Pura sofisticaci¨®n
Todo en ¨¦l remite a la sofisticaci¨®n. Y todo en su pel¨ªcula remite a la sofisticaci¨®n. Tom Ford, dise?ador de moda, famoso por salvar a la marca Gucci de la quiebra y llevarla hasta la c¨²spide, es la sofisticaci¨®n en persona, eso que ahora se empe?an en llamar cool. Para bien y para mal. Un hombre soltero, su primer acercamiento al mundo del cine, es la sofisticaci¨®n hecha pel¨ªcula. ?En exceso? Quiz¨¢ s¨ª, porque puede llegar a nublar todo lo dem¨¢s, porque en alg¨²n momento camina por el alambre de la vacua grandilocuencia. Y, sin embargo, el suyo es un trabajo sorprendente para un debutante.
La hermosa fotograf¨ªa, ¨¢spera en las partes en color, brillante en las de blanco y negro, creada por el joven barcelon¨¦s Eduard Grau; el cortante montaje, cercano a la t¨¦cnica del cut-up practicada en los setenta por el gran Nicolas Roeg, que sacaba del convencionalismo la l¨ªnea narrativa habitual; la utilizaci¨®n de la m¨²sica, tanto de la partitura creada por el polaco Abel Korzeniowski como la introducci¨®n de temas tan exquisitos como el Stormy Weather, de Etta James, o el Green Onions, de Booker T. & The MG's; la arquitectura, de la que al parecer Ford es un ilustre fan¨¢tico, ejemplificada en esa casa de cristal donde vive el protagonista; y, por supuesto, la moda, otra de las joyas de la pel¨ªcula. Un hombre soltero es puro refinamiento en todos sus ¨¢mbitos, aun a riesgo de resultar cargante en algunas de sus secuencias, como ese perro con olor a mantequilla mostrado a c¨¢mara lenta con innecesaria delectaci¨®n.
El filme de Ford indaga en el miedo de la sociedad a las minor¨ªas
?Y la historia? Bien, gracias, pero menos. Basada en una novela de Christopher Iserwood, la pel¨ªcula cuenta el derrumbe f¨ªsico y ps¨ªquico de un profesor universitario homosexual que pierde en un accidente a la que fuera su pareja durante a?os. Pel¨ªcula sobre el miedo del individuo a la soledad, y sobre el miedo de la sociedad a las minor¨ªas, sobre todo, como dice en una de sus clases el protagonista, "a aquellas que resultan invisibles, porque as¨ª resultan m¨¢s peligrosas". Un hombre soltero podr¨ªa definirse tambi¨¦n como una pel¨ªcula de amor, entendido en una doble vertiente: el amor por la pareja querida y el amor por uno mismo.
El personaje que interpreta con apesadumbrado dolor Colin Firth, candidato al Oscar al mejor actor, es un hombre que se idolatra en todos los aspectos. Tanto, que por ello le cuesta horrores llegar a un suicidio que pretende tan perfecto como ha sido su vida. De otro modo no puede entenderse el inveros¨ªmil desenlace (que nos cuidaremos de no desvelar), sino como pura met¨¢fora del poder de la naturaleza por encima de la egolatr¨ªa de un muerto en vida.
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