?D¨®nde est¨¢n los inmigrantes?
Fue una agradable sorpresa ver que el nuevo presentador del telediario de la noche fuera de origen marroqu¨ª; al fin y al cabo, hay casi tres cuartos de mill¨®n de ellos en Espa?a. Dice mucho del nuevo director general de Televisi¨®n Espa?ola que haya entendido que lo que es invisible no existe y que haya apostado decisivamente porque la parrilla de los telediarios refleje la diversidad de este pa¨ªs. Tambi¨¦n fue interesante pasear por Lavapi¨¦s y ver unas patrullas de polic¨ªa tan mixtas como el propio barrio: un polic¨ªa llevaba turbante e incluso hab¨ªa una mujer polic¨ªa que llevaba un pa?uelo cubri¨¦ndole la cabeza. En el barrio todo el mundo est¨¢ muy contento; por fin tienen la sensaci¨®n de que la polic¨ªa es parte de la comunidad que tiene que proteger.
Se habla mucho de crear una econom¨ªa sostenible, pero poco de c¨®mo crear una sociedad sostenible
Se acab¨® tambi¨¦n lo de pedir la documentaci¨®n en funci¨®n del color de la piel o el aspecto extranjero. El reci¨¦n nombrado fiscal general del Estado (de origen dominicano) ha sido tajante al respecto: al menos el bochorno que caus¨® su detenci¨®n cuando paseaba pac¨ªficamente por la Gran V¨ªa una noche de s¨¢bado ha servido para poner fin a una pr¨¢ctica tan inaceptable.
Lo que nos lleva al Tribunal Constitucional: la llegada de una jurista de origen saharaui al m¨¢ximo tribunal ha sido un paso sumamente importante y ha puesto fin a las absurdas discriminaciones en cuanto a la vestimenta que imperaban en el mundo judicial.
En el Congreso, la reciente sentencia sobre la "ley para la integraci¨®n de los inmigrantes en la vida p¨²blica" ha marcado un antes y despu¨¦s. Reflejo de la diversidad de este pa¨ªs, que cuenta ya con m¨¢s de cinco millones de extranjeros empadronados, aproximadamente unos 40 diputados nacieron fuera de Espa?a o son hijos de inmigrantes. El caucus andino, en concreto, que agrupa a los diputados ecuatorianos, peruanos y bolivianos de todos los partidos, ha sido muy activo.
Nuestra pol¨ªtica exterior tambi¨¦n se est¨¢ beneficiando enormemente de las nuevas pol¨ªticas de integraci¨®n. Gracias a la integraci¨®n en el cuerpo diplom¨¢tico de j¨®venes de origen subsahariano, nuestro Ministerio de Exteriores conoce a la perfecci¨®n la pol¨ªtica, lenguas, tradiciones y aspiraciones de una regi¨®n en la que ha abierto recientemente un gran n¨²mero de nuevas embajadas. A la vez, el nombramiento como secretario de Estado de Cooperaci¨®n Internacional de un espa?ol de origen ecuatoguineano ha sido un gran paso para desterrar todas las acusaciones de neocolonialismo moral que se hacen sobre la ayuda al desarrollo y la promoci¨®n de la democracia y los derechos humanos en el exterior. Igualmente, los cinco diputados marroqu¨ªes en el Congreso no s¨®lo est¨¢n siendo esenciales a la hora de desactivar el radicalismo isl¨¢mico en Espa?a sino a la hora de influir positivamente en la evoluci¨®n democr¨¢tica de Marruecos.
?Y qu¨¦ decir de ese chaval de origen b¨²lgaro que ha ganado la olimpiada de matem¨¢ticas en representaci¨®n de Espa?a? ?Y del empresario de origen cubano que ha revolucionado la telefon¨ªa m¨®vil al lograr que todas las llamadas de m¨®vil vayan por Internet, situando a su empresa en el Ibex 35? ?Y del chino que atiende en la oficina del Inem? Parece que la pol¨ªtica de becas y de lucha contra el fracaso escolar de los inmigrantes est¨¢ funcionando. Menos mal que en este pa¨ªs se entendi¨® a tiempo que la ¨²nica pregunta relevante sobre la inmigraci¨®n es si los hijos de los inmigrantes ir¨ªan a la Universidad.
Evidentemente, todo lo anterior es ficci¨®n, un presente que no s¨®lo no existe, sino que, al paso que vamos, camina exactamente en direcci¨®n contraria. As¨ª, se nos pretende hacer entrar en un supuesto debate que tiene un m¨¦todo original ("sin complejos"); que predefine la inmigraci¨®n (en lugar de la xenofobia) como problema; que antes de comenzar ya nos anuncia la conclusi¨®n ("aqu¨ª no cabemos todos") y, sobre todo, que esconde con todo descaro las verdaderas motivaciones (electorales) de los que lo patrocinan.
S¨®lo hace falta mirar a nuestro alrededor para adivinar el resultado: en Francia, en lugar de abrir un debate sobre la integraci¨®n y la discriminaci¨®n de los inmigrantes, han abierto uno sobre la identidad nacional; en Suiza se convocan referendos sobre los minaretes; en Irlanda la emprenden contra los inmigrantes rumanos; y en Italia, los m¨¢s exaltados queman los campamentos de los inmigrantes subsaharianos.
Hablamos mucho estos d¨ªas de c¨®mo crear una econom¨ªa sostenible, pero muy poco de c¨®mo crear una sociedad sostenible. Los inmigrantes son m¨¢s de cinco millones, pero son invisibles en la vida p¨²blica. Hay pa¨ªses en nuestro entorno que ya han pasado por lo mismo que nosotros (incrementos importantes de la inmigraci¨®n coincidentes con crisis econ¨®micas): ?de verdad vamos a repetir los mismos errores? ?Y si, en lugar de aislar, criminalizar y deportar tenemos visi¨®n de futuro y construimos una historia de ¨¦xito de la que estar orgullosos?
jitorreblanca@ecfr.eu
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