"No somos ni gente guapa ni fagocitadores de canap¨¦s y ayudas"
Al presidente de la Academia del Cine Espa?ol los Goya le han pillado trabajando. En Hollywood su hom¨®logo se pasa la semana anterior a los Oscar embarrado en los preparativos de la ceremonia. Aqu¨ª, ?lex de la Iglesia (Bilbao, 1965) estar¨¢ rodando Balada triste de trompeta incluso hoy s¨¢bado, y el lunes seguir¨¢ filmando en Alicante. Ayer, dentro del antiguo hospital estadounidense de la base militar de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid), el director se desga?itaba por acelerar el ritmo de rodaje. "Entre cambios de planos me he probado el smoking o me han entrevistado por tel¨¦fono. Antes estaba en el ba?o, mientras hablaba con una radio, y cuando me han preguntado '?En qu¨¦ est¨¢s ahora?' he preferido no especificar mucho".
"Los cineastas somos una imagen distorsionada de la sociedad"
"En 2011 los Goya ser¨¢n unos premios y un espect¨¢culo internacionales"
Pregunta. Seg¨²n su blog, Balada triste de trompeta est¨¢ siendo una producci¨®n complicada.
Respuesta. Estaban previstas once semanas de filmaci¨®n, y la estamos haciendo en nueve. Eso acelera el rodaje... y agudiza el ingenio.
P. Su primer a?o como presidente ha sido bueno para la taquilla espa?ola, pero conflictivo con la Ley del Cine, la Ley Audiovisual, y la creaci¨®n del movimiento Cineastas contra la Orden.
R. Yo lo valoro positivamente, porque uno de nuestros problemas es la falta de unidad en la toma de decisiones. Los cineastas somos una imagen grotesca y distorsionada de la sociedad. Un rodaje es como la vida pero condensada, todo es m¨¢s intenso. Y cuando los cineastas nos reunimos, pasa igual: las opiniones son enfrentadas, hay pol¨¦mica. Eso es muy bueno. Ha sido un a?o fruct¨ªfero. Espero que la sensatez reine y lleguemos a acuerdos. Mi principal objetivo es que se haga todo tipo de cine, y har¨¦ presi¨®n para ello.
P. ?C¨®mo puede presionar?
R. De manera medi¨¢tica. Es la ¨²nica. Ni econ¨®mica ni moral ni pol¨ªtica.
P. Como primera intenci¨®n cuando le eligieron asegur¨® que quer¨ªa recuperar al p¨²blico y a la prensa.
R. Por suerte, la Academia es cada vez m¨¢s escuchada y tiene fuerza y poder. Ya empezamos con ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde y va a mejor. Nunca nadie ha sido tan escuchado como ahora. Ni ha habido tantas voces. Eso es bueno. ?Pol¨¦mico tambi¨¦n? Magn¨ªfico. Lo malo es cuando s¨®lo hay una voz.
P. ?Volver¨¢n Jos¨¦ Luis Garci y Pedro Almod¨®var a la Academia?
R. En ellos estamos. Como dec¨ªan en Casablanca, si no es ahora, ser¨¢ el a?o que viene o en alg¨²n momento.
P. En la fiesta de los candidatos hizo un discurso ¨¦pico, feliz, en el que reivindicaba el placer de hacer cine. ?Por ah¨ª ir¨¢n sus palabras en la gala de ma?ana?
R. Debemos recuperar la ilusi¨®n y el orgullo por hacer cine. Todos tenemos el mismo objetivo: crear buenas pel¨ªculas. Y queremos recuperar al p¨²blico. Necesitamos que la gente haga justo lo que ha hecho este a?o: ir a ver las pel¨ªculas buenas. Har¨¦ otro discurso braveheart.
P. Usted contrat¨® a Andreu Buenafuente como presentador de la gala. ?Va a ser una ceremonia diferente?
R. No va a cambiar tanto como la del a?o que viene. ?sta es un puente para la del 2011, cuando la Academia cumple 25 a?os y haremos una gala infinitamente mejor. Si todo sale bien, ma?ana veremos una ceremonia din¨¢mica, que no buscar¨¢ la complicidad del p¨²blico. Estamos para dar unos premios, no para autojustificarnos. Y para que los televidentes se lo pasen bien. Buenafuente es perfecto para eso. En 2011, si puedo conseguirlo en mi intento de cambiar la Academia desde abajo, los Goya ser¨¢n un espect¨¢culo y unos premios internacionales.
P. ?Por qu¨¦ cada a?o tras la lectura de las candidaturas hay que rectificar alguna nominaci¨®n?
R. Es que de verdad no se abre el sobre hasta que se abre. Pero tomo nota. Tenemos conflictos en varias categor¨ªas, es cierto, como en maquillaje o en algunas selecciones en las categor¨ªas de int¨¦rpretes revelaci¨®n. Es chocante que en teor¨ªa un actor s¨®lo puede entrar en la Academia tras protagonizar tres filmes. ?Y los secundarios de larga carrera?
P. ?Le parece normal que haya una Academia del Cine catal¨¢n que tambi¨¦n quiere ir a los Oscar?
R. No me parece mal que la gente haga lo que quiera. El tema es si se puede: cada pa¨ªs manda una pel¨ªcula. Eso es un problema que deben solucionar ellos.
P. Asegura que ha aprendido a tener una jeta descomunal. ?Tambi¨¦n le sirve como presidente?
R. Eso vale para cualquier aspecto de la vida.
P. Usted mismo ha sufrido en este rodaje los problemas habituales para filmar en muchos sitios en Espa?a. ?La Academia puede ayudar en eso?
R. En Hollywood tienen claro que el cine es promoci¨®n. Vicky Cristina Barcelona ha hecho much¨ªsimo por el turismo en la ciudad condal. Aqu¨ª no lo valoramos bien, no entendemos el beneficio de la imagen.
P. Como presidente, ?c¨®mo se define?
R. Me gustar¨ªa acercar el cine a la gente, que entiendan c¨®mo funciona, que no piensen que somos ni gente guapa ni fagocitadores de canap¨¦s y de ayudas estatales. Y el hecho de que en las condiciones en que competimos a¨²n logremos triunfar en taquilla es un milagro. Los cineastas no estamos al margen de la sociedad en un mundo id¨ªlico; somos trabajadores y punto. Aqu¨ª curramos doce horas al d¨ªa. Me sorprende c¨®mo se generaliza en Espa?a con el cine. Todo el mundo tiene una opini¨®n sobre el cine, pero no se dice 'los novelistas espa?oles son malos'. Tambi¨¦n me parece dejar claro que el cine no es tan importante. Lo importante es trabajar en un hospital y salvar vidas. Aunque la industria cinematogr¨¢fica emplea a mucha gente.
P. ?Los gobiernos deben apoyar el cine?
R. Depende de la imagen de pa¨ªs que quieras tener. Una buena manera de proyectar tu imagen en el exterior, de mostrar tu oferta cultural es el cine. Mira qu¨¦ bien lo hace Francia. Si al gobierno de turno le interesa esa carta de presentaci¨®n, ah¨ª nos tiene. A lo mejor prefiere vender en cambio otras cosas positivas, como el aceite, que tambi¨¦n es buena idea.
P. Su antecesora estuvo dos a?os en el cargo y la nombraron ministra. ?Tiene parecidas ambiciones?
R. A m¨ª me gustar¨ªa ser ministro de Agricultura, no de Cultura, y hablar de tomates.
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