Beturia, aspiraciones naturales
El Bajo Guadiana se prepara para ser catalogado como espacio protegido
"Que la gente venga y descubra las maravillas de este lugar". Los vecinos de la comarca onubense de Beturia parecen ilusionados con la idea de que su tierra se convierta en Espacio Natural Protegido. Ubicada entre el suroeste de Portugal, la costa atl¨¢ntica y el And¨¦valo minero, las dehesas, encinares, jaras y riberas del Bajo Guadiana constituyen una riqueza ecol¨®gica que llev¨® a la Uni¨®n Europea a declararla zona de inter¨¦s comunitario hace diez a?os. Ahora se pretende dar un paso m¨¢s, impulsado por los ayuntamientos y la Administraci¨®n auton¨®mica. El 12 de febrero la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, presentar¨¢ el proyecto final para el parque natural. Hace siete a?os que no se registra uno en Andaluc¨ªa.
La consejera de Medio Ambiente presentar¨¢ el proyecto en febrero
El futuro parque de la comarca onubense tendr¨¢ 50.000 hect¨¢reas
Desde ese momento, se fomentar¨¢ un debate que recoja los intereses de los agentes implicados. Algo que, en este caso, no parece dif¨ªcil. "Sabemos que se puede conjugar el desarrollo socio econ¨®mico con un marchamo de calidad, como ser parque natural, que no va en contra de avances sostenibles como la proliferaci¨®n de huertos solares, plantas e¨®licas o zonas de regad¨ªo", explicaba el viernes Manuel Dom¨ªnguez, alcalde de San Bartolom¨¦ y presidente de la Mancomunidad de Beturia. La comarca incluye los municipios de El Almendro, El Granado, Sanl¨²car de Guadiana, San Silvestre de Guzm¨¢n, Villablanca, Villanueva de los Castillejos, San Bartolom¨¦ y Cartaya.
"Ya estamos llevando a cabo una labor pedag¨®gica, explicando que el proyecto conjuga los valores naturales con el desarrollo, el turismo y con sus propias tradiciones", a?ade Dom¨ªnguez. Su ilusi¨®n contrasta con las palabras de otros representantes municipales en provincias como C¨¢diz, cuando el a?o pasado denunciaban el aumento de medidas protectoras del Parque Natural de los Alcornocales por impedir, en su opini¨®n, el progreso de la zona. "Llevamos 20 a?os primando el aspecto medioambiental, el biol¨®gico y el arb¨®reo. Ha llegado la hora de darle importancia al hombre que vive aqu¨ª", sostuvo entonces el alcalde de Alcal¨¢ de los Gazules, Arsenio Cordero (PSOE).
En Huelva, las cosas son diferentes. Un paseo por Beturia, por estrechas carreteras que surgen entre encinas, muestra una opini¨®n vecinal favorable. "Que protejan nuestros campos y no construyan de m¨¢s", afirma Mar¨ªa Mart¨ªn, de 50 a?os y vecina de San Bartolom¨¦. "La naturaleza por encina de cualquier cosa", a?ade Laura P¨¦rez, de 23 a?os y veraneante en la zona. Luis Lim¨®n, de 48, y natural del Granado, un pueblo de casas blancas que parece una postal, se?ala que "los beneficios ser¨¢n indudables entre subvenciones, turismo y proyecci¨®n...". Alguno va m¨¢s lejos y critica el exceso de "ladrillo" en otras zonas de Andaluc¨ªa.
"Las casas, para Marbella, aqu¨ª encinas y ese sol", dice Luciano P¨¦rez, de 51 a?os, se?alando a las monta?as iluminadas de Villanueva de los Castillejos. Y as¨ª hasta Sanl¨²car, localidad estrella por la belleza de su paisaje y su proximidad con Portugal, al que se accede mediante una peque?a embarcaci¨®n, previo pago de un euro, que cruza el r¨ªo Guadiana. Las cr¨ªticas llegan por parte de los cazadores que temen que se les prohiba su actividad.
El futuro parque natural en febrero tendr¨¢ m¨¢s de 50.000 hect¨¢reas de terreno e incluir¨¢, adem¨¢s de los municipios mencionados, Puebla de Guzm¨¢n, Paymogo y algunas zonas de Lepe y Ayamonte, cuyo parador ya es de por s¨ª un reclamo tur¨ªstico.
Los ecologistas tambi¨¦n est¨¢n satisfechos. "Es nuestra vieja aspiraci¨®n", resume Juan Romero, portavoz de Ecologistas en Acci¨®n en Huelva. La lista de especies protegidas es interminable: ¨¢guila real y avutardas, buitre negro, cig¨¹e?a negra, b¨²ho real... "La enumeraci¨®n de los tesoros del Guadiana ser¨ªa interminable", asegura Romero, entre ellos el castillo de Sanl¨²car, que hace las veces de mirador. A un lado, el Guadiana refleja dos pa¨ªses diferentes. Al otro, se extienden kil¨®metros de campo salpicado de pueblos blancos.
El valor tur¨ªstico de este rinc¨®n se promocionar¨¢ con la transformaci¨®n en parque natural. Para cruzar al otro lado, se levanta la mano, como si se tratara de un taxi marinero, y una peque?a embarcaci¨®n acude. "Viv¨ªamos de frente a Portugal y de espaldas a Europa, ya es hora de que tambi¨¦n se mire para este lugar", sintetiza el presidente de la Mancomunidad de Beturia.
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