Objetivo, Baltasar

El Consejo del Poder Judicial no ha desperdiciado tiempo en impulsar los tr¨¢mites para suspender de sus funciones al juez Baltasar Garz¨®n. Las diligencias del Tribunal Supremo contra el juez llegaron el lunes al secretario general del Consejo y ¨¦ste, sobre la marcha, las meti¨® en el orden del d¨ªa de la Comisi¨®n Permanente de ayer, martes. Y, tambi¨¦n ayer mismo, el Consejo hizo una excepci¨®n con Garz¨®n y se salt¨® su propia costumbre de no actuar contra un magistrado si no media contra ¨¦l una decisi¨®n judicial firme (auto de procesamiento o conversi¨®n de unas diligencias en procedimiento abreviado) o sin que la causa disponga del aval de la fiscal¨ªa. Lo que ha valido para otros jueces, no sirve ahora para Garz¨®n, que ni est¨¢ procesado ni es acusado por la fiscal¨ªa en ninguno de los dos procedimientos que le ha abierto el Supremo merced a querellas de ideologizados y extra?os acusadores.

La decisi¨®n de preguntar al fiscal si Garz¨®n debe ser apartado de su juzgado fue adoptada por unanimidad de los cinco miembros de la Comisi¨®n Permanente, que encabeza el propio presidente del Poder Judicial, Carlos D¨ªvar, y de la que tambi¨¦n forman parte las vocales progresistas Margarita Robles y Almudena Lastra, as¨ª como los conservadores Manuel Almenar y Antonio Dorado. Estos vocales favorecieron ayer el titular period¨ªstico a sabiendas incluso de que el presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, Juan Saavedra, les advierte por escrito de que las resoluciones reca¨ªdas sobre Garz¨®n est¨¢n en fase preliminar y, adem¨¢s, no son firmes. Por ello, es muy probable (seg¨²n reconocen fuentes del Consejo) que la respuesta de la fiscal¨ªa sea que no procede apartar al juez porque ninguna resoluci¨®n goza de firmeza.

Garz¨®n tiene pocos amigos en el Consejo, donde vaticinan malos augurios a su continuidad como juez de la Audiencia Nacional, ante el convencimiento de que el Supremo terminar¨¢ llev¨¢ndole al banquillo por al menos alguna de las dos querellas que pesan sobre ¨¦l. No resulta extra?o, pues, que quieran desterrar a Garz¨®n los vocales del Consejo propuestos por el PP -obsesionado con Garz¨®n, a quien no le perdonan haberles aflorado los suc¨ªsimos trapos del caso G¨¹rtel-. Pero s¨ª rechina en fuentes progresistas del Consejo que a ese empe?o del PP se hayan sumado vocales como Lastra y, "con especial beligerancia y proselitismo", Robles.