Un vivero con aires se?oriales
La huerta de un antiguo pazo provee de ¨¢rboles los parques de Compostela
Muchos santiagueses ni siquiera lo saben, pero buena parte de los ¨¢rboles que pueblan los parques y bosques de Compostela vienen del barrio de O Casti?eiri?o, en el sur de la ciudad, hoy tomado por gr¨²as y obreros que se afanan en la construcci¨®n de varios bloques de pisos y viviendas unifamiliares. El vivero de Lamas de Abade, que funciona desde hace m¨¢s de veinte a?os gestionado por el Ayuntamiento, es de los pocos de Galicia de titularidad municipal. De las cinco ciudades, s¨®lo Vigo, Ourense y Santiago poseen un semillero propio para sus parques. Con los a?os han perdido rentabilidad: ahora lo m¨¢s habitual es que los municipios dejen en manos de empresas concesionarias la sustituci¨®n de los ¨¢rboles secos o enfermos, as¨ª que los viveros ya no son lo que eran. Muchos se han convertido en una suerte de "hospitales" que curan pero ya no proveen de ¨¢rboles a las ciudades.
Tiene unas 500 especies diferentes, la mayor¨ªa plantas ornamentales
Sirve de hospital para los abetos de Navidad afectados por las calefacciones
El de Santiago, sin embargo, escapa a esta tendencia. Situado en la huerta de un antiguo pazo que el Ayuntamiento adquiri¨® en 1969, el vivero admitir¨¢ visitas de grupos a partir de este verano, cuando terminen las obras en las que actualmente trabajan alba?iles en paro. "No es s¨®lo un vivero, es un peque?o jard¨ªn bot¨¢nico", dice Jos¨¦ Antonio Mosquera, encargado de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Santiago. Muestra con orgullo diferentes variedades de acebos, algunos muy poco frecuentes, como el feros argentea, cuya espinas llaman a guardar distancias, y otros de hojas totalmente lisas. Todos proceden de montes gallegos, "concretamente de la zona del Ulla", pero tambi¨¦n hay especies for¨¢neas, todas ornamentales, como el boj o el rododendro, que representan la parte ex¨®tica del vivero.
A Lamas de Abade van a parar los ¨¢rboles de Navidad que durante estas ¨²ltimas semanas han decorado los hogares compostelanos. El Ayuntamiento empez¨® a recogerlos hace 15 a?os, para que no acabasen en los basureros, pero no fue hasta hace ocho cuando comenz¨® a publicitarlo. "Cada vez traen menos, porque la gente prefiere comprar ¨¢rboles de pl¨¢stico", explica Mosquera. Este a?o no llegan a la docena los abetos que esperan en el vivero una cura despu¨¦s de semanas expuestos a la calefacci¨®n de las casas. No todos tendr¨¢n una segunda Navidad porque, asegura Mosquera, "algunos vienen en muy mal estado, o sin ra¨ªz suficiente".
Enfermedades, obras, a veces robos o vandalismo. Son muchas las razones por las que se renuevan los ¨¢rboles de Compostela. Parte de ellos tienen un sustituto en el criadero de Lamas de Abade, aunque a veces haya que recurrir a semilleros privados para hacerse con la especie deseada. Y es que los 15.000 metros cuadrados de vivero no bastan para los dos millones de espacios verdes que tiene la capital de Galicia. Y eso que abastece exclusivamente a la ciudad de Santiago.
Alba?iles y jardineros trabajan estos d¨ªas a partes iguales para que este verano el vivero pueda abrirse al p¨²blico y en oto?o lo visiten los primeros grupos escolares. En el Ayuntamiento se han empe?ado en que deje de ser un extra?o para los propios compostelanos, sobre todo para los ni?os. "En los colegios es algo que gusta mucho", afirma Elvira Cienfuegos, concejala de Medio Ambiente.
En la antigua huerta del pazo de Lamas de Abade tambi¨¦n se recogen los restos de podas y otros desechos para hacer abonos y ahorrar as¨ª en fertilizantes. Y, aunque su fuerte es la producci¨®n de plantas decorativas, el vivero tiene una peque?a representaci¨®n de ¨¢rboles aut¨®ctonos. Entre unos y otros hacen m¨¢s de 500 especies diferentes.
"No s¨¦ como se las arreglan las ciudades que no tienen vivero", dice Mosquera. El de Lamas de Abade, que por su pasado conserva una capilla y un palomar, tendr¨¢ pronto ba?os para los visitantes. "En verano estar¨¢ m¨¢s bonito", adelanta Mosquera. Y es que a estas alturas del invierno s¨®lo florecen la camelia - ten¨ªa que haberlas en un antiguo pazo -y algunos acebos, repletos de su fruto venenoso.
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