Aprietos para modernizar las cajas
La ley gallega, nuevo ejemplo de los atropellos por la politizaci¨®n del sector
El presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ram¨®n Quint¨¢s, va a iniciar de forma inmediata el periodo de consultas para proceder a la sucesi¨®n en el cargo. El relevo se producir¨¢ en abril, y Quint¨¢s quiere acelerar el proceso durante febrero y marzo para llegar a la asamblea general con un nombre lo m¨¢s consensuado posible. Sin embargo, y muy a su pesar, el profesor gallego dejar¨¢ el cargo sin haber resuelto el reto de modificar la Ley Org¨¢nica de Regulaci¨®n de Cajas de Ahorros (LORCA), que data de 1985. O, lo que es lo mismo, de despolitizar el sector, obsesi¨®n que comparte con el Banco de Espa?a.
Las reticencias de las comunidades aut¨®nomas a perder el poder han empantanado, hasta la fecha, los movimientos de integraci¨®n de las cajas como a ¨¦stas les hubiera gustado. De ah¨ª que s¨®lo hayan avanzado algunas operaciones intrarregionales, como en Catalu?a. Pero se resiste a fusiones interregionales. No hay m¨¢s que ver, en ese sentido, los cambios programados en la ley por el Gobierno de Galicia para fusionar las dos cajas de la regi¨®n (Caixa Galicia y
Caixa Nova) y evitar que otra entidad de fuera (por ejemplo, Caja Madrid) se meta por medio.
Las modificaciones han recibido cr¨ªticas en el sector y de la autoridad, que lo consideran un atropello. Ahora que se pretende restar poder pol¨ªtico, precisamente va en sentido contrario. Llama la atenci¨®n que haya sido un Gobierno del PP el que haya dado ese paso cuando el grupo presidido por Mariano Rajoy se ha hartado de criticar la politizaci¨®n de las cajas. Pero est¨¢ claro que a Alberto N¨²?ez Feij¨®o no le importa ponerlo todo patas arriba.
Seg¨²n algunas fuentes, parte de las medidas de la ley gallega son inconstitucionales. En todo caso, lo que s¨ª ha levantado es una polvareda que para muchos deja peque?as las pretensiones de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid para controlar la caja de la regi¨®n. Entre otras cosas criticadas, la ley gallega impone un registro de altos cargos; ninguna instituci¨®n puede tener m¨¢s de un representante, con excepci¨®n de la Xunta; la Xunta nombra la cuarta parte de los representantes de entidades de inter¨¦s general; control de la obra social, ya que un alto porcentaje se decide por acuerdo entre la Xunta y las cajas, y lo m¨¢s llamativo es que se puede aprobar sin mayor¨ªa cualificada la fusi¨®n. El gobernador del Banco de Espa?a, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, tiene previsto visitar Galicia esta semana para comprobar in situ la situaci¨®n.
La sensatez indica que lo l¨®gico es que sea el regulador el que tenga la autoridad total sobre las cajas. Tanto sus responsables como los de Econom¨ªa parecen de acuerdo, pero nadie se ha atrevido a poner el cascabel al gato. En definitiva, representa un cambio de modelo que terminar¨ªa con el tradicional sistema de cajas. Cada vez resulta m¨¢s raro en el panorama europeo, donde las exigencias obligan a contar con entidades m¨¢s grandes y fuertes.
Adem¨¢s de las fusiones catalanas, hasta la fecha s¨®lo se ha llegado a la constituci¨®n de los Sistemas de Protecci¨®n Institucional (SIP), una especie de holding del que cuelgan las cajas que los integran, que se invent¨® ante las dificultades para realizar fusiones entre cajas de distintas regiones. Esta figura tiene, adem¨¢s de que las cajas son los accionistas, la virtud de que no desaparecen y que permite que la obra social se mantenga en cada una de ellas. Adem¨¢s, a la larga, puede permitir la entrada de participaci¨®n privada.
A Quint¨¢s le hubiera gustado irse con este tema m¨¢s avanzado. Ahora va a centrarse en sondear los pareceres de los miembros del consejo de la CECA y otros presidentes de cajas y del Banco de Espa?a para proponer al sucesor. Los estatutos estipulan que el presidente debe ocupar la presidencia o la direcci¨®n general de una de las cajas que la integran, en la actualidad, 45. En el caso de Quint¨¢s, fue una excepci¨®n, ya que lleg¨® al cargo desde la direcci¨®n general de la CECA y no de ninguna caja. Pero al pie de la letra no se vulner¨® la norma, ya que la CECA tiene estatuto de caja de ahorros.
El relevo supondr¨¢ volver al modelo tradicional. Es decir, el sustituto ser¨¢, casi con seguridad, el presidente de una caja. Aunque en teor¨ªa podr¨ªa serlo, se da por descartado que sea el director general de la CECA (Jos¨¦ Antonio Olavarrieta). Los nombres que han salido a la luz son los de Carlos Egea, presidente de Caja Murcia; Amado Franco, de Ibercaja, y Braulio Medel, de Unicaja, que ya presidi¨® la CECA en los noventa. Los tres han conducido sus entidades con seriedad y los tres tienen predicamento en el sector.
Rato toma el mando tras un periodo de intrigas
El jueves se producir¨¢ el relevo en Caja Madrid: Rodrigo Rato sustituye a Miguel Blesa. La llegada del ex vicepresidente del Gobierno supone el fin de un periodo de intrigas que oblig¨® a mediar a Mariano Rajoy ante el intento de Esperanza Aguirre de colocar a Ignacio Gonz¨¢lez. ?ste se tendr¨¢ que conformar con estar en la asamblea como Ana Botella y Francisco Granados. Rato contar¨¢ con viejos colaboradores como Norniella, Jos¨¦ Folgado, Elena Pisonero, Isabel Mari?o, Elvira Rodr¨ªguez o Pedro Antonio Mart¨ªn. En el reparto han entrado conocidos empresarios como Enrique Cerezo, Arturo Fern¨¢ndez o Santos Campano.
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