Vicens Vives era otra historia
Una exposici¨®n y la recuperaci¨®n de sus principales obras evocan, en el centenario de su nacimiento, al gran referente de la historiograf¨ªa espa?ola moderna
?C¨®mo Espa?a acab¨® en una guerra civil? ?Y Catalu?a, tan alejada y castigada? Preguntas como ¨¦sas forjaron la trayectoria de Jaume Vicens Vives (1910-1960), renovador de la historiograf¨ªa espa?ola, "el primero y ¨²nico que en una ¨¦poca pod¨ªa salir de Espa?a y homologarse con sus colegas europeos", como afirm¨® Raymond Carr. Esa figura desapareci¨® prematuramente hace ahora 50 a?os, cuando tambi¨¦n se cumplen cien de su nacimiento. Doble motivo para el A?o Vicens Vives, que ayer abri¨® una conferencia del hispanista John Elliott y la exposici¨®n Jaume Vicens Vives y la nueva historia, en el Museo de Historia de Catalu?a.
"La nueva generaci¨®n de historiadores no ha de respetar jerarqu¨ªa alguna, ni esconder defectos, ni escatimar m¨¦ritos si quiere contribuir a la ¨²nica historia de Catalu?a que se puede aceptar: la que se desprenda de los documentos y del estudio cuidadoso de los sucesivos ambientes hist¨®ricos". Es toda una declaraci¨®n de principios del reci¨¦n llegado Vicens Vives, en un art¨ªculo en 1935. Es decir, se propone "reconstruir la historiograf¨ªa desde la profesionalidad y a partir del dato; quitarle amateurismo y sentimentalismo a la historia de Catalu?a y restarle tambi¨¦n ensayismo e ideolog¨ªa a la historiograf¨ªa espa?ola", aclara Josep Maria Mu?oz, comisario de una muestra que ir¨¢ a Girona, Baeza, Sevilla, Zaragoza, Madrid, Valencia y Pamplona, gracias a la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y a la editorial Vicens Vives, fundada por sus sucesores.
Propuso trabajar a partir del dato, sin sentimentalismos ni ideolog¨ªa
Seg¨²n Josep Pla, era un hombre "s¨®lo excesivo en sus jers¨¦is"
Bien recoge esa actitud la muestra, peque?a pero rica en lecturas. No hay fotos en color ni filmaciones de Vicens Vives, ese joven apuesto, "s¨®lo excesivo en sus jers¨¦is", seg¨²n Josep Pla, que le dedic¨® uno de sus Homenots; genio y figura que le llev¨® a polemizar con vacas sagradas como Ferran Soldevila y Antoni Rovira i Virgili.
Es una figura ascendente; tanto que, en 1937, le casa por lo civil el rector de la Universidad de Barcelona, Pere Bosch i Gimpera, si bien el d¨ªa antes lo hab¨ªa hecho por la iglesia en el domicilio familiar de su esposa, Roser Rahola. Es quiz¨¢ la mejor muestra de su pragmatismo, que con los a?os le llevar¨¢ a ser un hombre-puente entre sensibilidades catalanistas y el r¨¦gimen franquista. Lo recoge la exposici¨®n, donde pueden verse variopintos p¨¦sames tras su muerte: desde uno de Juan de Borb¨®n a otro del presidente de la Generalitat en el exilio, Josep Tarradellas, pasando por el comit¨¦ de Barcelona de los rojos del PSUC.
Esa boda civil y el haber aceptado ser "comisario-director" de un instituto le valieron un expediente de depuraci¨®n en 1939, que se sald¨® con dos a?os de suspensi¨®n de empleo y sueldo y su traslado a Baeza. Un antiguo profesor suyo, Antonio de la Torre, y el peaje de alg¨²n libro felizmente olvidado (como Pol¨ªtica del Rey Cat¨®lico en Catalu?a) permitieron su reincorporaci¨®n, que culmin¨® con su plaza de catedr¨¢tico en Zaragoza (1947) y Barcelona (1948), ambas por oposici¨®n.
"No era hombre de partido: ten¨ªa una personalidad demasiado fuerte, y no quer¨ªa perder el tiempo lament¨¢ndose; busc¨® aliados de todo tipo y eso le lleva a convivir", destaca Mu?oz. El comisario rememora que su catalanismo es cada vez m¨¢s "importante y consciente", y que va acompa?ado de una "preocupaci¨®n social muy acentuada" que convive con su convencimiento de que hac¨ªa falta "crear ¨¦lites".
La luz lleg¨® en 1950: su participaci¨®n en un congreso en Par¨ªs le confirm¨® la necesidad de esa nueva mirada hist¨®rica. Una peque?a vitrina lo certifica: junto a un fichero todo lleno de datos est¨¢n ya unos folios que dar¨¢n paso a una historia m¨¢s ensay¨ªstica y de s¨ªntesis interpretativa, que traducir¨¢ en la labor de libros escolares para la editorial que cre¨® en 1942, Teide. Hasta ¨¦l mismo dejar¨¢ la historia del siglo XV para publicar Aproximaci¨®n a la historia de Espa?a y Not¨ªcia de Catalunya, que la censura retuvo a?o y medio y que, junto a Industriales y pol¨ªticos del siglo XIX, ser¨¢n tres de sus obras mayores.
Esos dos ¨²ltimos libros, con nuevos pr¨®logos, abrir¨¢n la recuperaci¨®n de sus obras, algunas in¨¦ditas, como el facs¨ªmil del Atlas de la evoluci¨®n de la humanidad (que pint¨® en 1940 y lleg¨® a su disc¨ªpulo Josep Fontana por un librero de lance) y un retrato del Vicens Vives pol¨ªtico que empez¨® a gestarse en los 50, cuando Tarradellas pens¨® en ¨¦l como hombre de enlace en el interior; o hasta un posible libro de correspondencia in¨¦dita (con Pla, Rafael Calvo-Serer, Jos¨¦ Ferrater Mora...).
Un c¨¢ncer de pulm¨®n le apart¨® de la vida con 50 a?os, pero ha quedado la labor "de un gigante", como le defin¨® ayer el consejero de Cultura de la Generalitat, Joan Manuel Tresseras. Un gigante que ten¨ªa este lema: "Super Adversa Augeri". Sobreponerse a la adversidad. Siempre.
Un 'profe' elegante que hac¨ªa pensar
"Ten¨ªa un carisma brutal que hab¨ªa quien tomaba por arrogancia, pero era muy pr¨®ximo con la gente; en clase, muy elegante, preguntaba mucho y siempre hac¨ªa salir a un alumno a la tarima para inquirirle: '?D¨®nde acabamos ayer?'; tambi¨¦n hac¨ªa sentar a las chicas en la primera fila, para evitarles achuchones, porque ¨¦ramos 300 en el aula". As¨ª evocaba ayer el historiador Jordi Nadal al que fue su profesor y gu¨ªa Jaume Vicens Vives. El autor del capital El fracaso de la revoluci¨®n industrial en Espa?a fue uno de sus aventajados disc¨ªpulos, aquellos que iban a casa del maestro, donde les ense?aba "a escribir poco y bien y sintetizar much¨ªsimo; sin ¨¦l no hubiese sido historiador".
No fue Nadal el ¨²nico hijo profesional que ayer visit¨® la exposici¨®n. Estaba otro alumno de lujo, Josep Fontana: "Ten¨ªa una capacidad de motivar b¨¢rbara y un discurso muy espont¨¢neo, pero que te hac¨ªa pensar mucho". John Elliott, que no dud¨® en calificar a Vicens Vives como "el gran modernizador de la historiograf¨ªa catalana al encaminarla desde lo rom¨¢ntico hacia la historia social y econ¨®mica", destac¨® la capacidad de "romper t¨®picos", entre ellos que "la historia de Catalu?a es m¨¢s complicada que decir que los de fuera eran siempre los malos". Desde un v¨ªdeo de la exposici¨®n, el ex presidente Jordi Pujol sentencia: "De lo mejor de Vicens Vives es que su mensaje sigue siendo hoy muy v¨¢lido".
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