"Tratan a los muertos como basura"

En las mejores gu¨ªas de viajero suele aparecer un viejo dicho sobre Hait¨ª: "El 80% de la poblaci¨®n es cristiana, el 20% protestante y el 100% profesa el vud¨²". Tambi¨¦n se hace constar que pocas religiones han sufrido una operaci¨®n de desprestigio tan abrumadora como ¨¦sta que naci¨® en ?frica y viaj¨® al Caribe con los primeros esclavos. Max Beauvoir es la Autoridad Suprema de los seguidores del vud¨² haitianos. Para los suyos es una especie de Papa. De 74 a?os, casado y con una hija de 45, vive rodeado de ¨¢rboles gigantescos sagrados, a una hora de Puerto Pr¨ªncipe en mototaxi. Viste guayabera blanca, habla criollo, franc¨¦s, ingl¨¦s y espa?ol, tiene una casa en forma circular, varios templos en su jard¨ªn y una especie de museo con esculturas de vud¨². Se lamenta de que hayan enterrado a tantos miles de personas sin ning¨²n respeto, ni dignidad.

"El vud¨² ha hecho a Hait¨ª como pa¨ªs", dice Max Beauvoir, de 74 a?os

"El presidente me consulta, pero sigue favoreciendo a la Iglesia cat¨®lica"

"El presidente Ren¨¦ Pr¨¦val me mand¨® llamar hace cuatro d¨ªas para celebrar una reuni¨®n junto al resto del Gobierno. Ah¨ª se habl¨® de la ayuda internacional, de la distribuci¨®n, del caos... pero no tratamos el tema de los entierros. Y me parece grav¨ªsimo. Se ha tratado a la gente como basura, sin la dignidad y el respeto que merece cualquier ser vivo. S¨¦ que la situaci¨®n es compleja y yo no tengo la soluci¨®n. Pero seguro que si nos hubi¨¦ramos sentado, habr¨ªamos encontrado alguna v¨ªa en media hora. Y a¨²n estamos a tiempo, porque todav¨ªa quedan muchos muertos por enterrar".

Los creyentes del vud¨² acostumbran, seg¨²n el Ati o Autoridad Suprema, a celebrar la ceremonia del entierro durante nueve d¨ªas. "Ah¨ª reunimos a la familia, a los amigos y enemigos del muerto. Durante ese tiempo comemos y convivimos juntos. Todo el que tenga algo que decir sobre el muerto lo dice, ya sea bueno o malo. Despu¨¦s enterramos el cuerpo, pero el alma se va debajo del mar, un a?o y un d¨ªa o siete a?os y un d¨ªa, depende. Durante ese tiempo, se purifica. Es importante saber que nosotros creemos en la reencarnaci¨®n y que la persona vive ocho veces como mujer y ocho veces como hombre. Esto es as¨ª porque el objetivo de la vida es ganar conocimiento. Despu¨¦s de ese proceso, todo el mundo sin excepci¨®n se integra en Dios y comienza una existencia en la que cuida de todas las cosas vivas del Universo".

Beauvoir aclara que la imagen que se tiene en gran parte del mundo del vud¨² como una creencia cuyos brujos [¨¦l reniega de esta palabra] o sacerdotes pueden infligir da?o a los dem¨¢s vali¨¦ndose, entre otras herramientas, de un mu?eco al que se pinchan alfileres es totalmente falsa. "No he visto ni un solo mu?eco de esos en todo Hait¨ª. En cualquier grupo social hay gente buena o mala, pero el vud¨² no promueve que se haga da?o a nadie. Hay una vertiente religiosa del vud¨². Y otra vertiente filos¨®fica. Tenemos normas muy definidas sobre c¨®mo hay que vivir, sentarse, comer, caminar. Eso es lo que permite a un haitiano reconocer a otro en cualquier parte del mundo con verlo simplemente andando a lo lejos".

Beauvoir achaca esa mala imagen de su religi¨®n al cristianismo y a las potencias extranjeras como Francia, Estados Unidos y Espa?a. "El vud¨² ha hecho a Hait¨ª como pa¨ªs. Nuestra independencia se alcanz¨® gracias a una ceremonia celebrada el 14 de agosto de 1791 conocida como la de Bwa Kayiman. Hait¨ª es vud¨²". Cuando se le dice: "Pues vaya pa¨ªs m¨¢s desgraciado que gener¨® el vud¨², ?no?", el Ati responde: "Pero los espa?oles, los franceses y Estados Unidos nunca nos perdonaron nuestra independencia e hicieron todo lo posible para hacernos la vida m¨¢s dif¨ªcil. Y lo peor fue cuando los cristianos llegaron al poder en 1816. Todav¨ªa se mantienen ah¨ª, con la ayuda econ¨®mica de Estados Unidos y Francia".

Desde 2003 los sacerdotes del vud¨² disfrutan del primer reconocimiento oficial como religi¨®n. Aquel fue el a?o en que el ex presidente Aristide les concedi¨® autoridad para unir en matrimonio a la gente. Simplemente Ati significa gran ¨¢rbol que se abre como un paraguas para proteger a los m¨¢s peque?os. En este caso, ¨¦l considera que tiene que alzar la voz para defender a su gente, ya que Pr¨¦val no los defiende. "Yo agradezco que el presidente haya querido consultarme, pero ¨¦l sigue favoreciendo a la Iglesia de Roma, a los europeos y americanos que consideran sus religiones europeas o centroasi¨¢ticas superiores a la africana".