Son m¨¢s y quieren m¨¢s

Son m¨¢s, pero cuentan menos. Es lo que ocurre con las mujeres en el mundo. Tambi¨¦n en la Uni¨®n Europea. A pesar del salto de los ¨²ltimos 15 a?os, los transcurridos desde la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres convocada por Naciones Unidas en Pek¨ªn, que marc¨® una agenda mundial para la igualdad real entre los dos sexos. La semana pasada, en C¨¢diz, Gobiernos, asociaciones, pol¨ªticos y expertos han hecho balance del camino andado por los 27 Estados miembros desde la cita de 1995. Un balance poco complaciente, aunque con elementos de satisfacci¨®n. En el Foro Europeo de Mujeres Beijing+15 se ha mirado m¨¢s hacia d¨®nde -y c¨®mo- se quiere ir que de d¨®nde se viene. A la vista, el temor de que la crisis se cebe con las mujeres, m¨¢s vulnerables econ¨®micamente.

S¨®lo tres pa¨ªses de la Uni¨®n Europea tienen m¨¢s del 40% de parlamentarias

En el haber del balance comunitario: el salto educativo (las europeas tienen una presencia masiva en las aulas universitarias) y el avance en las instancias del poder pol¨ªtico, aunque la paridad queda lejos. S¨®lo tres de los 27 Estados miembros tienen m¨¢s del 40% de parlamentarias y las mujeres ocupan una de cada cuatro carteras ministeriales, seg¨²n el informe de seguimiento de Beijing+15, realizado por la presidencia sueca y presentado el pasado jueves.

En el debe: la escasa presencia femenina en los ¨®rganos de decisi¨®n econ¨®mica, entre otras limitaciones. Las mujeres s¨®lo ocupan el 11% de los asientos en los consejos de administraci¨®n de las empresas europeas (el 8,5% en las compa?¨ªas del Ibex espa?ol). Suponen el 3% de los consejeros delegados de las grandes firmas, a tenor del citado informe. Su coordinadora, Marianne Laxen, ya no se plantea denunciar la escasa presencia femenina, sino "la sobrerrepresentaci¨®n masculina". "El var¨®n es la norma", sentenci¨® ante un auditorio nada sorprendido. Y eso pese a que las empresas que dan cabida a mujeres en su direcci¨®n mejoran sus resultados econ¨®micos, seg¨²n expuso la cazatalentos Eva Levy.

La desigualdad en el terreno econ¨®mico arranca desde abajo. La tasa de actividad femenina es inferior a la masculina. Y tres de cada 10 europeas trabajan a tiempo parcial, como destac¨® la ministra de Igualdad, Bibiana A¨ªdo. Peor empleo, con frecuencia m¨¢s paro, y menos ingresos: ellas ganan un 17% menos que ellos, seg¨²n el informe de seguimiento. La vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor (PP), pidi¨® "una rebaja en las cuotas (a la Seguridad Social) para la contrataci¨®n de mujeres".

La brecha salarial persiste pese a que la formaci¨®n es, como m¨ªnimo, comparable. "Los avances formativos de las mujeres no se traducen en mejores empleos", denunci¨® la secretaria de Estado de Igualdad de Portugal, Elza Pais, una de los muchos que en C¨¢diz apostaron por que la crisis se convierta en una ventana de oportunidad para las mujeres. Invertir en igualdad es rentable, se defendi¨® en el foro. Adem¨¢s, "hay que tenerlas en cuenta como actoras en la salida del deterioro econ¨®mico", puntualiz¨® Brigitte Treims, presidenta del Lobby Europeo de Mujeres, que agrupa a m¨¢s de dos mil asociaciones.

La ecuaci¨®n es clara: en las crisis se tiende a reducir el gasto social, a limitar el Estado de bienestar, el gran aliado junto con las medidas de discriminaci¨®n positiva de las sociedades m¨¢s igualitarias.

Con este balance, al que se a?aden tirones de orejas a la UE por no haber logrado mayores avances y quejas por la menor atenci¨®n a los problemas de salud de las mujeres, entre otros aspectos, se cerr¨® una cumbre que tambi¨¦n ser¨¢ pr¨®logo. El mes que viene, en Nueva York y en el marco de Naciones Unidas, se revisar¨¢, en un ¨¢mbito mundial, cu¨¢l es la situaci¨®n de las mujeres 15 a?os despu¨¦s de la cumbre de Pek¨ªn. Probablemente all¨ª, como ya ocurri¨® en C¨¢diz, se alcen voces en pro de una nueva conferencia planetaria sobre igualdad. Hay quien propone que se celebre en un pa¨ªs isl¨¢mico.