Dinero para mover la Universidad
Reaparece la idea de gravar las matr¨ªculas a los estudiantes repetidores - El nuevo modelo de financiaci¨®n aspira a mejorar las becas y la calidad
Matr¨ªculas universitarias m¨¢s caras, pero m¨¢s abundantes y generosas becas que lleguen a un alto porcentaje de los alumnos. ?sta es la base de la f¨®rmula que se propone recurrentemente para tirar de los campus p¨²blicos espa?oles hacia la mejora de la calidad. La idea estaba ya en el informe que hizo el Consejo de Universidades en 1995, y volv¨ªa a aparecer en otro que se hizo en 2007, especificando que ser¨ªan los estudiantes que suspendan quienes pagar¨ªan matr¨ªculas bastante m¨¢s caras.
Despu¨¦s de dos a?os arrumbado en un caj¨®n, ese informe, con la misma idea, se retoma, con otra propuesta que permanentemente se intenta y s¨®lo ocurre a medias: financiar las universidades en funci¨®n de objetivos de calidad que de una vez terminen con ineficiencias cl¨¢sicas: alumnos que repiten mucho, otros que abandonan y una oferta de titulaciones tan repetidas que en algunos campus se quedan sin demanda. Y todo ello aderezado con un mayor esfuerzo presupuestario (despu¨¦s de la crisis, se dice) tanto del Gobierno como de las comunidades -de ellas depende la mayor parte de la inversi¨®n en universidades-. Educaci¨®n present¨® la semana pasada un documento de "reflexiones" que, con todas esas ideas, se debatir¨¢ los pr¨®ximos dos meses con rectores, comunidades aut¨®nomas y agentes sociales para acordar el modelo definitivo.
Intereses internos lastran el gobierno de los campus, critica el informe
?Ser¨¢ esta vez posible? Hay muchos esc¨¦pticos, como el catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Pompeu Fabra Jos¨¦ Garc¨ªa-Montalvo, que hizo numerosos trabajos sobre el tema entre finales de los noventa y principios del nuevo siglo. "Creo que [el texto] es muy poco concreto", dice. Tambi¨¦n es esc¨¦ptico, sobre todo acerca de la idea de gravar mucho m¨¢s la matr¨ªcula del que suspenda, el profesor de Estad¨ªstica de la Universidad de Sevilla Jos¨¦ Luis Pino Mej¨ªas, uno de los redactores del informe de 1995. "La idea de subir las matr¨ªculas no ha tenido ¨¦xito porque la sociedad espa?ola no la comparte, entiende la Universidad como un servicio p¨²blico pleno", opina. Tampoco cree que vaya a fructiferar ahora, y recuerda que los repetidores ya pagan m¨¢s.
Pero la propuesta ahora es que sus tasas sean mucho m¨¢s caras, ya que se abonar¨ªa entre la mitad y el valor completo del coste real del estudio; los alumnos pagan entre un 10% y un 12% en la primera matr¨ªcula, seg¨²n distintas estimaciones). As¨ª, por ejemplo, la asignatura m¨¢s cara de la carrera de Derecho en la Aut¨®noma de Madrid vale ahora la primera vez 80 euros, la segunda, 95 y la tercera, 135. Aplic¨¢ndole los porcentajes propuestos en el nuevo informe, en 2015 costar¨ªa en torno a 330 euros la segunda matr¨ªcula y la tercera, 660.
Pero esto, aparte de ir acompa?ado de la subida de la cobertura y cuant¨ªa de las becas (la idea es llegar al 30% de los alumnos de grado en 2015; ahora son el 15%), tendr¨ªa que asociarse a una mayor calidad de la ense?anza, coinciden Garc¨ªa-Montalvo y Pino Mej¨ªas. Una alta tasa de suspensos no depende s¨®lo de los estudiantes, sino que a veces hay problemas estructurales, recuerda ¨¦ste ¨²ltimo. Garc¨ªa-Montalvo a?ade que sin unos controles de calidad, se estar¨ªa premiando econ¨®micamente a las facultades que m¨¢s suspendan. Muchas veces se ha se?alado, por ejemplo, que en las ingenier¨ªas (en las que los alumnos aprueban, de media, s¨®lo la mitad de las materias cada a?o), se ha mantenido muy alto el nivel de exigencia, en ocasiones, a costa de suspensos masivos casi como se?a de identidad.
?C¨®mo se arreglar¨ªa esta parte? Con la otra pata que propone el informe: una financiaci¨®n vinculada a objetivos de mejora. Esto ya se da en cierta medida, recuerda Pino, con los contratos- programa que se propusieron en aquel informe de 1995. Efectivamente, buena parte de las comunidades, sobre todo aquellas que tienen m¨¢s de una universidad p¨²blica, han ido incorporando desde entonces un modelo mixto entre la financiaci¨®n b¨¢sica (calculada sobre todo a partir del n¨²mero de estudiantes) y otra vinculada a objetivos, reflejaba el informe de 2007. En Andaluc¨ªa, por ejemplo, ¨¦sta ¨²ltima parte supone alrededor del 10%.
Ahora, se insiste en el nuevo informe en que el sistema debe "estar orientado a los resultados", de lo que se desprende que todav¨ªa no lo est¨¢ suficientemente. Pino dice que hay que tener cuidado con esa idea, porque puede comerse la autonom¨ªa universitaria y el informe viene a decir que es la ¨²nica manera de llevar a cabo los cambios necesarios.
Primero, se se?ala que la reordenaci¨®n de esa oferta de titulaciones tan mal repartida no se est¨¢ llevando a cabo, como se esperaba, aprovechando el cambio de las carreras para adaptarlas a Europa (plan Bolonia). Y, aunque se dice que la situaci¨®n no es la misma en todas las universidades, las explicaciones de los expertos autores que han ido elaborando el texto son demoledoras: "En el Gobierno de las universidades pesa mucho m¨¢s la satisfacci¨®n de intereses internos (mantenimiento del peso de los grupos de presi¨®n, departamentos, colectivos, etc¨¦tera) que la atenci¨®n a las necesidades de la sociedad", y en "el gobierno de las comunidades aut¨®nomas prevalece la conservaci¨®n de la paz social ante la presi¨®n de las universidades".
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