Vancouver, frente al pesimismo
La competici¨®n se enfrenta a la falta de nieve, las p¨¦rdidas econ¨®micas y el dopaje
Vancouver es una ciudad hermosa y diferente. Incluso agraciada. Es la m¨¢s c¨¢lida de la g¨¦lida Canad¨¢ invernal. Pero organizar unos Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno en esas condiciones tiene sus riesgos. Camiones y helic¨®pteros han tenido que llevar nieve natural hasta sus pistas porque las altas temperaturas ni siquiera permit¨ªan fabricarla con los modernos ca?ones a pocos d¨ªas de la inauguraci¨®n del pr¨®ximo viernes. El culpable es el mismo viento h¨²medo del Pac¨ªfico, el pineapple express, que en Calgary hace 22 a?os -all¨ª se llama chinook, el nombre de las tribus indias de la zona- tambi¨¦n afect¨® a la ciudad del vecino estado de Alberta. Pero all¨ª sobra el fr¨ªo habitualmente para compensar y apenas se not¨® al final.
Espa?a llega de nuevo para aprender y so?ar con el milagro de acercarse a los podios
Vancouver, en cambio, tambi¨¦n deber¨¢ lidiar entre las haza?as y los posibles esc¨¢ndalos. Pasar a la historia por consagrar campeones o ser m¨¢s noticia por los casos de dopaje que ensombrecieron las ediciones de Salt Lake City 2002 y Tur¨ªn 2006. Las sombras siguen existiendo.
El potencial canadiense parece capaz de ganar el reto de organizar con ¨¦xito la 21? cita invernal, tercera del siglo, pero la crisis tambi¨¦n se lo ha puesto dif¨ªcil. Hasta la cadena televisiva NBC ha anunciado que perder¨¢ dinero por primera vez y se han aireado encuestas contrarias a los Juegos. El fantasma del fiasco econ¨®mico de los de verano de Montreal 1976 ha vuelto a planear. Sin embargo, se esperan r¨¦cords de participantes: 2.600 deportistas de 90 pa¨ªses frente a los 2.508 de 80 en Tur¨ªn.
As¨ª, pues, Vancouver vuelve a jugar a la loter¨ªa que ya le toc¨® en 2003. El 2 de julio de hace siete a?os, durante la 115? Sesi¨®n del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, que eleg¨ªa la sede de 2010, estuvo a punto de llevarse un chasco monumental. S¨®lo gan¨® por tres votos, 56-53, a la casi desconocida surcoreana Pyeongchang, que en la primera ronda sum¨® 51 por 40 de la capital de la Columbia Brit¨¢nica y 16 de Salzburgo. La suerte canadiense fue que recogi¨® la mayor¨ªa de los votos austriacos.
Vancouver gan¨® y pudo so?ar con gestas. Alemania, como sucedi¨® en Tur¨ªn, volver¨¢ a ser la gran favorita para dominar el medallero ante el anfitri¨®n, Canad¨¢, y Estados Unidos. Ofrece su versatilidad y las garant¨ªas de podios seguros en las modalidades mec¨¢nicas (bobsleigh, luge, skeleton).
Espa?a ir¨¢ una vez m¨¢s a unos Juegos de Invierno a aprender y so?ar con el milagro de acercarse a los podios. Los veteranos, como la esquiadora Mar¨ªa Jos¨¦ Rienda y Jordi Font, asombroso cuarto en el snowboard de Tur¨ªn, bastante han hecho con participar tras una plaga de lesiones. Los mejores j¨®venes, como Queralt Castellet en el half pipe del snowboard, o Javier Fern¨¢ndez, en el patinaje art¨ªstico, s¨®lo son una esperanza. Los Juegos siguen siendo un everest para cualquier deportista y por eso habr¨¢ regresos sonados, como el de Bode Miller, el esquiador estadounidense de carrera torturada, que fracas¨® en Tur¨ªn. Gan¨® Copas del Mundo y Mundiales y hasta vivi¨® por libre, en perenne lucha contra su federaci¨®n, rozando la retirada. Pero el olor ol¨ªmpico le ha hecho volver al redil con victorias recientes que no lograba hace a?os. A los 32, busca su ¨²ltima oportunidad.
El patinador ruso Evgeni Plushenko, de 27, simplemente vivi¨® de las rentas y de las exhibiciones desde que maravill¨® en 2006 con su t¨¦cnica maravillosa y s¨®lo ha vuelto oficialmente para vencer en los Europeos de hace un mes como diciendo: "No han pasado cuatro a?os".
En el esqu¨ª alpino masculino no hay realmente sucesores claros de Tombas o Herminators. Pero una mujer s¨ª quiere hacer olvidar a la ¨²ltima grande, la croata Janica Kostelic. La estadounidense Lindsey Vonn, 31 victorias, l¨ªder y ganadora de la Copa del Mundo, se presenta como la reina adelantada de los Juegos. Es la m¨¢s joven, con 25 a?os. Hasta se ha ganado la portada de Sports Illustrated, algo que no s¨®lo es una excepci¨®n (un 4% de mujeres s¨®lo en 60 a?os de historia), sino que ha provocado reacciones puritanas en contra, casi como cuando salen los n¨²meros anuales con las modelos de ba?adores. Pero Vonn, rubia y agraciada, s¨®lo sonr¨ªe a la c¨¢mara, agachada en postura de descenso, de huevo en el argot de la nieve. Simplemente.
Los Juegos necesitar¨¢n de estrellas como ella para compensar el rayo del dopaje. Johann Muehlegg fue el lamentable protagonista hispanoalem¨¢n en 2002 y el equipo austriaco, sobre todo, le sigui¨® en 2006. El esqu¨ª de fondo siempre est¨¢ bajo sospecha. El austriaco Hoffmann se ha retirado, implicado en una trama de dopaje. Rusia, que estaba en baja, lleva detectados ocho casos positivos en los ¨²ltimos meses. El ¨²ltimo, Alena Sidko, bronce en sprint en Tur¨ªn, donde no la pillaron. Se ha ca¨ªdo de la lista. Siempre la amenaza del fraude. En Vancouver habr¨¢ 2.425 controles, el doble que en 2006. Sintom¨¢tico.
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