Examen de catal¨¢n para estudiar Medicina

El consejero de Innovaci¨®n, Universidades y Empresa, Josep Huguet, sugiri¨® ayer a la Universidad de Lleida que realice un examen de catal¨¢n y de castellano a los estudiantes que aspiren a matricularse en Medicina. Huguet considera que con esta medida se resolver¨ªa la petici¨®n hist¨®rica de facilitar el acceso a la carrera a los alumnos del territorio que cada curso no entran a pesar de tener una buena nota de corte. Huguet puso el caso de Lleida como ejemplo, pero dijo que es favorable a hacerlo en otras facultades que tengan una situaci¨®n similar.

Con el sistema de asignaci¨®n de plazas, dos de cada tres alumnos de Medicina de Lleida llegan de otras comunidades y del extranjero, principalmente de Portugal. Eso pasa porque la nota que se pide en otras facultades es unas d¨¦cimas superior a la establecida para estudiar Medicina en Lleida, un 8,2 este curso, mientras que en Zaragoza se exig¨ªa tener un 8,6 de media en la selectividad.

Huguet plante¨® la propuesta de establecer un examen ling¨¹¨ªstico en la inauguraci¨®n de la sala de simulaciones de habilidades cl¨ªnicas del hospital Arnau de Vilanova, en Lleida. La propuesta ser¨¢ debatida la pr¨®xima semana por el Consejo Interuniversitario de Catalu?a, presidido por el consejero y constituido por los rectores y representantes de la Generalitat y de las universidades.

El consejero est¨¢ la espera de que las universidades lleguen a un acuerdo sobre esta cuesti¨®n. "Pero si no lo hay", a?adi¨®, "yo recomendar¨¦ abiertamente y por escrito" que las facultades que tengan una problem¨¢tica similar a la que se ha producido en algunas de Medicina hagan una prueba de competencias ling¨¹¨ªsticas sobre el dominio de las lenguas oficiales en Catalu?a, el catal¨¢n y el castellano. "En otras autonom¨ªas ya lo han hecho", precis¨® el consejero.

La ex comisionada de Universidades Blanca Palmada ya plante¨® en 2007 una prueba de catal¨¢n y castellano para que los alumnos de fuera de Catalu?a acreditaran un nivel en ambos idiomas. La medida no lleg¨® a aprobarse, tras recordar el Ministerio de Educaci¨®n que la prueba s¨®lo se pod¨ªa exigir a los alumnos de otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea que entran sin nota de selectividad, pero no a los de otras comunidades. Extremadura y Andaluc¨ªa han puesto ex¨¢menes de castellano a los extranjeros.

Huguet se pregunt¨® ayer: "?C¨®mo quieres ir a las clases y enterarte de la materia si no dominas el catal¨¢n y el castellano?". Y a rengl¨®n seguido dijo que poner pruebas para evaluar el conocimiento del idioma "es una medida l¨®gica que ya se aplica aqu¨ª, en Holanda y en todas partes". "Si alguien interpreta que Madrid debe autorizarlo, yo digo que no", remach¨®.

"No puede ser que con dinero catal¨¢n se est¨¦ formando a la gente de fuera". Con esta airada cr¨ªtica, el rector de la Universidad de Lleida, Joan Vi?as, expres¨® la situaci¨®n en que se hallan las facultades de Medicina de Lleida y Reus, ante la avalancha de estudiantes procedentes de comunidades lim¨ªtrofes -Valencia y Arag¨®n- en el primer curso de carrera y la cuantiosa inversi¨®n que ello acarrea.

Muchos de estos alumnos regresar¨¢n a mitad de carrera a su lugar de residencia, una vez que tengan una plaza en la facultad m¨¢s cercana, a la que no pudieron acceder tras la selectividad por la nota de corte que se exig¨ªa.

El 62% de los estudiantes de primer curso en la facultad de Reus proceden de la Comunidad Valenciana (83 de 133). Otro tanto sucede en la Universidad de Lleida, donde s¨®lo el 15% procede de Catalu?a. En ese centro el 11% son de Valencia, el 4% de Arag¨®n y el 70% del resto de Espa?a y Portugal. Ambas facultades tienen una nota de acceso relativamente baja (8,2), lo que empuja a alumnos de otros territorios a matricularse en Catalu?a para cursar Medicina, estudios cuya demanda se ha duplicado en los ¨²ltimos cinco a?os.

Aunque el asunto es viejo, la pol¨¦mica se ha avivado por dos hechos. El primero, la un¨¢nime queja de los decanos de Medicina de toda Espa?a contra el burocr¨¢tico y dilatado proceso de matriculaci¨®n, y el segundo, las pol¨¦micas declaraciones del rector de Lleida, contrarias a esta incursi¨®n de estudiantes de otras regiones. "Yo lo considero una injusticia y no por eso me han de calificar algunos de provinciano. No tiene sentido y es culpa de la distribuci¨®n instaurada hace unos a?os", coment¨® el rector.

?Por qu¨¦ se produce el fen¨®meno? Los centros de Lleida y Tarragona exigen bajas notas de corte en la selectividad en comparaci¨®n con las universidades de Valencia, Miguel Hern¨¢ndez (Elche) y Zaragoza. La diferencia es de tan s¨®lo unas d¨¦cimas, pero imprescindibles para poder entrar o no en unas facultades con un n¨²mero de matr¨ªculas limitado, de poco m¨¢s de un centenar en primer curso. Y es aqu¨ª cuando se complica y burocratiza el proceso de matriculaci¨®n, seg¨²n coinciden en afirmar los decanos y un estudio realizado por el profesor de Econom¨ªa Carlos Garc¨ªa Crespo.

Al haber distrito abierto, un alumno puede reservar plaza en cualquiera de los distritos universitarios de Espa?a. A partir de la nota de la selectividad se le asigna plaza; pero como la puntuaci¨®n es decimal, puede suceder que quede preinscrito en m¨¢s de una facultad si la nota de corte es la misma. Cuando al final opta por una, en las otras hay una vacante. El resultado es que la matriculaci¨®n se prolonga hasta mediados de noviembre porque cada dos semanas la Generalitat env¨ªa la lista de nuevos alumnos. De esta forma, las facultades de Lleida y Reus hab¨ªan matriculado y dado de baja hasta a 50 estudiantes a principio de curso.