Carta a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero

Empieza 2010 y estrenamos presidencia y tratado. Tras las elecciones de 2009 el mapa pol¨ªtico e institucional europeo ha cambiado enormemente. Pero no siempre dichos cambios van en la direcci¨®n correcta, al menos para quienes creemos en Europa como reto, como oportunidad y como creadora de soluciones. El Tratado de Lisboa supone un paso adelante en la reforma institucional, pero un nuevo fracaso de la l¨®gica excesivamente intergubernamental que hace tan dif¨ªcil el progreso de Europa. Por ello, la presidencia espa?ola del Consejo de la UE deber¨ªa permitir avanzar en dos objetivos diferentes pero ¨ªntimamente relacionados: primero, establecer medidas que nos permitan salir de la crisis y reorientar el modelo econ¨®mico de la UE; segundo, reorientar la UE en un sentido m¨¢s social, ecol¨®gico y democr¨¢tico, aprovechando aquellos elementos de claro avance que incorpora el Tratado de Lisboa, aunque siendo conscientes de que debemos ir mucho m¨¢s all¨¢.

?Retos de Europa? Una Hacienda comunitaria, combatir el fraude fiscal, cambiar el modelo energ¨¦tico

Vamos por partes. En primer lugar, preocupa constatar que en el programa de la presidencia espa?ola, las intenciones sobre los planes de est¨ªmulo son inciertas, y las menciones sobre el gobierno econ¨®mico de la Uni¨®n, muy marginales. El principal objetivo de la presidencia rotatoria espa?ola debe ser definir c¨®mo, y con qu¨¦ instrumentos, debemos combatir la crisis en sus m¨²ltiples dimensiones, y especialmente afrontar la lucha contra el paro. Ello requiere ir a la ra¨ªz del problema, atacando las causas de la hasta ahora equivocada e ineficiente pol¨ªtica econ¨®mica europea.

Para ello, la primera tarea de la presidencia deber¨ªa ser liderar, y ganar, el debate sobre los planes de est¨ªmulo. Son muchas las voces que apuestan por una retirada prematura de dichos planes. Ello ser¨ªa un grave error. El margen de endeudamiento de los Estados todav¨ªa es elevado, especialmente en pa¨ªses como Espa?a, y por tanto los planes de est¨ªmulo son absolutamente viables, especialmente en un momento en que los s¨ªntomas de la recuperaci¨®n son d¨¦biles o inexistentes, y donde los niveles de paro siguen siendo muy elevados.

En segundo lugar, hace falta que la presidencia lidere el debate para repensar el modelo de gobierno econ¨®mico de la UE. Europa no puede continuar con una moneda ¨²nica y 27 pol¨ªticas fiscales coordinadas por un pacto de estabilidad que en tiempo de crisis se ha mostrado in¨²til. Es preciso avanzar hacia una Hacienda comunitaria, dotando a la UE de capacidad de gasto e intervenci¨®n. Esto es especialmente necesario para los pa¨ªses de la periferia de la zona euro, como Espa?a, los m¨¢s afectados por la crisis.

El tercer frente son las pol¨ªticas de combate contra la evasi¨®n fiscal y los para¨ªsos fiscales. En un momento en que las cuentas p¨²blicas soportan una presi¨®n alt¨ªsima debido a los planes de est¨ªmulo y a la protecci¨®n social, la UE debe priorizar la recuperaci¨®n de los fondos que hayan sido evadidos de Hacienda. Las medidas acordadas en el marco de la OCDE en materia de intercambio de informaci¨®n son insuficientes. Y la UE tiene una especial responsabilidad puesto que la mayor¨ªa de los para¨ªsos fiscales se encuentran en suelo europeo. En este campo, adem¨¢s, es preciso apostar por una verdadera fiscalidad verde basada en el simple pero fundamental principio del "quien contamina debe pagar". S¨®lo as¨ª se desincentivar¨¢ la inversi¨®n en pol¨ªticas contaminantes y se potenciar¨¢n las limpias.

Por ¨²ltimo, el presidente Zapatero habla siempre de la necesidad de reducir la dependencia energ¨¦tica, lo que efectivamente es importante, pero mucho m¨¢s lo es apostar por el ahorro energ¨¦tico, y ah¨ª el programa de la presidencia enmudece.

La Uni¨®n Europea fracas¨® estrepitosamente en Copenhague, en la Cumbre del Clima, entre otras cosas por no hacer caso de los cient¨ªficos que reclaman que los compromisos de reducci¨®n de emisiones no sean del 20%, sino, como m¨ªnimo, del 30% en 2020. Adem¨¢s, aunque la presidencia apuesta por potenciar el coche el¨¦ctrico, lo que est¨¢ bien, se olvida sin embargo de que lo que de verdad nos falta en Europa es una red de transporte ferroviario eficaz y eficiente. Ello es fundamental para reconducir el crecimiento y los modos de producci¨®n y transporte.

La econom¨ªa espa?ola y la del conjunto de la UE necesitan no s¨®lo un relanzamiento, sino una reorientaci¨®n profunda. La recuperaci¨®n debe basarse en sectores respetuosos con el medio ambiente, que reduzcan nuestra dependencia de las energ¨ªas sucias y no renovables y permitan adelantar hacia una econom¨ªa descarbonizada, y fomentando sectores de alto valor a?adido y con ocupaci¨®n de calidad.

Para ello es preciso revisar la fat¨ªdica Estrategia de Lisboa, que se ha acabado convirtiendo en un instrumento para continuar liberalizando el mercado de trabajo, y apostar por un Gran Pacto Social Europeo que incluya, por supuesto, a los sectores sociales y ecologistas europeos, al estilo de la Grenelle de l'Environment, en Francia.

Los partidos verdes europeos estamos listos y dispuestos, como se ha puesto de manifiesto en el encuentro que estos d¨ªas hemos tenido en Madrid. Pero, ?lo est¨¢ usted, se?or presidente?

Daniel Cohn-Bendit es eurodiputado y copresidente de los Verdes en el Parlamento Europeo. Firma tambi¨¦n este texto Ra¨¹l Romeva, eurodiputado de ICV y vicepresidente de Verdes / ALE en el Parlamento Europeo.