"El mundo necesita un mensaje de superaci¨®n"

La familia de su padre ten¨ªa tradici¨®n musical y su hermano peque?o es cocinero. ?l se empe?¨® en que quer¨ªa volar y desde los 16 a?os no se ha dado tregua. A los 40, Felix Baumgartner se prepara para dar un salto hist¨®rico desde la estratosfera. Este musculoso austriaco de cerca de 1,75 metros de estatura pretende convertirse en el primer hombre supers¨®nico.

Sentado en el comedor del hotel Milenium Hilton de Nueva York, el paracaidista habla con asombrosa calma de su proyecto. "Intentamos pensar en todos los problemas que pueden surgir. Pero es evidente que hay un riesgo. Lo ¨²nico que puedes hacer es agarrar la bala", dice sosteniendo un capuchino. Frente a un inmenso ventanal que se abre a la Zona Cero, habla con entusiasmo de la haza?a de Philippe Petit, el trapecista que se pase¨® por un cable entre las Torres Gemelas en 1974. "Ahora como entonces, el mundo necesita un mensaje positivo de superaci¨®n".

El paracaidista austriaco se prepara para saltar desde la estratosfera

Un globo de helio impulsar¨¢ la c¨¢psula que le llevar¨¢ a 36.560 metros de altura despu¨¦s de cerca de dos horas de viaje. Se espera que 35 segundos despu¨¦s de haberse tirado rompa la barrera del sonido en ca¨ªda libre antes de abrir dos paraca¨ªdas que le ayudar¨¢n a aterrizar. Un traje espacial y un casco le proteger¨¢n de las extremas condiciones t¨¦rmicas y de presi¨®n. A¨²n quedan algunas pruebas por realizar y habr¨¢ al menos tres saltos previos al definitivo. La localizaci¨®n ser¨¢ EE UU, en un lugar por determinar. La fecha, entre primavera y verano de 2010, dependiendo de las condiciones climatol¨®gicas.

Detr¨¢s del proyecto, en el que lleva siete a?os trabajando, hay un potente grupo de m¨¦dicos e ingenieros y un patrocinador comercial, Red Bull. Baumgartner pas¨® cinco a?os en el Ej¨¦rcito. "All¨ª aprend¨ª disciplina", explica. Se licenci¨® como sargento de instrucci¨®n, form¨® parte del equipo especial de paracaidistas y aprendi¨® a conducir tanques. Dice que esto le prepar¨® para llevar una vida llena de contrastes. "Un d¨ªa estoy en un hotel y al siguiente, en una tienda de campa?a. Me gustan los cambios". Tambi¨¦n los retos. En 2003 cruz¨® el canal de la Mancha en vuelo sin motor. Y es un especialista en saltos en paraca¨ªdas desde edificios o puentes. Se ha tirado desde la torre Taipei (Taiwan) y desde la estatua del Cristo Redentor (R¨ªo de Janeiro).

Reparte su tiempo entre Los ?ngeles y Salzburgo. A las afueras de esta ¨²ltima ciudad encontr¨® la casa perfecta donde construir un helipuerto. "Voy a la oficina cada d¨ªa en helic¨®ptero", comenta. Odia madrugar y nunca hace deporte por las ma?anas. Su comida favorita es la italiana. En breve deber¨¢ someterse a una estricta dieta antes del salto. Asegura que ser¨¢ el ¨²ltimo. Despu¨¦s pretende trabajar como bombero. Y formar una familia. "Hasta ahora he necesitado estar enfocado y est¨¢ claro que cuando tienes hijos ellos son mucho m¨¢s importantes que cruzar la barrera del sonido", dice.

Por incre¨ªble que parezca, le asustan los saltos de esqu¨ª. "Esos inmensos esqu¨ªes son complicados". Baumgartner es embajador de Wings for Life, una fundaci¨®n dedicada al estudio de lesiones de columna. "Tengo muchos amigos en silla de ruedas. A veces ellos cometieron un error y otras no fue su culpa, pero hay que seguir adelante".