Rara noche de danzas ecl¨¦cticas

La Compa?¨ªa Nacional de Danza 2, un destacado logro de la gesti¨®n de Nacho Duato al frente de la CND, abre la celebraci¨®n de los 20 a?os de la llegada del creador valenciano al ente p¨²blico dentro del ciclo Cartograf¨ªas de la Danza, iniciativa del Teatro de Madrid, con un programa ecl¨¦ctico, incluso incoherente, que incluye dos reposiciones suyas en las ant¨ªpodas est¨¦ticas y temporales de su cat¨¢logo, y un estreno del core¨®grafo franc¨¦s Amaury Lebrun, viejo colaborador de la compa?¨ªa.

Ewes, su nueva propuesta, trae tema ecol¨®gico y m¨¢s que del agua, intenta hablar de la alarmante posibilidad de su ausencia. Pero le cuesta expresar la idea en t¨¦rminos de danza y la obra irremediablemente se le divide en dos bloques malamente mezclados: el que quiere expresar el tema elegido, que recurre a un f¨¢cil, obvio y directo tono teatral, y otro de danza pura y gesto coreogr¨¢fico. El primero hace agua, nunca mejor dicho, pero el segundo revela capacidades para manejar el grupo con tino y precisi¨®n, demostrando fortalezas en los dos grandes momentos colectivos: el inicio, con su tono inquietante otorgado por bailarines de negro que reptan por el escenario, y el final, y m¨¢s conseguido, de car¨¢cter l¨²dico-festivo pero quiz¨¢ demasiado desvinculado de la propuesta. No obstante, el equipo es su mejor aliado. Los j¨®venes bailarines se defienden bien y responden entregados a las exigencias. Saben ser sexys cuando corresponde y severos cuando les toca.

La habilidad de Nacho Duato alcanza cimas en 'L'Amoroso'

Synaphai es vieja obra de Duato estrenada por el Nederlans Dans Theater, de Holanda, en 1986, pero es heraldo de obras por venir, recientes piezas oscuras y emocionalmente retorcidas, donde se inscriben trabajos como Herrumbre (2004) o Hevel (2007). En el sentido contrario, L'Amoroso (2004), es pieza de a?oranza, parece querer mirar hacia atr¨¢s, hacia sus viejas coreograf¨ªas de goce, esas de pura composici¨®n y musicalidad, como lo fueron Jard¨ª Tancat (1992) o Por vos muero (1996). Ejecutada con rigor, precisi¨®n y madurez por la joven compa?¨ªa, Synaphai supone un hallazgo, el de un antiguo Nacho Duato que siempre se crey¨® luminoso y alegre, pero que tambi¨¦n sab¨ªa hacer una pieza densa, turbulenta y crispada como ¨¦sta, en la que un grupo de bailarines en el limbo permanece oprimido y atrapado tras un muro. La m¨²sica atonal y enigm¨¢tica de Iannis Xenakis le regala la atm¨®sfera t¨¦trica y Vangelis la de esperanza, que cierra con un dueto de alto vuelo, certeramente interpretado.

Por el contrario, L'Amoroso, la primera pieza que Duato hizo en exclusiva para la compa?¨ªa junior, encaja perfecta en la juventud del equipo. Juego de galanteo entre tres parejas, la obra no es m¨¢s que composici¨®n en estado puro. La habilidad del core¨®grafo para crear pasos a dos siempre r¨¢pidos, virtuosos y graciosos alcanza cimas en esta creaci¨®n, y los j¨®venes de turno, la aprovechan para el lucimiento de sus innegables cualidades.