Henin ha vuelto

Consiguieron dejar de ser semiesclavas hace un a?o. Acabaron con la obligaci¨®n de ceder parte de sus ganancias al gobierno chino. Terminaron con que ¨¦ste decidiera qu¨¦ torneos jugaban y qui¨¦nes las entrenaban. Cortaron con el deber de pedir permiso para los viajes y dejaron de pagar la factura de haberse criado en un sistema deportivo estatal y dictatorial. Los resultados han sido casi inmediatos. Na Li perdi¨® ayer 6-7 y 6-7 en la semifinal del Abierto de Australia contra Serena Williams, la n¨²mero uno. Jie Zheng sucumbi¨® 6-1 y 6-0 ante Justine Henin, que jugar¨¢ la final del primer grande que disputa tras dos a?os retirada. Las chinas jugaron rodeadas de banderas rojas, de carteles en chino con subt¨ªtulos (Invencible Li Na, pon¨ªa debajo) y protagonizando un aviso. "Los hombres chinos, nuestros tenistas, est¨¢n todav¨ªa dormidos", dijo Li, la n¨²mero diez. "No se han despertado. Un d¨ªa lo har¨¢n, y entonces...".

Una pizarra llena de firmas y dedicatorias recibe a los tenistas en Melbourne Park. "Es genial estar de vuelta", dice una de las pintadas. Son las palabras de Justine Henin, ya de regreso a una gran final. "Pero Justine ha tenido problemas", dice tras la semifinal Marc Grosjean, su preparador f¨ªsico, sobre la tenista de 27 a?os. "Le sostiene su mentalidad".

La final de ma?ana mide el grado de descomposici¨®n del circuito femenino. Juega Henin, retirada hasta hace un mes. Le espera Serena, la mejor del mundo. Si gana, la belga unir¨¢ su nombre al de su compatriota Clijsters, campeona en el Abierto de Estados Unidos tras ser madre, y dejar¨¢ una cosa clara: nadie manda en el tenis femenino. Entre las dos finalistas suman 18 torneos grandes y una serie de 13 partidos tan cosidos a sus vidas como para ser origen de una diferencia fundamental. "?Una fecha para mi retirada?", dice con desprecio Serena. "Cuando alguien me de un tiro por la espalda". ?sta es la lista de sus desencuentros.

Septiembre de 2007. Nueva York ve la ¨²ltima gran obra de Henin, quien, camino del t¨ªtulo, vence 7-6(3) y 6-1 a Serena en cuartos, igual que ya hab¨ªa hecho en Roland Garros y Wimbledon. "Es mi mejor recuerdo en un partido contra ella. Jugu¨¦ el mejor tenis de mi carrera", admite la belga, ex n¨²mero uno y oro ol¨ªmpico.

Marzo de 2008. Henin es arrollada en Miami: 6-2 y 6-0. A las pocas semanas anuncia su retirada. "Ese partido me ense?¨® que sent¨ªa que ya no estaba en el sitio correcto", explica ahora. "Que no ten¨ªa la motivaci¨®n del pasado. Fue la prueba de que estaba cansada del tenis", cierra.

Enero de 2010. Es la final del Abierto de Australia. De nuevo, Henin contra Serena. "Estoy impaciente. Hay que jugar a fondo, a lo grande", dice la belga. "Las rivalidades as¨ª son maravillosas. Nos empujamos. Nos obligamos a buscar cosas dentro. No tengo nada que perder. Es un sue?o jugar contra Serena, porque es el mejor reto: si quiero ganar tengo que vencer a la mejor del mundo. S¨¦ que ser¨¢ dif¨ªcil, pero el reto es magn¨ªfico. El desaf¨ªo m¨¢s bello".