La ciudad no tiene quien vigile
Polic¨ªas municipales evitan reforzar la seguridad en el Rastro, los partidos de f¨²tbol y los conciertos para protestar contra el AyuntamientoSeguridad refuerza la vigilancia de actos p¨²blicos con agentes de otros distritos
"No, ah¨ª no". "Ah¨ª, tampoco", niegan con firmeza los dos polic¨ªas municipales al un¨ªsono. Son parte del dispositivo especial desplegado el domingo en el Rastro. Y parecen muy concentrados en su tarea de facilitar el tr¨¢fico, pero dificultan el aparcamiento.
En cada cruce hay otros agentes haciendo id¨¦nticos gestos negativos a los conductores que bordean el mercadillo dando vueltas sin poder parar, como si participasen en alguna carrera circular sin fin. Sin embargo, en el interior de las callejuelas donde se acumulan hasta 3.000 puestos de venta ambulante, ya no hay tantos polic¨ªas. Una observaci¨®n que confirman las cifras oficiales: en noviembre 290 agentes vigilaron la zona; en diciembre, s¨®lo 48 en todo el mes. Un descenso de m¨¢s del 80%. Y no s¨®lo en el mercadillo, tambi¨¦n en todas las grandes aglomeraciones y eventos que se suceden en la capital. Por ejemplo, en los partidos de f¨²tbol del Real Madrid y el Atl¨¦tico. O en los grandes conciertos de m¨²sica. Un extremo que confirma Jes¨²s Mora, coordinador de Seguridad municipal, que lo achaca a las presiones intimidatorias de los sindicatos a sus compa?eros.
"Hay mucho jefe y poco indio", se queja un l¨ªder sindical
Una realidad que oculta un intenso conflicto entre los polic¨ªas y el Ayuntamiento. Una batalla llena de acusaciones mutuas. "Listas negras, falta de efectivos, escasez de material", dicen los sindicatos. "Chantajes, amenazas, cruces negras", replican desde el Consistorio. En medio, aunque pr¨®ximo a las reivindicaciones de los agentes, el principal partido de la oposici¨®n, el PSM, por boca de su portavoz de Seguridad, ?scar Iglesias, lamenta que "no se garantiza la seguridad en uno de los mercados mayores de Europa. Tampoco la idoneidad de los puestos de venta callejera".
La guerra ha llegado hasta el punto de que la semana pasada varios polic¨ªas se entretuvieron desinflando las ruedas de los coches patrulla de la zona centro de la ciudad.Entremedias, esos mismos veh¨ªculos, en muchos casos, tienen averiadas las emisoras de radio. Cuando avisan de esa circunstancia, les replican con membrete oficial que no hay empresa que se encargue por ahora del mantenimiento. El Ayuntamiento de Madrid est¨¢ en proceso de adjudicar ese concurso.
Dentro del Rastro, en sus recovecos, adem¨¢s de la inmemorial e intensa actividad de los carteristas, tambi¨¦n se ocultan intercambios comerciales il¨ªcitos. Gente que vende sin las licencias y permisos en regla productos de estraperlo. ?sa es una de las principales tareas de los agentes que ahora no van al Rastro. Los vendedores no echan en falta a los polic¨ªas porque muchos de ellos suelen ir de paisano.
"La situaci¨®n ha mejorado en enero y febrero", sostiene el coordinador de Seguridad del Ayuntamiento, Jes¨²s Mora, que considera grave "que una gente que deber¨ªa dar servicio p¨²blico lo descuide de esa manera". Mora cree que el fen¨®meno se debe a la "intimidaci¨®n" de algunos grupos sindicales a sus compa?eros, pero que "se est¨¢ recuperando la normalidad".
Para uno de los agentes afiliado a los sindicatos m¨¢s activos en la protesta, todo se debe a "las malas pr¨¢cticas del Ayuntamiento de Madrid y sus abusos". Entre ellos, denuncia que la proporci¨®n de mandos que acude al Rastro y a otros eventos extraordinarios es much¨ªsimo m¨¢s alta de la que establece su propio reglamento. "Hay mucho jefe y poco indio", explica gr¨¢ficamente. Mora replica que lo que se hace cuando no hay suficientes voluntarios es desplazar un coche patrulla de los otros distritos en los que no sucede ning¨²n acto.
Para el concejal socialista ?scar Iglesias, el principal problema es que el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, "no ha cumplido su programa electoral de ampliar los efectivos policiales en 1.500 agentes y de esa precariedad viene el conflicto". Iglesias tambi¨¦n censura el uso de listas negras por parte del Consistorio y lamenta "la falta de seguridad para los ciudadanos en la que se traducen estos problemas".
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