Chantajes VIP, SL
La posesi¨®n de fotos comprometedoras es una gran industria italiana. La fiscal¨ªa investiga un nuevo esc¨¢ndalo con 20 v¨ªctimas, entre ellas, ministros, millonarios y famosos
Si es verdad que "uno de los primeros efectos de la belleza femenina sobre un hombre es el de quitarle la avaricia", seg¨²n el escritor Italo Svevo, ?qu¨¦ se puede decir del efecto de unas fotos comprometedoras? Italia lo sabe bien. El uso del chantaje con los VIP cal¨® hace a?os y la industria no deja de prosperar y de deparar sorpresas.
El fiscal de Mil¨¢n Frank di Maio, acusador en el proceso Valletopolis I, cerrado con la condena en primer grado del paparazzo Fabrizio Corona a tres a?os y ocho meses por extorsionar, entre otros, a Lapo Elkann, el nieto bala de Gianni Agnelli, y al futbolista Adriano, investiga un nuevo esc¨¢ndalo, conocido como Valletopolis II. Poderosos y famosos tiemblan y preparan la cartera. Pero el sistema ahora es m¨¢s sofisticado. Ya no se trata de vender m¨¢s, sino de controlar mejor.
Entre los cazados est¨¢n el vicepresidente del Milan, la mujer de Briatore y el supuesto amor de Joan Laporta, Simona Ventura
Empecemos por el principio. Valletopolis I estall¨® en 2006 y se llam¨® as¨ª porque Salvo Sottile, portavoz del Ministerio de Exteriores del anterior Gobierno italiano, fue acusado de acarrear a soubrettes, vedettes o velinas en su coche oficial hasta su despacho en la Farnesina, donde se entregaba, seg¨²n admiti¨® en su d¨ªa, "a mimos e intercambios de afecto, pero no a relaciones completas".
Sottile fue condenado s¨®lo a ocho meses por malversaci¨®n. Pero el rencor empez¨® a volar. Ante el juez o la prensa, las chicas confesaron consumir coca¨ªna. Aunque s¨®lo una reconoci¨® haber cobrado. Fue Fernanda Lessa, que declar¨®: "Yo el dinero lo gano trabajando, no como ¨¦stas que se prostituyen y luego se hacen las espl¨¦ndidas".
La cosa se complic¨® cuando el paparazzo y empresario catan¨¦s Fabrizio Corona, novio de una de ellas, la bella ex inmigrante clandestina Bel¨¦n Rodr¨ªguez, fue imputado por extorsi¨®n, cesi¨®n de coca¨ªna y explotaci¨®n de la prostituci¨®n. Su amigo y pigmali¨®n, Lele Mora, result¨® acusado tambi¨¦n, aunque fue absuelto en 2008.
Pol¨ªticamente, el caso fue un engorro menor, aunque mostr¨® que la cultura de la velina hab¨ªa invadido las ¨²ltimas estancias del poder, y por m¨¢s que Lele Mora sea un personaje complejo: los que hayan visto Videocracy le recordar¨¢n mostrando orgulloso el m¨®vil con im¨¢genes de Mussolini, esv¨¢sticas y el tono de Faccetta nera.
Nacido como Dario Mora, Lele fue peluquero y manager de Loredana Bert¨¨ antes de convertirse en el agente televisivo m¨¢s influyente del pa¨ªs, el cazatalentos que nutre a Gran Hermano, Amici, La Talpa, adem¨¢s del Lele Mora House, un club del Lago de Garda que acab¨® misteriosamente devorado por las llamas.
Condenado dos veces por evasi¨®n fiscal (declar¨® vivir en una casa alquilada de 220.000 euros con un sueldo de 10.000), Mora odia hoy al paparazzo Corona. Y la ruptura ha empezado a degenerar en una guerra abierta. Mora acaba de declarar a un peri¨®dico lo siguiente: "En 30 a?os he retirado de la circulaci¨®n al menos cinco o seis reportajes al mes. El sistema es viejo como el mundo. Se quitan de la circulaci¨®n fotos que no vale la pena publicar porque arruinan la reputaci¨®n o la vida familiar, y a cambio se pide alg¨²n favor a los VIP. ?No es un chantaje eso?".
Gracias a Bicio (bicho), uno de los dos fot¨®grafos investigados en Valletopolis II, el fiscal Di Maio ha sabido que Mora ha sufrido el inocuo sistema en sus propias carnes. Pero pagando. "Corona le chantaje¨® una vez que fue a su fiesta de cumplea?os y pill¨® a Lele d¨¢ndole un beso en la boca a un dise?ador, un hombre casado, que hace zapatos. Luego, Lele le dijo: '?Qu¨¦ haces? ?Vienes a mis eventos, me haces la foto y me la vendes a m¨ª?".
La investigaci¨®n empieza a dar otros frutos. El fiscal ha interrogado ya a dos docenas de testigos y ha puesto nombre a una veintena de v¨ªctimas. Lapo Elkann ha sido de nuevo el primero. Se sabe que ha pagado 300.000 euros por retirar del mercado las fotos de su Ferrari amarillo aparcado ante la puerta de un transexual. Se habla de un ministro en activo metido en faena con otro (?o ser¨¢ el mismo?) transexual. El titular de Justicia, Angelino Alfano, no ha desmentido haber sido retratado en una playa ex¨®tica, haci¨¦ndose la manicura estilo Padrino.
No todo son esc¨¢ndalos de sexo, droga o infidelidad. Una simple borrachera a destiempo vale lo suyo. En el elenco de cazados aparecen Mieli, ex director de Il Corriere della Sera Paolo; el vicepresidente del Milan, Adriano Galliani; la mujer de Flavio Briatore, Elisabetta Gregoraci; el supuesto amor de Joan Laporta, Simona Ventura...
Alfonso Signorini, director de Chi, la revista de cotilleo de Mondadori, es el hombre que manda en el sistema, seg¨²n se vio en el reciente caso del ya ex gobernador del Lazio, Piero Marrazzo, forzado a dimitir tras ser filmado con un transexual y un poco de coca¨ªna. Signorini vio las im¨¢genes, se las mand¨® a Marina Berlusconi, presidenta del grupo editor, ¨¦sta a su vez se las mostr¨® a su padre; y el primer ministro, seg¨²n ¨¦l mismo explic¨® p¨²blicamente, telefone¨® al colega y le dio el tel¨¦fono de la Agencia Masi -ahora tambi¨¦n bajo la lupa del fiscal- para que las pudiera "retirar del mercado".
"Todos los fot¨®grafos y las agencias que tienen una exclusiva se dirigen primero a Signorini, Chi es de largo el que mejor paga", ha explicado Corona a Oggi, la revista del grupo RCS que seg¨²n el fot¨®grafo Antonello Zappadu tiene las im¨¢genes m¨¢s delicadas de Villa Certosa.
"La nueva Valletopolis no trata de chantajes sino del cotilleo como medio de control social del pa¨ªs. Si tienes en la mano fotos importantes puedes controlar lo que quieras", dice Corona.
Bajo su apariencia nimia, el sistema se ha convertido en otra rama del conflicto de intereses que atenaza a Italia. Seg¨²n el periodista Peter G¨®mez, "es como un centro de inteligencia paralelo, pero con m¨¢s tareas. Recoge noticias picantes, hace salir fotos o historias que no tienen sitio en los peri¨®dicos, descarta los reportajes inc¨®modos o publica lo m¨¢s presentable, como pas¨® con Barbara Berlusconi, y hace desaparecer las fotos que pueden poner en dificultades al primer ministro y a sus amigos".
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