Arte conceptual por narices
Una galer¨ªa madrile?a expone seis obras del californiano John Baldessari
Ojos y bocas han sido el n¨²cleo de los retratos a lo largo de la historia del arte, con narices y orejas en segundo plano. John Baldessari (Nacional City, 1931) sostiene esta tesis, y, como viejo rebelde del arte conceptual americano, tiene su ant¨ªtesis: Noses & Ears (2006), una serie de seis cuadros de caras sin rostro donde s¨®lo se ven narices u orejas. Justicia po¨¦tica. Justicia conceptual.
Baldessari edit¨® 45 copias de cada cuadro. Una de las ediciones se expone desde ayer, hasta el 20 de marzo, en la galer¨ªa La Caja Negra (calle Fernando VI, 17). Dos salas. Tres cuadros cada una. Narices, orejas y sentido del humor. En una pieza hay dos perfiles de cabezas, rellenos de colores vivos, uno con nariz y el otro con oreja, sin m¨¢s, a excepci¨®n de un detalle; una cabeza est¨¢ tocada por un bomb¨ªn muy brit¨¢nico y la otra por un turbante oriental. Quien quiera, que intente darle sentido al conjunto.
El artista utiliza recortes de prensa y tomas de pel¨ªculas para sus cuadros
"Su idea es sencilla. Simplemente cambiar la prioridad de lo que se mira, bloquear la cara y dejar ver otras cosas. Es algo que lleva haciendo desde finales de los setenta", explica Anal¨ªa Saban, asistente personal de Baldessari, que ayer inaugur¨® una gran retrospectiva de su obra en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (MACBA).
En otro cuadro de La Caja Negra aparecen juntos los perfiles de un militar (una solapa con honores lo delata) y de un hombre supuestamente respetable (el signo, una recta combinaci¨®n de camisa y corbata), s¨®lo que en su rostro no hay m¨¢s que una nariz azul regordeta que le da aspecto de payaso. La nariz del militar, a su vez, recuerda a un hocico porcino.
Las orejas y narices de las obras est¨¢n sacadas de recortes de prensa o de tomas de pel¨ªculas. Saban cuenta que en el estudio del artista en Los ?ngeles, a un paso de la playa de Venice Beach, se esconde una mina inagotable de pel¨ªculas que John Baldessari ha ido comprando en los mercadillos de la ciudad: de cowboys, de pistoleros, de violencia, de parejas rom¨¢nticas. De esta colecci¨®n el artista extrae todos los ap¨¦ndices para su obra, siempre an¨®nimos, irreconocibles.
"Si encuentra una imagen de Jack Nicholson en sus pel¨ªculas", bromea Anal¨ªa Saban, "lo ¨²ltimo que har¨ªa es fijarse en su cara".
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