Yemen intensifica la guerra contra los chi¨ªes en el norte

Las autoridades de Yemen condicionaron ayer su respuesta al alto el fuego que los rebeldes Huthi ofrecieron el d¨ªa anterior a que tambi¨¦n cesen los ataques contra Arabia Saud¨ª. De momento, los combates se recrudecen. El Ej¨¦rcito yemen¨ª asegur¨® haber matado a una veintena de insurgentes en las provincias de Saada y Malahidh, al norte del pa¨ªs. La falta de acceso impide verificar esas cifras de forma independiente, pero los 250.000 desplazados que ha provocado el conflicto dan idea de su gravedad.

"El Gobierno est¨¢ listo para poner fin a las operaciones militares en Saada si los Huthi aceptan aplicar los seis puntos anunciados con anterioridad, entre ellos el compromiso de no atacar el territorio saud¨ª y la liberaci¨®n inmediata de los prisioneros tanto yemen¨ªes como saud¨ªes", se?al¨® ayer el Consejo de Defensa Nacional en un comunicado difundido por la agencia Saba, la agencia oficial de noticias yemen¨ª.

La v¨ªspera, el l¨ªder de los rebeldes, Abdel Malek al Huthi, declar¨® en un v¨ªdeo colgado en Internet que "aceptaba los cinco puntos del Gobierno para poner fin al conflicto, una vez que cesara la agresi¨®n". Los Huthi, una tribu de confesi¨®n chi¨ª zayd¨ª que acusa al poder central de discriminarles religiosa, social y econ¨®micamente, mantienen desde 2004 un pulso con las autoridades que se recrudeci¨® en agosto. San¨¢ desmiente las acusaciones y asegura que Ir¨¢n est¨¢ detr¨¢s de la rebeli¨®n, aunque no ofrece pruebas.

"Es un conflicto dif¨ªcil de entender. A la falta de observadores independientes sobre el terreno, hay que a?adir una serie de intereses cruzados que mueven mucho dinero", explica una fuente humanitaria en referencia al tr¨¢fico de armas y seres humanos y al contrabando.

El Gobierno ha dejado claro que el Ej¨¦rcito s¨®lo cesar¨¢ su ofensiva si deponen las armas, eliminan los puestos de control que han establecido y se retiran de los edificios oficiales, liberan a los detenidos, devuelven el material militar y civil del que se han apropiado, y se abstienen de participar en la pol¨ªtica local. ?sos son los cinco puntos a los que se refer¨ªa Al Huthi. Pero desde que en noviembre el conflicto se extendiera a la vecina Arabia Saud¨ª a ra¨ªz de que los rebeldes mataran a un guardafronteras de ese pa¨ªs, San¨¢ les pide tambi¨¦n que respeten la soberan¨ªa saud¨ª [el sexto punto al que se refiere el Consejo de Defensa Nacional].

"Es una exigencia clave en la que no podemos hacer concesiones", dijo Tarek Ahmed al Shami, un portavoz del partido gobernante, a la agencia Reuters. Arabia Saud¨ª es un importante aliado del Gobierno de Ali Abdal¨¢ Saleh y el pa¨ªs que mayor ayuda econ¨®mica le proporciona. Hace una semana, los Huthi ofrecieron un alto el fuego a los saud¨ªes y dijeron que se hab¨ªan retirado de su territorio. Riad respondi¨® declarando que hab¨ªa logrado derrotarles.

Por otra parte, el jefe de la lucha antiterrorista del Departamento de Estado norteamericano, Daniel Benjamin, se entrevist¨® con el presidente Saleh y otras autoridades de Yemen. EE UU, preocupado por los avances de Al Qaeda, trata de convencerles de que no releguen esa amenaza.