Miami confidencial
Un monasterio espa?ol al sur de Florida, un singular jard¨ªn de esculturas y un museo de alto voltaje carnal. Tres visitas muy originales
La mayor¨ªa de la gente piensa que los ¨²nicos atractivos de Miami son sus playas, sus discotecas y los shopping malls. Pero, como toda ciudad que se respete, ¨¦sta tambi¨¦n tiene lugares secretos a los que vale la pena echar un vistazo. He aqu¨ª tres de ellos.
Piedras segovianas
En 1925 el claustro de un monasterio segoviano del siglo XII fue desmantelado y llevado a Estados Unidos, pieza por pieza, junto con la sala capitular y el refectorio. Fue un capricho del multimillonario Hearts, quien planeaba levantarlos otra vez en California.
Las piedras cruzaron el oc¨¦ano en cajas numeradas, para facilitar la tarea de reconstruir la edificaci¨®n. El problema fue que al llegar a Nueva York, para prevenir epidemias, las autoridades sanitarias ordenaron sacar las piedras de los embalajes y quemar la paja que las proteg¨ªa. Al guardarlas de nuevo, nadie se fij¨® en los n¨²meros de las cajas y as¨ª fueron a parar a un almac¨¦n de Brooklyn.
La Gran Depresi¨®n hizo que Hearts se olvidara del asunto, y no fue hasta un cuarto de siglo despu¨¦s que unos empresarios adquirieron las 35.000 piedras y las llevaron al sur de Florida con la idea de convertir el monasterio en una atracci¨®n tur¨ªstica. Durante meses, veintitantos hombres trabajaron arduamente para armar el rompecabezas m¨¢s grande de la historia. Y lo lograron.
El monasterio espa?ol de Miami es una aut¨¦ntica curiosidad. Los fines de semana suele estar concurrido, pues hay servicios religiosos y lo alquilan para bodas y fiestas; pero de lunes a viernes da gusto visitarlo y disfrutar de su paz. Una advertencia: el vest¨ªbulo donde se venden las entradas es tan deprimente que dan ganas de salir corriendo. Sobrep¨®ngase. Es una delicia pasear por los jardines, admirar los escudos de armas, la pila bautismal y el pozo de granito rojo del patio central, y detenerse ante una estatua de tama?o natural de Alfonso VII que nos mira como diciendo: "?Y qu¨¦ diablos hago yo en Am¨¦rica?".
Fantas¨ªas en coral
A las afueras de Miami, camino de Key West, est¨¢ Coral Castle, un lugar de culto para los amantes de los enigmas. Rodeado por gruesas murallas, este ins¨®lito parque re¨²ne un conjunto de esculturas monumentales talladas en roca de coral: desde un telescopio para localizar la estrella Polar hasta un reloj de sol, un trono y un port¨®n de nueve toneladas de peso que en sus buenos tiempos giraba alegremente impulsado por el viento. La historia del castillo es apasionante. En 1918 lleg¨® a Florida City un emigrante latvio llamado Edward Leedskalnin; compr¨® un terreno por 10 d¨®lares y se dio a la tarea de construir en ¨¦l r¨¦plicas en piedra de Saturno, Marte, Venus y la Luna, entre otras caprichosas creaciones. Nadie sabe c¨®mo hac¨ªa para cortar y desplazar las enormes rocas, pues Ed trabajaba de noche, solo, e interrump¨ªa su labor si sospechaba que alguien merodeaba cerca. Cuando le preguntaban c¨®mo se las arreglaba para mover semejantes moles, se limitaba a decir que conoc¨ªa secretos de la ¨¦poca en que los egipcios construyeron las pir¨¢mides.
En 1938, el ermita?o lleg¨® a la conclusi¨®n de que Florida City se hab¨ªa poblado demasiado y decidi¨® trasladar su universo a Homestead, una localidad a 16 kil¨®metros de distancia. De madrugada colocaba las esculturas en un remolque y por la ma?ana un vecino las arrastraba con un tractor hasta su nueva ubicaci¨®n.
En Homestead, Ed sigui¨® a?adiendo nuevas piezas a su peculiar jard¨ªn y cobraba una m¨®dica suma a quienes se interesaban por visitarlo. Seg¨²n ¨¦l, su trabajo de largos a?os era un homenaje a Dulces Diecis¨¦is, una chica de su pueblo natal que lo abandon¨® la noche antes de la boda. El silloncito de piedra destinado al hijo que pudieron haber tenido prueba que nunca logr¨® olvidarla.
Lo mejor de este Stonehenge en miniatura es que nadie le rega?ar¨¢ si durante la visita se le antoja acostarse a descansar en la cama matrimonial de Ed y Dulces Diecis¨¦is. ?C¨®mo se las arregl¨® un hombrecillo escu¨¢lido para mover y tallar las 1.100 toneladas de rocas que conforman esta maravilla de ingenier¨ªa y humor? Hasta el momento nadie tiene una respuesta convincente.
Erotismo en South Beach
Ning¨²n sitio m¨¢s apropiado para instalar el World Erotic Art Museum que la avenida Washington, entre Sobe Live y Mansion, dos populares nightclubs de South Beach. Inaugurada hace cuatro a?os, esta instituci¨®n exhibe desde pinturas, fotograf¨ªas y esculturas hasta biombos, abanicos y cajas de m¨²sica de diferentes culturas, latitudes y ¨¦pocas.
El encanto del museo radica en su esp¨ªritu gregario: todo vale si hay erotismo de por medio, parece ser la premisa de su directora y conservadora, Naomi Wilzig. Creaciones de Klimt, Picasso y Dal¨ª conviven con ejemplos del kitsch m¨¢s genuino, todo mezclado, atiborrando paredes y vitrinas, golpeando los sentidos, como si estuvi¨¦ramos en medio de un colorido carnaval de vulvas, falos, pechos y nalgas.
Entre las perlas de la colecci¨®n est¨¢n un atrevido juego de ajedrez con piezas que muestran d¨²os, tr¨ªos y cuartetos en provocadoras posturas sexuales; los dildos chinos de jade (alguien a mi lado lament¨® lo discreto de sus dimensiones); las divertidas litograf¨ªas de George Leonnec sobre las edades del amor; el afiche con Lennon y Yoko en pelotas para anunciar el lanzamiento del ¨¢lbum Two Virgins en 1968; el glamouroso pene de cer¨¢mica recubierto con cristales Swarovski, y la cama hecha por un artesano alem¨¢n, con madera de Paraguay, que tiene 138 posiciones del Kama Sutra talladas en sus grandes pilares-falos.
Quiz¨¢ al terminar el recorrido el visitante sienta su temperatura m¨¢s alta de lo habitual. Por suerte, la playa est¨¢ cerca y nada le impedir¨¢ darse un chapuz¨®n.
? Antonio Orlando Rodr¨ªguez fue ganador del Premio Alfaguara 2008 con su novela Chiquita.
Gu¨ªa
C¨®mo ir
? Iberia (902 400 500; www.iberia.com) vuela a Miami desde Madrid, ida y vuelta, a partir de 518 euros.
? American Airlines (www.americanairlines.es). Ida y vuelta desde Madrid, a partir de 535 euros.
Visitas
? Monasterio Espa?ol de Miami (www.spanishmonastery.com; 001 30 59 45 14 61). 16711 West Dixie Highway. North Miami Beach. El claustro reconstruido aqu¨ª proviene del monasterio de Santa Mar¨ªa la Real situado a dos kil¨®metros de Sacramenia (provincia de Segovia), donde permanece la iglesia y alg¨²n otro elemento del conjunto mon¨¢stico. Abre de lunes a s¨¢bado, de 9.00 a 17.00, y domingos, de 12.00 a 17.00. Precio de la entrada, 3,50 euros.
? Coral Castle (www.coralcastle.com; 001 30 52 48 63 45). 28655 South Dixie Highway. Miami. Abre de 8.00 a 18.00; viernes y s¨¢bados, hasta las 20.00. Entrada, 6,90 euros.
? World Erotic Art Museum (www.weam.com; 001 30 55 32 93 36). 1205 Washington Avenue. Miami Beach. Abre todos los d¨ªas, de 11.00 a 24.00. Precio de la entrada, 10,60 euros.
Informaci¨®n
? Turismo en la regi¨®n de Miami
? Turismo de Florida
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