"La lucha de clases se ha trasladado al interior de cada trabajador"
"El trabajador ha sido transformado en una especie de empleador de s¨ª mismo. El sujeto emplea al cuerpo. La lucha de clases se ha trasladado al interior del individuo". La serie de suicidios ocurridos en Francia en los lugares de trabajo ser¨ªa una de las consecuencias de esta nueva organizaci¨®n del trabajo. ?sta es la tesis que sostiene el fil¨®sofo Sidi Mohamed Barkat (Tlemcen, Argelia, 1948), profesor e investigador del Departamento de Ergonom¨ªa y Ecolog¨ªa Humana de la Universidad de la Sorbona, que ayer pronunci¨® una conferencia en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona sobre El futuro del trabajo.
Barkat, que fue director del Colegio Internacional de Filosof¨ªa de Par¨ªs combina su condici¨®n de acad¨¦mico en la m¨¢s pura tradici¨®n de la excelencia francesa, con sus or¨ªgenes argelinos, lo que le ha permitido investigar en el campo de las identidades de los individuos y hurgar sin trabas en la memoria de la colonizaci¨®n o el terror como arma pol¨ªtica. Los franceses contra el terror de Estado. Argelia 1954-1962 y Les artifices du pouvoir colonial et la destruction de la vie (?ditions d'Amsterdam, 2005), son dos de sus obras m¨¢s importantes. Actualmente estudia los cambios sustanciales que se est¨¢n produciendo en la organizaci¨®n del trabajo y los conflictos que generan.
"El que se suicida nos convoca para ver lo que los dem¨¢s no vemos"
"El trabajo ha desbordado su esfera para invadir la de lo privado"
"La gente corre, no s¨®lo por el salario o por reconocimiento, corre por correr"
Pregunta. ?El fordismo, la organizaci¨®n del trabajo surgida del sistema de producci¨®n en cadena creado por Henry Ford, ya no rige nuestras sociedades?
Respuesta. Los sindicatos se bat¨ªan por reducir el n¨²mero de horas y aumentar los salarios y, en menor medida, controlaban las condiciones de trabajo, pero no tocaban lo que pasaba dentro del trabajo. Un sistema que ha permitido el desarrollo de la sociedad de consumo, el crecimiento econ¨®mico, pero que no ha tratado la cuesti¨®n de la existencia, de la respiraci¨®n.
P. ?D¨®nde respiraban?
R. Los trabajadores respiraban fuera del trabajo. Con el dinero se pod¨ªa acceder al mundo, se pod¨ªa entrar en una comunidad -la comunidad nacional-, un mundo -la civilizaci¨®n- y un espacio -el territorio del pa¨ªs-. Eran objetos de amor y conformaban la identidad.
P. Ahora ya no respiran...
R. La nueva organizaci¨®n del trabajo ha cambiado este relato y los suicidios son el grito desesperado de los trabajadores que sucumben. El Gobierno busc¨® una raz¨®n para los suicidios y los atribuy¨® a problemas personales. Para m¨ª son un grito de revuelta ante una situaci¨®n que nos desborda y de la que no podemos escapar; el suicidio abre una brecha para poder tomar el aire, es una cuchillada, como lo fue realmente en el caso de un trabajador de France T¨¦l¨¦com que en medio de una reuni¨®n se clav¨® un cuchillo en el abdomen. El que se suicida nos convoca para ver lo que los dem¨¢s no vemos. Nuestra civilizaci¨®n no es consciente de que est¨¢ produciendo muertos vivientes, zombis.
P. ?Se trata de una cuesti¨®n de productividad? ?Cu¨¢l es el factor determinante de este cambio?
R. La evaluaci¨®n individualizada de la productividad crea una divisi¨®n en el interior de la persona. El trabajador ha sido transformado en una especie de empleador de s¨ª mismo. En algunos sectores, ciertamente, se le ha concedido un grado considerable de autonom¨ªa, e incluso se puede decir que es m¨¢s libre. Pero lo que sucede es que una parte de s¨ª mismo -el sujeto- va a emplear a la otra parte -el cuerpo- y le va a pedir una serie de cosas. Si los objetivos que se impone son muy elevados, el sujeto puede pedirle al cuerpo tal vez lo imposible y es as¨ª como el cuerpo va a trabajar, no s¨®lo en la empresa, sino fuera de la empresa; por ejemplo, pidiendo al marido o a la esposa que le ayude; form¨¢ndose a su propio coste. El trabajo ha desbordado completamente su esfera para invadir la esfera de lo privado. Incluso a los trabajadores se les regala material como ordenadores, tel¨¦fonos, etc¨¦tera.
P. ?Para ayudarles a trabajar?
R. En realidad para ayudarles a transportar su trabajo fuera del espacio de su trabajo. Ah¨ª es donde empieza el conflicto entre el sujeto que ordena y el cuerpo que obedece. El cuerpo pensante, que es flexible y ligero, no puede serlo m¨¢s que manteniendo una cierta econom¨ªa vital; si se le empuja demasiado lejos, es como una m¨¢quina a la que se le pide m¨¢s de la cuenta y se rompe. En lugar de producir ligereza e invenci¨®n produce pesadez
P. ?De d¨®nde viene esta contradicci¨®n?
R. De las nuevas t¨¦cnicas de gesti¨®n empresarial. Se dijo que los trabajadores ya no ten¨ªan razones para sentirse enfrentados al capital; se dijo: hemos hecho del asalariado su propio patr¨®n, ya no hay lucha de clases. Pero el capital -ahora en forma de capital financiero- y el trabajo siguen estando ah¨ª y el conflicto se ha trasladado.
P. ?D¨®nde se ha trasladado el conflicto?
R. Hemos trasladado el antagonismo social al interior del individuo. El conflicto social estaba regulado por las negociaciones entre la patronal y los sindicatos, por las reglamentaciones etc¨¦tera y por lo que antes defin¨ªamos como la comunidad nacional, la identidad..., pero ahora el conflicto est¨¢ dentro del individuo, y este conflicto es el que lleva a explotar, el suicidio. Se puede hablar de acoso laboral, de jefes malvados, y es cierto, esto est¨¢ ah¨ª y hay que denunciarlo, pero no es eso lo que sucede dentro de este individuo que se suicida, no es el patr¨®n, es ¨¦l mismo. No hay manera de establecer una mediaci¨®n entre uno y uno mismo.
P. ?Cu¨¢l ser¨ªa el sistema?
R. La cuesti¨®n fundamental es c¨®mo se hace correr a la gente. Si usted s¨®lo quiere simplemente trabajar, no le dar¨¢n ese empleo. Por esto se busca s¨®lo a j¨®venes, a gente que cree en esa idea de que son ganadores y no perdedores y que est¨¢n dispuestos a comprometerse en el ¨¦xito, que est¨¢n por la acci¨®n; gente que quiere moverse... El movimiento es el elemento determinante. El segundo elemento es la polivalencia y la reestructuraci¨®n, lo que supone sustituir la existencia. Pero esta misma regla permite que la empresa diga regularmente que no hacen suficiente. La gente corre para atrapar, no s¨®lo el salario, no s¨®lo el reconocimiento, corre por el simple hecho de correr. Cuando se corre se crea un hilo y si uno se para, el hilo se rompe. Correr es trazar una l¨ªnea. Esta l¨ªnea no existe. S¨®lo existe cuando se corre.
Babelia
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