La p¨ªldora del d¨ªa siguiente es rural

Suelen tener entre 16 y 19 a?os, lo hacen en fin de semana y la mayor¨ªa son primerizas. El perfil de las mujeres que alguna vez han tomado la p¨ªldora poscoital es casi el mismo en toda Catalu?a, pero un estudio de la Universidad Pompeu Fabra demuestra que en las zonas rurales su uso es muy superior al de las ciudades. Seg¨²n el estudio de Clara Ros, Marta Miret y Montserrat Ru¨¦, el consumo de la p¨ªldora del d¨ªa siguiente es el 42% mayor en Lleida que en Barcelona. Al menos lo fue entre octubre de 2004 -cuando la pastilla se empez¨® a distribuir gratis en centros de atenci¨®n primaria, centros de atenci¨®n a la salud reproductiva y urgencias- hasta agosto de 2007. Ahora se vende sin receta en las farmacias.

Entre esos cinco a?os, 17.149 mujeres tomaron la p¨ªldora poscoital, seg¨²n el Servicio Catal¨¢n de la Salud. En Barcelona lo hicieron 11.874 chicas, y en Lleida, 1.378. En esta provincia, el 70% de la poblaci¨®n vive en municipios de menos de 16.000 habitantes. "Nos sorprendi¨® mucho el resultado", reconoce la autora principal de este estudio, Clara Ros. Las investigadoras no encuentran una respuesta cient¨ªfica a estas diferencias. Apelan a un estudio europeo que demuestra que en las zonas rurales "las relaciones sexuales se inician antes, el primer embarazo tambi¨¦n se produce antes y la fertilidad es m¨¢s elevada". Este dato, dicen, coincide con su an¨¢lisis porque la mayor diferencia de consumo entre Lleida y Barcelona se da entre los 16 y 25 a?os. ?Pero por qu¨¦ los j¨®venes del mundo rural se inician antes en el sexo? Montserrat Ru¨¦, de la Universidad de Lleida, arguye que "en las ciudades hay m¨¢s cosas que hacer y eso hace que las posibilidades de ocio no se limiten, como pasa en los pueblos, a las relaciones entre ellos". Psic¨®logos y sex¨®logos discrepan de esa teor¨ªa. Seg¨²n el estudio, la media de edad al tener la primera relaci¨®n completa est¨¢ en 15,8 a?os en las chicas y en 15,5 en los chicos, "pero los adolescentes no practican el sexo porque se aburren", afirma la psic¨®loga Claudia Truzzoli, que sostiene que los j¨®venes "son m¨¢s de acci¨®n que de reflexi¨®n" y ven el sexo como la v¨ªa r¨¢pida para hacerse mayores. "Buscan la comunicaci¨®n y la intimidad que no encuentran en la familia ni en su n¨²cleo de amigos porque maduran pr¨¢cticamente solos".

La doctora Rosa Ros, que trabaja en un centro de sexualidad y anticoncepci¨®n de Barcelona, tampoco cree que las escasas opciones de ocio expliquen el elevado consumo de la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s en las zonas rurales. Al contrario, opina que la diversi¨®n en estas zonas es mayor y m¨¢s "perversa" que en la ciudad. "El ocio en los pueblos es nefasto, en las discotecas se mueve m¨¢s droga y eso no pasaba antes", explica. La falta de informaci¨®n sobre m¨¦todos anticonceptivos que no sean de urgencia puede ser otra raz¨®n. "En los pueblos no hay tantos centros de asistencia sexual", advierte la sex¨®loga Mati Segura, que explica que ese desconocimiento es la principal causa de los embarazos no deseados.

La facilidad de acceso a la p¨ªldora -antes de 2004 s¨®lo se pod¨ªa obtener con receta en las farmacias- tampoco ha hecho disminuir las interrupciones voluntarias del embarazo. Seg¨²n un estudio del Departamento de Salud, "el n¨²mero de abortos por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 a?os pas¨® de 10,38 en 2005 a 12,19 en 2006". Este aumento puede deberse, apunta Montserrat Ru¨¦, al incremento de la poblaci¨®n inmigrante, "m¨¢s desinformada y con tasas de fertilidad m¨¢s elevadas". La doctora Ros a?ade que el 47% de las mujeres que abortaron el a?o pasado en Catalu?a eran extranjeras.