entente cordial con Telecinco y que La Sexta vaya a ser m¨²ltiplo de Antena 3. Uno se pregunta si el presidente se siente decepcionado, estafado, presionado o sencillamente desinformado.

Ser¨ªa interesante saber qu¨¦ podr¨ªa pasar si la audiencia contin¨²a prefiriendo a TVE. Eliminas los anuncios para premiar a los canales privados y te encuentras con que ahora si una empresa pretende hacer propaganda de sus productos tendr¨¢ que hacerlo en programas marginales o minoritarios. Seg¨²n parece, las privadas han pactado un acuerdo para subir un 20% la tarifa publicitaria, lo cual tampoco es un gran s¨ªntoma de que la medida sea beneficiosa para las industrias nacionales. No se sabe si el Gobierno, para impedir que el ¨²nico canal que no puede perseguir el ¨¦xito triunfe, terminar¨¢ por obligar a la televisi¨®n p¨²blica a emitir documentales sobre el encaje de bolillos. Todo sea que se ponga de moda y los adolescentes dejen la consola y el m¨®vil y se aficionen al telar. Y es que la intervenci¨®n pol¨ªtica sobre los medios de comunicaci¨®n siempre deja con la boca seca al pol¨ªtico, porque al final el dinero manda m¨¢s que nadie. A Zapatero, como a nosotros, la econom¨ªa le ha pisoteado los regalos de Reyes.