"Que me pague en 'b', que me hace mucha falta"
El sumario del 'caso Alcauc¨ªn' revela multitud de trapicheos urban¨ªsticos
Cuando se habla de corrupci¨®n urban¨ªstica en la provincia de M¨¢laga, enseguida viene a la mente el enladrillamiento salvaje de la Costa del Sol, con Marbella o Estepona como ejemplos de un sofisticado saqueo en el que los delincuentes se rodean de lujo y su bot¨ªn queda a buen recaudo en para¨ªsos fiscales. Sin embargo, algunos pueblos del interior rural, como Alcauc¨ªn, han padecido tambi¨¦n su raci¨®n de depravaci¨®n pol¨ªtica. Las formas son m¨¢s toscas -160.800 euros bajo el colch¨®n del alcalde, no en las Islas Caim¨¢n-, pero el da?o al territorio, en forma de cientos de viviendas ilegales desgraciando un paisaje privilegiado, es tambi¨¦n palpable.
El sumario del caso Arcos, sobre la corrupci¨®n en Alcauc¨ªn, localidad de 2.500 habitantes en la comarca de la Axarqu¨ªa, revela c¨®mo el ex alcalde socialista Jos¨¦ Manuel Mart¨ªn Alba, m¨¢s conocido por su apodo de cantaor, Pepe Calayo, cometi¨® supuestamente una mir¨ªada de trapicheos urban¨ªsticos. Con la ayuda de Jos¨¦ Chiqui Mora, jefe del servicio de Arquitectura de la Diputaci¨®n malague?a, el regidor certific¨® que en distintas parcelas del municipio hab¨ªa ruinas -que no exist¨ªan en la realidad- para permitir la construcci¨®n de chal¨¦s sobre los falsos restos, ¨²nica forma de que la construcci¨®n fuera legal. Tambi¨¦n falsific¨® la fecha de expedientes para legalizar casas irregulares o trat¨® de modificar burdamente la normativa urban¨ªstica del pueblo para convertir en urbanizables terrenos r¨²sticos.
El alcalde facilit¨® un pelotazo de 6,5 millones a un promotor
Los favores no eran gratis. En una conversaci¨®n grabada por la Guardia Civil, Chiqui Mora y el alcalde hablan de certificar como reforma de unas ruinas lo que en realidad era una vivienda de nueva planta. En un momento, Chiqui dice: "Pero Pepe, si esa casa no exist¨ªa (...) que [los promotores] paguen lo que tengan que pagar (...) 1.000, 2.000 euros, p¨¢galos, que te has hecho una casa por la cara, co?o". El regidor contesta: "Para poderse empadronar, a esa casa, que no estaba ah¨ª antes hay que darle un n¨²mero legal". Y el arquitecto Mora zanja: "?Que lo pague y a tomar por culo! Que me pague en b, que me hace mucha falta".
Mora es un personaje central de la trama ax¨¢rquica. Desde su despacho de la Diputaci¨®n, realizaba, previo pago, informes con contenido falso para que el alcalde pudiera otorgar licencias con apariencia de legalidad. En el auto por el que la juez Irene Urb¨®n le mand¨® a prisi¨®n el 3 de marzo de 2009, se lee que el promotor Francisco Llamas reconoci¨® haberle pagado "al menos en una ocasi¨®n" 3.000 euros por un permiso para construir 61 apartamentos. En su despacho, la Guardia Civil hall¨® plantillas para falsificar licencias de obra del Ayuntamiento de Alcauc¨ªn.
En los cinco mandatos que Pepe Calayo fue alcalde, con mayor¨ªas cada vez m¨¢s absolutas, en Alcauc¨ªn se construyeron 1.064 viviendas ilegales, seg¨²n la contabilidad de los ecologistas basada en fotos por sat¨¦lite. El regidor hac¨ªa (y en ocasiones cobraba) peque?os favores que permit¨ªan a los promotores hacer grandes negocios. El promotor Jos¨¦ Manuel Rico adquiri¨® por 180.300 euros en 1999 un olivar. Cinco a?os m¨¢s tarde, lo vendi¨® por 6,77 millones a un grupo de empresas, pese a que la finca segu¨ªa siendo no urbanizable. Seg¨²n la juez instructora, el empresario "por su amistad con el alcalde contaba con informaci¨®n privilegiada" y sab¨ªa que en el siguiente Plan General de Ordenaci¨®n Urbana el olivar iba a ser reclasificado como suelo urbanizable. Alrededor de estos suelos se hicieron negocios por 27 millones de euros, seg¨²n los investigadores. De momento, Pepe Calayo ha dicho que los 209.300 euros que se le han intervenido, la mayor¨ªa debajo de un colch¨®n, son fruto de su trabajo "como alcalde, alba?il y artista".
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