"Aqu¨ª no pasan negros. Queremos mantener un rollito espa?ol"
Discotecas de Torrej¨®n, incluidas la del vicealcalde y la del concejal de Medio Ambiente, niegan la entrada a inmigrantes
"Hay sitios donde siempre hay una excusa para los negros", lamenta Andy. Este nigeriano, vecino de Torrej¨®n de Ardoz desde hace nueve a?os, casado con una espa?ola y con un hijo, asegura que en algunos bares del municipio no se permite la entrada de inmigrantes por sistema. EL PA?S fue este fin de semana con ¨¦l y con otros extranjeros a comprobar si existe esta prohibici¨®n en Torrej¨®n, donde 26.000 de los 116.000 habitantes son extranjeros, un 22%. La siguiente escena es una muestra del trato que reciben.
Viernes 29 de enero. Dos de la madrugada. Puerta de la discoteca Bianco. Andy, de 34 a?os, se acerca a los porteros de este establecimiento situado en una zona repleta de locales en la avenida de la Constituci¨®n. Detr¨¢s de ¨¦l camina un chico blanco, periodista.
Varias asociaciones denuncian diferencias de trato a los extranjeros
"Mira. Soy el ¨²nico negro que hay en el garito", comenta Andy con sorna
Aseguran que el Ayuntamiento multa reiteradamente a sus negocios
-Buenas noches -saluda Andy a los porteros.
-Lo siento, no puedes pasar -responde uno de ellos.
-?Por?
-Para pasar hoy hace falta invitaci¨®n.
-?Y d¨®nde se consigue?
-Ya no se puede conseguir.
El periodista, que guarda el siguiente puesto en la fila, solicita tambi¨¦n la entrada.
-Ya lo has o¨ªdo, hoy se necesita un pase especial -se disculpan los porteros. Andy a¨²n est¨¢ presente.
-Vale, al menos dejadme avisar a unos amigos que tengo dentro -responde el periodista.
-Pasa.
Cuando el redactor accede al local, otros clientes confirman que ellos no entraron con invitaci¨®n. Uno de los porteros que estaba en la puerta toca su hombro.
-Macho, ?pero t¨² vienes con el chico negro que est¨¢ fuera o no?
-No, para nada.
-?Ah, vale!, es que no sab¨ªa si ven¨ªais juntos. Ver¨¢s, no hay ning¨²n pase especial. Es que ¨¦l no puede entrar porque es negro. T¨² te puedes quedar perfectamente.
-?Y ¨¦l no porque es negro?
-S¨ª, ya sabes. Aqu¨ª queremos un rollito espa?ol. No dejamos pasar a negros.
Andy ya sab¨ªa lo que iba a pasar "por experiencia". ?l mismo eligi¨® esta discoteca de entre las varias que aseguraba que le impedir¨ªan el paso. Colectivos de inmigrantes como la asociaci¨®n dominicana Juan Pablo Duarte han denunciado reiteradamente que sufren diferencias de trato por parte de la Administraci¨®n local y empresas privadas por el simple hecho de ser extranjeros. Entre sus quejas destacan el acoso que reciben en forma de multas y visitas policiales a sus negocios, la imposibilidad de abrir establecimientos como locutorios o bazares debido a una ordenanza municipal que IU tacha de "xen¨®foba", o la dificultad para entrar en determinados locales s¨®lo por el color de su piel.En este ¨²ltimo caso, la peculiar prohibici¨®n tambi¨¦n se da en locales vinculados con miembros del Gobierno local, el vicealcalde de Torrej¨®n, Jos¨¦ Luis Navarro, y el concejal de V¨ªas, Obras y Medio Ambiente, Valeriano D¨ªaz, ambos del PP.
Seg¨²n el Registro Mercantil, Navarro, que tambi¨¦n es concejal de Urbanismo, figura como ex administrador ¨²nico del local Remember en la calle del Caucho de Torrej¨®n. Actualmente, su hermano administra la sociedad. Algo parecido sucede con D¨ªaz, aunque en este caso es su mujer la que administra la empresa. Su bar, el Nar¨¢, en plena avenida de la Constituci¨®n, es uno de los negocios nocturnos con m¨¢s proyecci¨®n en el municipio.
Gilbert y Wilson son dos vecinos dominicanos. Esta noche se han vestido pintones. Los dos muchachos se presentan en la puerta del bar Nar¨¢ para salir de marcha. Los porteros les impiden el paso. "Se celebra una fiesta privada del Ayuntamiento", comenta uno de los empleados de seguridad cortando su paso con la mano. A pesar de su insistencia, los dos chicos tienen que irse. Tan s¨®lo 10 minutos m¨¢s tarde, dos espa?oles sin invitaci¨®n para la supuesta celebraci¨®n del Consistorio se acercan a la puerta. Ni hab¨ªa fiesta ni hab¨ªa que pagar. Los mismos porteros les abrieron las puertas. En el interior del local no se ve ni a una sola persona negra.
En una ¨²ltima intentona, un espa?ol acompa?a a Andy hasta el mismo bar, el Nar¨¢. El objetivo es saber si ir acompa?ado de un blanco es suficiente salvoconducto para entrar. Al menos en esta ocasi¨®n, sucede as¨ª. "Mira. Soy el ¨²nico negro del garito", comenta con sorna el inmigrante.
La siguiente parada es la discoteca Remember, un poco m¨¢s alejada del centro urbano, propiedad del hermano del vicealcalde. Andy trata de acceder sin ¨¦xito. La raz¨®n en esta ocasi¨®n es el calzado deportivo. "?Pero si este chico que est¨¢ entrando tambi¨¦n lleva zapatillas!", protesta Andy se?alando a un espa?ol que pasa al interior del local. "?Ah!, pero es que... es por la gorra", responde otro cancerbero.
No todos los locales de Torrej¨®n proh¨ªben el acceso a los inmigrantes, pero Andy asegura que la situaci¨®n se repite con frecuencia, no s¨®lo en los locales vinculados con miembros del Ayuntamiento. "Una vez fui a un local con mi mujer espa?ola y otra pareja, los tres blancos. ?Dejaron pasar a todos menos a m¨ª!".
Para terminar, Andy prueba suerte en otra discoteca elegida al azar, P¨ªcaro. "Ya ver¨¢s como en ¨¦sta tampoco", apuesta Andy.
-Buenas noches.
-Lo siento. El local es s¨®lo para rumanos. No pueden entrar ni los espa?oles.
-?Para rumanos? Pero, si est¨¢n saliendo tambi¨¦n espa?oles.
-Ser¨¢n las parejas. Yo te aseguro que aqu¨ª no dejo pasar ni a uno que no sea rumano o acompa?ante de rumano.
Media hora m¨¢s tarde, un periodista espa?ol, sin acompa?antes rumanos, se acerca a la puerta del P¨ªcaro.
-Buenas noches.
-Adelante.
Como Andy, los dominicanos Gilbert y Wilson est¨¢n m¨¢s que acostumbrados a que no les dejen pasar en muchos locales de Torrej¨®n. Pero eso no impide que cuestionen el porqu¨¦ de la negativa. Esa noche, ambos se marchan al vecino municipio de Alcal¨¢ de Henares para seguir con la fiesta. "A m¨ª me hubiera gustado entrar en el Nar¨¢; seguro que por dentro est¨¢ genial", comenta Gilbert antes de despedirse.
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