Crece el n¨²mero de reclusos, pero menos
La violencia de g¨¦nero y los delitos de tr¨¢fico se llevan buena parte del aumento
Las c¨¢rceles espa?olas cerraron el a?o pasado con 76.090 hu¨¦spedes. Con respecto al a?o anterior supone un incremento del 3,3%, el segundo menor de la d¨¦cada. Hay que remontarse a 2005 para encontrar una subida m¨¢s moderada, el 2,6%. Las celdas de los centros penitenciarios acog¨ªan a finales de diciembre a 60.278 reclusos con condena (un 7,6% m¨¢s en el a?o anterior) y 15.812 preventivos. Estos ¨²ltimos, los que esperan entre rejas un juicio o una sentencia, descendieron un 10,2%. Un alivio despu¨¦s de una d¨¦cada en la que el incremento del n¨²mero de preventivos oscil¨® entre el 3,2% (en 2005) y el 14,4% (en 2002). Seg¨²n fuentes gubernamentales, este importante descenso, "a falta de realizar un estudio riguroso de los nuevos ingresos" podr¨ªan indicar que la delincuencia disminuye, "porque el ingreso preventivo est¨¢ m¨¢s cerca del delito" que la condena.
Los preventivos bajaron un 10,2%, el primer descenso en los ¨²ltimos 10 a?os
Espa?a es el pa¨ªs de la UE con mayor tasa de reclusos por habitante
Lo que no ha cambiado en los ¨²ltimos a?os es el hit parade de las celdas. Los delitos que m¨¢s reos arrastran a los centros penitenciarios siguen siendo los relacionados con el tr¨¢fico de drogas, los robos y los hurtos. Otro de los aspectos m¨¢s destacables de 2009 ha sido la contenci¨®n en el n¨²mero de presos extranjeros. Frente a los vaticinios de que la crisis complicar¨ªa su situaci¨®n econ¨®mica, lo que se traducir¨ªa en un aumento de la delincuencia, la realidad arroja un resultado bien distinto: en 2007, el n¨²mero de extranjeros encarcelados aument¨® un 10,8%; en 2008, un 15,6% y en 2009, hasta octubre, un 4,7%. Unos incrementos consonantes con los del resto de poblaci¨®n privada de libertad y que podr¨ªa tener que ver con el incremento de las expulsiones de sin papeles reincidentes (ver p¨¢gina anterior).
Las subidas m¨¢s importantes de 2009 tuvieron que ver, fundamentalmente, con los delitos de m¨¢s reciente tipificaci¨®n o cuyo endurecimiento se ha abordado en los ¨²ltimos a?os: la violencia de g¨¦nero y la seguridad vial. El a?o acab¨® con 3.841 personas que dorm¨ªan entre rejas por maltrato. Eso es un 46,5% m¨¢s que en 2008 y supone 1.226 penados que se sumaron a los ya existentes. Pero si se hurga m¨¢s en la estad¨ªstica y se ampl¨ªa el an¨¢lisis a todos los presos que tienen alguna causa relacionada con la violencia dom¨¦stica (no s¨®lo como causa principal), el n¨²mero llega a 8.725, que son 1.935 m¨¢s que en 2008, y representan un incremento del 28%.
Con los delitos contra la seguridad del tr¨¢fico ocurri¨® algo parecido, aunque los incrementos han sido porcentualmente mayores. Al reformarse el C¨®digo Penal en materia de tr¨¢fico, en 2007, comportamientos que antes eran infracciones administrativas pasaron a estar castigados con penas de c¨¢rcel, y aunque es cierto que cerca del 80% de los condenados despachan su pena con trabajos en beneficio de la comunidad, las reincidencias al volante ya comienzan a canjearse por una temporada entre rejas. 2007 concluy¨® con 270 presos cuyo delito principal estaba relacionado con la seguridad del tr¨¢fico; en 2008 se dispar¨® un 117% (586) y el a?o pasado ya eran 942, un 60,7% m¨¢s.
La poblaci¨®n reclusa no ha parado de crecer en la ¨²ltima d¨¦cada, bien es cierto que de forma desigual: el aumento m¨ªnimo se registr¨® en 2005 (2,6%) y el m¨¢ximo, en 2008, con una subida del 9,6%. Desde la Secretar¨ªa General de Instituciones Penitenciarias se explica que los incrementos que se han venido produciendo son fruto de las sucesivas reformas legales. El C¨®digo Penal de 1995 elimin¨® la redenci¨®n de penas, con lo que la condena efectiva a cumplir se ampliaba. En 2003, se produjo la tipificaci¨®n de m¨¢s delitos y se dificult¨® el acceso al tercer grado. Y despu¨¦s lleg¨® el endurecimiento de las penas por maltrato y por delitos al volante. La saturaci¨®n de las c¨¢rceles es una constante en Espa?a, el pa¨ªs de la Uni¨®n Europea con una mayor tasa de reclusos (157) por cada 100.000 habitantes. El hacinamiento en los penales se transmite de generaci¨®n en generaci¨®n.
Las medidas que han impedido que el sistema se desbordara en los ¨²ltimos a?os ha sido, am¨¦n de la construcci¨®n de nuevas c¨¢rceles, la puesta en marcha de medidas alternativas al encierro, como las pulseras de control telem¨¢tico, los cursos de rehabilitaci¨®n, los trabajos en beneficio de la comunidad, y, especialmente, los centros de inserci¨®n social, establecimientos penitenciarios que albergan a reclusos en tercer grado, los que s¨®lo van a dormir a la c¨¢rcel. Esto ha permitido dejar libres celdas que han sido ocupadas por preventivos y otros penados. Actualmente hay seis c¨¢rceles en construcci¨®n (ver gr¨¢fico) y otras cinco proyectadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.