300 euros por bucear con tiburones

Siete tiburones grises, dos tiburones toro, tres nodrizas, dos pastinacas americanas (parecidos a las rayas) y tuvieron que encerrar a la tortuga. Por peligrosa. Lo de que los escualos son los animales m¨¢s fieros del mar es un "topicazo", seg¨²n los trabajadores del Zoo de Madrid. El cocinero Sergi Arola les ayud¨® ayer a demostrarlo. El Zoo-aquarium presentaba su nueva actividad, Buceando entre tiburones, pensada, seg¨²n los organizadores, para "dar a conocer desde un plano m¨¢s cercano y cient¨ªfico a estos animales, y sensibilizar a los participantes sobre la situaci¨®n actual de los oc¨¦anos". Para probar suerte por primera vez invit¨® a Sergi Arola. El catal¨¢n, que aparte de trajinar entre fogones tambi¨¦n es aficionado al buceo, asegur¨® no tener miedo, aunque reconoci¨® que las tres veces que se hab¨ªa topado anteriormente con escualos mientras buceaba por el mar Rojo, Tailandia y Canc¨²n, qued¨® impresionado. "Es mucho m¨¢s impactante que ponerse enfrente de un toro", afirm¨®.

"Evitad movimientos bruscos y el contacto directo", dice un instructor

Al final tuvieron que encerrar a la tortuga, que era la que mord¨ªa

Arola dio ejemplo y respet¨® el protocolo de la actividad: present¨® su titulaci¨®n de submarinista en vigor (requisito indispensable para poder sumergirse en el acuario), mantuvo una toma de contacto con los dos buzos que acompa?an a los visitantes (dos en cada inmersi¨®n como m¨¢ximo) y asisti¨® al curso introductorio que imparte el centro a los (valientes) buceadores.

Primero hubo una dosis de tranquilidad: "Los tiburones han matado en la ¨²ltima d¨¦cada a seis personas en EE UU, mientras que los perros mataron a 175", dec¨ªa Pablo Montoro, uno de los buzos que impart¨ªa la clase preparatoria. Despu¨¦s llegaron los avisos de precauci¨®n: "Hay que evitar el contacto directo y los movimientos bruscos, llevar los brazos pegados al cuerpo, no separarse de los compa?eros y no entrar al agua con heridas sangrantes", continuaba el instructor. A pesar del tama?o de algunos de los animales del acuario, como Morgana, una tibur¨®n toro de 180 kilos y tres metros de largo, "nunca ha habido ning¨²n ataque a los cuidadores, por eso se puede hacer esta actividad con el p¨²blico", aseguraba Montoro. "A la ¨²nica que hay que encerrar es a Bubu", una tortuga boba que no se corta como sus gris¨¢ceos compa?eros. Ella muerde a los intrusos.

Arola disfrut¨® de su inmersi¨®n y hasta consigui¨® media docena de dientes de tibur¨®n. El zoo permite a los participantes llevarse los incisivos que encuentren por el suelo del acuario.

El cocinero no estuvo la hora completa que dura la actividad para los visitantes, pero tampoco pag¨® los 300 euros que hay que abonar por ella (con reserva previa obligatoria). Luego se declar¨® defensor de especies marinas en peligro, como el at¨²n rojo, el cual no incluye en sus men¨²s, y se moj¨® por los tiburones: "A menudo son torturados. En algunos casos hasta se les cortan las aletas, porque son valiosas, y se les devuelve moribundos al mar, porque su carne es barata. Y recuerdo que Espa?a es uno de los mayores cazadores de tiburones del mundo. Eso la gente no lo sabe".