"El amor no es dejar tu felicidad en manos del otro"
Llega discreta, t¨ªmida y casi trasl¨²cida. Alta, muy guapa, el pelo ondulado recogido en una coleta. El estr¨¦s apenas oculto tras una fachada serena. Soledad Villamil (Buenos Aires, 1969), que acaba de conquistar los corazones con El secreto de sus ojos, que pugna por goyas y oscars, se estrena hoy como cantante en Espa?a, en el marco del festival BarnaSants de Barcelona. Los m¨²sicos han sufrido un retraso en el avi¨®n y la apretad¨ªsima agenda que la acompa?a ha quedado patas arriba. Apenas desmenuza una peque?a rama de grosella que decora su tarta de frutas. Es de esas personas que miran fijo a los ojos al hablar. "No estoy nerviosa. En estos ¨²ltimos a?os he cantado much¨ªsimo. Soy antes cantante que actriz".
La argentina canta en Barcelona: "No estoy nerviosa, soy antes cantante que actriz"
Su disco quiere importar la cultura de su pa¨ªs: 12 temas con el dolor del tango, la milonga, el vals y el bolero. Y la c¨¦lebre copla Ojos verdes, un tema que la cantante aprendi¨® de una t¨ªa abuela espa?ola, bailaora de flamenco en Buenos Aires. El disco se llama Morir de amor, pero Villamil aclara el asunto: "Morir de amor no es sentir que se tiene un pu?al clavado en el pecho. Morir de amor es el ¨¦xtasis de un sentimiento que cuando es llevado al m¨¢ximo te acerca a la muerte y te aleja del tiempo".
Villamil, que lleva 11 a?os junto al actor y director argentino Federico Olivera, con quien tiene dos hijas, explica que se vive, se padece y se sufre por amor, pero que para que una historia funcione no hay f¨®rmula alguna. Hay que ir invent¨¢ndosela. "No se puede pretender que la persona que est¨¢ a tu lado sirva para cubrir agujeros negros", explica. "Una pareja es una uni¨®n de dos seres aut¨®nomos que se encuentran en un momento determinado. No puedes dejar tu felicidad en manos de otro; es el camino m¨¢s r¨¢pido para fracasar".
Escoge una de las fresas que cubren la base de la tarta. "Pido fruta porque en los hoteles es dif¨ªcil conseguirla", dice con una sonrisa.
Aunque la fama le ha venido por su faceta de actriz, la m¨²sica fue su primera vocaci¨®n. Las clases de piano, flauta travesera, guitarra y canto amenizaban sus tardes de escolar. El ambiente familiar, con una madre core¨®grafa, una hermana bailarina y otro m¨²sico, hizo el resto. Su padre, militante de izquierdas y mel¨®mano confeso, le transmiti¨® la pasi¨®n por la m¨²sica. Y le ense?¨® lo que era crecer con el miedo y el peligro en el cuerpo. "Me llamaban al colegio dici¨¦ndome que fuera a casa de mi abuela; ya sab¨ªa que no iba a volver a casa", recuerda. Lo que le vali¨® para pasar la infancia en siete barrios diferentes de Buenos Aires.
En Argentina el ¨¦xito de su m¨²sica ha sido rotundo. Para el mes de febrero tiene programados 12 conciertos. "Nunca pienso en el resultado, trabajo desde mi coraz¨®n, haciendo las cosas que mi intuici¨®n quiere".
La misma intuici¨®n que le revel¨®, al leer el gui¨®n de El secreto de sus ojos, de Juan Jos¨¦ Campanella, que el filme, que representa a Argentina en los Oscar y le ha valido la nominaci¨®n a los Goya como mejor actriz revelaci¨®n, ser¨ªa un ¨¦xito.
El vaso de agua que ha pedido queda intacto. "La pr¨®xima vez que vaya de viaje traer¨¦ conmigo a mis hijas, las extra?o demasiado", dice con un suspiro de a?oranza apurando los ¨²ltimos frutos rojos de la tarta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.