Besos de cine
?Sabe usted cu¨¢nto cuesta hacer una pel¨ªcula? No, no hablo de dinero, sino de esfuerzo, de empe?o, de cabezoner¨ªa. Yo no lo sab¨ªa hasta que en 1997 asist¨ª al rodaje de La primera noche de mi vida, del director Miguel Albaladejo, pel¨ªcula en la que colabor¨¦ como guionista. Unas noches rodaban en un poblado de chabolas de Carabanchel; otras, en tramos de autopista a¨²n no inaugurados; otras, en una cafeter¨ªa de carretera. Sent¨ªa tal emoci¨®n ante la perspectiva de que unos actores encarnaran mis personajes que me propuse asistir a todo el proceso. Para disfrutar, para aprender. Creo que s¨®lo fui tres noches. La primera jornada me toc¨® en aquel montecillo de chabolas que, de lejos, pose¨ªa una rara belleza. Anduve de un lado para otro, como un perro que quiere meter el hocico en todo y siempre encuentra un olor prometedor. Iba de oficio en oficio: me entusiasm¨® observar a la troupe de el¨¦ctricos, tan peculiares como todos los t¨¦cnicos; las conversaciones reflexivas entre el director y el director de fotograf¨ªa; la actitud de control permanente del ayudante de direcci¨®n; los cuidados y el cari?o con el que los maquilladores tratan a los actores; los actores, finalmente, los actores que se quedan perdidos y peque?os ante un despliegue t¨¦cnico semejante y que s¨®lo cuando la voz de Dios grita: ?Acci¨®n! y se les llama para decir su frase o para hacer un simple gesto ante la c¨¢mara parecen crecerse y convertirse en alguien que posee una mirada que le distingue del resto del equipo. Fue una noche de entusiasmo. No hac¨ªa fr¨ªo. Era la primera pel¨ªcula para muchos de nosotros, o casi la primera. Se cobraba poco y se pon¨ªa mucho coraz¨®n en el trabajo.
No todo en este negocio se basa en el dinero, hay mucho amor por lo que se hace
"No es un colectivo homog¨¦neo, cada uno piensa como quiere" (?lex de la iglesia)
Es bueno que haya pel¨ªculas rentables, sean obras de arte o sean una horterada
La segunda noche que asist¨ª se rodaba en un tramo de la futura M?40. El lugar era desolador y tremendamente aburrido. Yo ten¨ªa que decir dos o tres frases. Pas¨¦ dos horas haciendo bromas con los otros actores y el resto de la noche esperando, con sue?o, con algo de mal cuerpo y con unas ganas desesperadas de irme a mi casa. De hecho, aquello me pareci¨® tan mon¨®tono que no volv¨ª hasta que mi personaje, Cardona, una guardia civil con malas pulgas que se detiene en una estaci¨®n de servicio a comprar compresas con alitas, no entr¨® en acci¨®n de nuevo. Como siempre, la espera se me hizo eterna. Por fortuna, hab¨ªa cafeter¨ªa, as¨ª que a las tres de la ma?ana dije: bueno, de perdidos al r¨ªo. Me ped¨ª un gin tonic y me puse a hojear un ?Hola! en una mesa. Una familia a la que el rodaje hab¨ªa sorprendido cuando par¨® a repostar de camino a Madrid, me pregunt¨®: "?Usted cree que podr¨ªamos salir ya?". Yo, casi sin levantar la vista, les dije: ah no, no, ahora hay que quedarse quietos y en silencio hasta que el director grite "corten". Y all¨ª se quedaron, en un rinc¨®n, paralizados, como para una foto familiar. Cuando al fin pudieron marcharse y se despidieron muy consideradamente, fui consciente de que ellos hab¨ªan visto en m¨ª no a la guionista que hace un cameo, sino a un n¨²mero de la guardia civil, a Cardona, que aun estando de servicio se toma su copa y se lee su ?Hola!
En aquel mi primer rodaje llegu¨¦ al convencimiento de que mi esp¨ªritu impaciente no me hubiera permitido ser actriz, oficio para el que se precisa una concentraci¨®n rara, que consiste en mantener la emoci¨®n y la memoria en suspenso hasta que llega el momento de liberarlas, un momento que suele ser tan breve como una escena o parte de una escena. Tampoco ser¨ªa capaz de asumir el papel de director, por ser ¨¦ste quien debe llevar en la cabeza una historia que se construye a trav¨¦s de mil oficios que tienen como objetivo construir un mundo material, carnal, cre¨ªble. El director es aquella persona que ha de saber, aunque no sepa, responder a todas las personas que desde que empieza la jornada hasta que acaba se le acercan a preguntarle por detalles de aspecto muy diferente: la figuraci¨®n, la ropa, la luz, el mobiliario, el estado de ¨¢nimo de los actores, tal frase, las nubes, el sol, la amenaza de lluvia, un ni?o actor que ha salido rana o el encarecimiento inesperado de un rodaje. Ay. Es probable que no todas las decisiones dependan de ¨¦l, que sea el productor quien deba intervenir, pero no hay nada peor para un equipo cinematogr¨¢fico que tener la sensaci¨®n de que el director, el capit¨¢n, no sabe llevar a la tripulaci¨®n a buen puerto.
A partir de aquella primera experiencia, he asistido a muchos rodajes y la observaci¨®n de ese trabajo que tiene mucho que ver con el montaje circense, por aquello de llegar a un lugar, plantar las caravanas y la carpa, y crear un mundo que si se mira de lejos o detr¨¢s de la c¨¢mara parece brillante, y si se mira de cerca es cochambroso y de falsillo, me ha cambiado por completo mi consideraci¨®n de ese oficio. Cierto es que cuando la pel¨ªcula conmueve se suspende la realidad y cualquiera es capaz de olvidar el costoso proceso de puesta en pie de una aventura cinematogr¨¢fica, pero el haber vivido la experiencia laboral aporta una informaci¨®n que ser¨ªa necesaria cuando el cine espa?ol, as¨ª, en abstracto, sin atender a matices, es denostado no s¨®lo por las pel¨ªculas que ofrece, sino por esa idea t¨®pica, reiterada, falsa y malintencionada de que la troupe del cine es vaga, aprovechada, poco profesional y pesetera.
?sabe usted lo que cuesta hacer una pel¨ªcula? La ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde, dec¨ªa hace un mes, en la entrega de premios Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦, que una pel¨ªcula comienza cuando se empiezan a apuntar ideas en un papel, cuando dos personas, con frecuencia un director y un guionista, garabatean en una conversaci¨®n de cafeter¨ªa una posible historia. La ministra sabe de lo que habla porque ha escrito un n¨²mero considerable de guiones. No s¨¦ si un guionista es alguien adecuado para ocupar la cartera de un ministerio, en eso no entro, pero como en Espa?a tenemos la retorcida costumbre de criticar a los pol¨ªticos por razones equivocadas, a Gonz¨¢lez Sinde, a fin de denostarla, se la presenta frecuentemente como la guionista de Mentiras y gordas, lo cual no deja de ser una maldad que denota un gran desconocimiento del medio. Los guionistas, casi todos, salvo milagrosas excepciones, tienen que decir que s¨ª al trabajo que les salga. No est¨¢n los tiempos para ponerse exquisito. Y no lo han estado nunca. A este respecto es muy conocida aquella respuesta que el enorme Fern¨¢n-G¨®mez dio a su representante que le inform¨® sobre una oferta de trabajo nada apetecible. El representante le llama y le dice, m¨¢s o menos: "Tenemos esto, t¨² dir¨¢s"; a lo que Fernando responde: "?Hay otra cosa en perspectiva?". "No", dice el representante. "Pues entonces lo hago". Ese "pues entonces lo hago" es la ley que rige el trabajo de la mayor¨ªa de los actores, guionistas, oficios varios vinculados al cine, y directores, que en muchas ocasiones han sobrevivido gracias a la publicidad y ahora a la televisi¨®n, que est¨¢ ofreciendo una alternativa antes infravalorada y hoy interesante en estos momentos especialmente dif¨ªciles. Un guionista no se define por sus guiones horteras, sino por aquellos en los que ha puesto lo mejor de s¨ª mismo. Igual que un actor. Son pocos los afortunados que pueden elegir. Pero, adem¨¢s, las carreras de los grandes actores, guionistas, directores, se han forjado sobre muchos proyectos en los que no se sent¨ªan personalmente involucrados, aunque luego, como es l¨®gico, lo defiendan ante ese p¨²blico que tiene en sus manos algo tan imprevisible como es el fracaso o el ¨¦xito de una pel¨ªcula.
El p¨²blico. El p¨²blico es sagrado, aunque a veces no valore lo que debiera, ignore una historia interesante, valore lo m¨¢s previsible o, como es el caso particular de nuestro pa¨ªs, tenga sus reticencias hacia el cine que se hace en casa y repita la frase manida, que debiera dar un poco de verg¨¹enza por t¨®pica: "No voy a ver cine espa?ol". Pedro P¨¦rez, el presidente de la federaci¨®n de productores espa?oles, me habla de las posibles razones de este divorcio entre cine y p¨²blico:
-La primera -dice-, la posici¨®n que la gente del cine adopt¨® ante la guerra de Irak. Aunque es cierto que la mayor¨ªa de los espa?oles se manifest¨® en contra de esa guerra, los cineastas fueron los personajes p¨²blicos m¨¢s visibles. La reacci¨®n que esto ha tra¨ªdo consigo y que muchos medios de comunicaci¨®n han alimentado ha sido inaudita porque en estos momentos a un actor se le denigra confundiendo sus posiciones ciudadanas o pol¨ªticas con sus logros art¨ªsticos. Esto es algo grave, porque de alguna manera est¨¢ cercenando la libertad de expresi¨®n, que es algo que tanto nos ha costado conseguir. Ellos tienen un profundo derecho a manifestarse. Cuidado, que en ocasiones yo no tengo por qu¨¦ compartir sus opiniones, pero les concedo el derecho de decir lo que piensan. En segundo lugar, los grandes medios de comunicaci¨®n basan su programaci¨®n en la audiencia y no en la cultura. Eso nos perjudica enormemente. Y en tercer lugar, y haciendo la necesaria autocr¨ªtica, hay a?os que acertamos menos que otros.
no ha sido precisamente este a?o el menos acertado. Aunque el porcentaje de los espectadores que pagan por ver cine espa?ol sigue siendo muy bajo (de cada 100 son 16 los que eligen pel¨ªculas de nuestro pa¨ªs), el n¨²mero ha aumentado este a?o en un 20%. Mientras, el cine franc¨¦s, el ejemplo m¨¢s cercano y notorio de arte protegido, ha sufrido una baja considerable en la afluencia de p¨²blico en 2009. Las razones de esta subida en Espa?a son claras: ?gora, Celda 211, Planet 51, El secreto de sus ojos, Los abrazos rotos y pel¨ªculas a tener en cuenta como Gordos, Yo, tambi¨¦n o algunas que hay que nombrar no exactamente por el dinero recaudado, sino por su mero inter¨¦s art¨ªstico, como After o Tres d¨ªas con la familia. Pedro P¨¦rez a?ade que estamos lejos de donde deber¨ªamos estar, pero que resulta curioso comprobar (y esto yo lo constato) que en el extranjero no existe ese rechazo por el cine espa?ol; es m¨¢s, en 2008, la recaudaci¨®n de ventas de entradas fue mayor fuera de Espa?a que en nuestro pa¨ªs.
Sea como sea, el pesimismo no es una buena respuesta a las cr¨ªticas. No vende, por utilizar esa expresi¨®n est¨²pida, pero es que en el cine el dinero es esencial. Hacer una pel¨ªcula es embarcarse en una aventura de dos a?os m¨ªnimo. Desde que se garabatea una frase hasta que llega el primer fin de semana tan temido en las salas. Llamo al presidente de la Academia, el vital, emp¨¢tico y con esp¨ªritu de gordo feliz (aunque ya no est¨¦ gordo) ?lex de la Iglesia. Me contesta con un "?ahora no podemos hablar!", y cuelga. M¨¢s tarde se deshar¨¢ en disculpas. He elegido el peor d¨ªa para llamarle: el primero del rodaje de su nueva pel¨ªcula, Balada triste de trompeta, una historia de personajes circenses en el inicio de la Guerra Civil. Me imagino de pronto la confusi¨®n, el ambiente peculiar que se genera en una pel¨ªcula de ¨¦poca mezclado con la est¨¦tica circense y el estilo siempre vibrante de ?lex de la Iglesia. El director deja de serlo amablemente durante media hora para adoptar el papel de presidente de esa Academia que ¨¦l define como apol¨ªtica. "No nos podemos presentar como un colectivo homog¨¦neo y compacto porque no lo somos ni nos interesa que nos vean as¨ª, aqu¨ª cada uno piensa como quiere", y lo dice subrayando la frase, como si fuera consciente de que el p¨²blico debe entender que en el mundo del cine hay tanta diversidad como en la calle, que no puede haber una voz ¨²nica: el cine no es una sola ideolog¨ªa, ni conviene tampoco que lo sea.
esta noche, por primera vez, ¨¢lex de la iglesia, un director que despierta bastantes simpat¨ªas en la profesi¨®n, saldr¨¢ al escenario para dar el habitual discurso de bienvenida. Sabe, y lo dice, que uno no se debe quejar p¨²blicamente, que una gala es un lugar para mostrar optimismo, la mejor cara. Pero son tiempos dif¨ªciles, le digo. Lo son, me dice, "la cultura no es un art¨ªculo de primera necesidad, pero tenemos que estar convencidos de que es necesaria". ?Y qu¨¦ hacer con aquellos que dicen que los cineastas viven de chupar del bote, de las subvenciones, del cuento? De la Iglesia piensa que hay que forzar la imaginaci¨®n para que el cine espa?ol salga adelante sin que la subvenci¨®n sea la ¨²nica ayuda posible: puede ser una industria en la que convenga invertir, que ofrezca alg¨²n tipo de exenci¨®n fiscal, como ocurre en otros pa¨ªses, como Estados Unidos, donde no todo es la competencia brutal del mercado, sino que hay una protecci¨®n interesante al cine porque se estimula su inter¨¦s como negocio. En cuanto a Internet? ah¨ª tocamos el tema m¨¢s complicado y m¨¢s impopular: "Si has pasado a?os", dice De la Iglesia, "consumiendo pan de una panader¨ªa donde no te cobraban un duro, ahora es l¨®gico que te niegues a pagarlo. No se puede penar al que consume, sino al que saca beneficio, que no son las webs exactamente". Para colmo, este sector tan en entredicho fue sacudido en los ¨²ltimos meses por la protesta que los llamados "cineastas contra la orden" alzaron a Bruselas por lo que consideraban una ley que obviaba a las pel¨ªculas de bajo presupuesto. Bruselas ha aprobado, finalmente, la ley del Ministerio y el presidente de la Academia est¨¢ contento. "Es una buena ley", dice, "siempre hay alguien que sale perdiendo, pero es una buena ley".
Se despide record¨¢ndome, casi recalc¨¢ndome, que ha sido un buen a?o, tanto de cr¨ªtica como de p¨²blico. Y me insiste en su convencimiento de hay que proteger esta industria, "?qu¨¦ queremos, que la gente se vaya fuera de Espa?a, como sucede en otras profesiones y como ya est¨¢ sucediendo en nuestro sector?".
No, no todo en este negocio (porque es un negocio, ?qu¨¦ hay de malo en ello?) se basa en un apetito desalmado de dinero; en el mundo del cine hay mucho amor por lo que se hace. Nadie le discute a un cocinero, a un comerciante, a un abogado, que sean compatibles el amor por su oficio y el derecho a alcanzar una vida razonablemente relajada econ¨®micamente. ?Sabe usted lo que cuesta una pel¨ªcula? Ahora hablo de t¨¦rminos econ¨®micos. Jos¨¦ Antonio F¨¦lez, uno de los ejemplos m¨¢s notables de productor de pel¨ªculas independientes de nuestro pa¨ªs, lo sabe. Sabe, por ejemplo, que su negocio puede tambalearse con cada proyecto. ?l ha producido Azuloscurocasinegro, After, El Bola o Gordos. Es un hombre sensible que ama profundamente su profesi¨®n y entabla con sus directores una relaci¨®n casi de paternidad. F¨¦lez me confiesa que desde hace un tiempo, haciendo cine, se siente "como si estuviera viviendo el final de una ¨¦poca, porque hace unos a?os todos ¨ªbamos al cine para vivir una experiencia ¨²nica: la expectaci¨®n antes de ver la pel¨ªcula y los debates que ¨¦sta provocaba despu¨¦s". "Ahora todo es ef¨ªmero", contin¨²a, "todo pasa enseguida. Las pel¨ªculas antes duraban a?os en cartel, ahora cuando la gente se entera de que existe una pel¨ªcula ya la han quitado. Hay tantos malentendidos sobre nuestro oficio; para empezar, el sistema de subvenciones espa?ol no es el m¨¢s generoso de Europa. Ya sabemos que el cine es un lujo, pero todos los pa¨ªses tienen su filmograf¨ªa, deben tener su filmograf¨ªa. Ya quisi¨¦ramos que otros productos de nuestro pa¨ªs tuvieran tan buena aceptaci¨®n en el extranjero como lo tiene nuestro cine. Lo que yo le pedir¨ªa a los medios es que no favorezcan el enfrentamiento de los cineastas con los espectadores".
los espectadores. el p¨²blico. El p¨²blico es sagrado para un productor. Ese p¨²blico al que el presidente de la Academia se dirigir¨¢ esta noche con una gran sonrisa, dando su mejor cara. Las actrices ense?ar¨¢n sus escotes, los actores lucir¨¢n pajarita y todos ellos har¨¢n, ante ustedes, su gran papel, el de fingir que en su oficio no hay esperas, ansiedad, malos ratos, inseguridad, neurosis, desesperaci¨®n, paro, meses, muchos meses en los que nadie llama, y el convencimiento de que, cuando no haya trabajo, habr¨¢ que decir que s¨ª a lo que sea, repetir la frase del maestro: "Pues entonces, si no hay otra cosa, lo hago".
A menudo, la cr¨ªtica al cine espa?ol expresa m¨¢s la crueldad que un juicio razonable. Hay quien se burla de la poca afluencia de p¨²blico espa?ol a las salas y al mismo tiempo clama al cielo diciendo que la cultura no debiera ser un negocio. ?En qu¨¦ quedamos? ?Sabe usted lo que cuesta hacer una pel¨ªcula? Mucho dinero, por eso es bueno que haya algunas pel¨ªculas rentables, sean obras de arte o sean una horterada. Lo necesario es que haya industria, y que estemos convencidos de que todos los pa¨ªses deben tener un cine que, a veces con mayor acierto, otras con menos, certifique el pulso del presente. Si el cine espa?ol se alej¨® de su p¨²blico, deber¨¢ acercarse, pero lo que muchos tenemos claro es que lo necesitamos.
De pronto me vienen a la memoria unas palabras de ?lex de la Iglesia, unas palabras que tal vez pronuncie esta noche: "Deber¨ªamos ir a ver nuestras pel¨ªculas como si fueran pel¨ªculas hechas por un amigo. Cuando vas a ver la pel¨ªcula de un amigo eres consciente de si es buena o de si no lo es, pero nunca te permitir¨¢s ser cruel con ¨¦l". Tom¨¦moslo as¨ª, pel¨ªculas de nuestros amigos, que est¨¢n pasando, en estos momentos, tantos apuros como usted.
Consulta el especial de los Premios Goya
EL MISTERIO DE UNA MORENA Y UNA RUBIA
M?NICA CRUZ. En primavera estrena Jerry Cotton y Nueve meses. cayetana guill¨¦n cuervo. Sigue en Versi¨®n espa?ola y Amar en tiempos revueltos.
Nos vamos a comer la boca. Si os viene bien, os qued¨¢is, bromea Cayetana Guill¨¦n Cuervo antes de posarse sin recato sobre los labios de M¨®nica Cruz. Hasta este momento, todo anunciaba un anticl¨ªmax: ambas mascan chicle tras horas de chapa y pintura, y cualquier aspecto t¨¦cnico se antepone a un supuesto encuentro de alto voltaje entre dos estrellas. ?Acci¨®n!. Se hace la magia. En la cinta de Lynch, ambas actrices est¨¢n dando celos a una tercera que queda fuera de c¨¢mara. En este caso, quien protesta celosa es Lolita, una bich¨®n malt¨¦s que acompa?a a Cruz a todas partes. En casa me esperan otros cinco perros, hasta les tengo que pedir permiso para dormir en mi cama. Una rareza que poco extra?ar¨ªa a Lynch, un director que fascina a Cayetana, aunque la ¨²ltima peli suya que entend¨ª fue Terciopelo azul, confiesa. ?Corten!. Me ha gustado este momento l¨¦sbico, confiesa Cruz. Pero nos ha sabido a poco, replica Guill¨¦n Cuervo. La pr¨®xima vez, con lengua.
DOS HOMBRES Y UN TR?GICO DESTINO
RA?L AR?VALO. Es candidato al Goya a mejor actor de reparto por Gordos. En marzo regresa a Madrid con la obra Urta¨ªn, de Animalario. quim guti¨¦rrez. Estrena en abril el musical Una hora m¨¢s en Canarias, de David Serrano.
Estos cowboys pasan mucha tensi¨®n por su atracci¨®n, pero lo nuestro lo traemos resuelto de casa. Quim y yo ya hemos compartido tocamientos. Ra¨²l Ar¨¦valo y Quim Guti¨¦rrez se rozaron por primera vez en Azuloscurocasinegro, que le vali¨® a Quim un Goya. Esta vez quien opta al cabez¨®n es Ar¨¦valo. Les cuesta ponerse de acuerdo en una cosa: qui¨¦n hace de Heath Ledger. Me da mal fario, apunta Ar¨¦valo, pero lo asumo yo porque soy m¨¢s rudo. Coinciden con muchos compa?eros de este reportaje en que After merec¨ªa m¨¢s candidaturas. ?Saben ya c¨®mo ir¨¢n a la gala? Del brazo y vestidos de vaquero, por supuesto.
AMOR EN TRES DIRECCIONES
Daniel Monz¨®n. Candidato a mejor director y gui¨®n adaptado por Celda 211. Mar coll. Candidata a mejor direcci¨®n novel por Tres d¨ªas con la familia.
alejandro amen¨¢bar. Candidato a mejor director y gui¨®n original por ?gora.
Tras esta prueba, Daniel Monz¨®n promete desempolvar el ¨²nico traje que tiene en casa para acudir a los Goya. Su pel¨ªcula Celda 211 iguala con 16 candidaturas a ?gora. La rivalidad es cordial, asegura Amen¨¢bar. A¨²n no sabemos c¨®mo nos vamos a repartir los premios, pero s¨ª que despu¨¦s iremos a la misma fiesta. O sea, que estamos condenados a llevarnos bien, apostilla Monz¨®n. ?Alg¨²n consejo para la directora novel? Lo mejor es pensar en el ¨²ltimo momento que no te lo van a dar, dice Amen¨¢bar. Descuida, de eso ya se encargan mis padres cada d¨ªa. Me dicen: No te lo van a dar, no te lo van a dar.
FEST?N DE SANGRE
MANUELA VELASCO Y NATALIA VERBEKE protagonizan la serie Doctor Mateo. LOLA DUE?AS. Candidata a mejor actriz por Yo, tambi¨¦n. Jordi moll?. Candidato a mejor actor por El c¨®nsul de Sodoma.
En el ho los gritos de Jordi Moll¨¢, sometido al antojo
de estas tres vampiresas. Se les cae la baba por ¨¦l. Literalmente, porque los colmillos
les obligan a mantener la boca abierta. ?Slurp!, sorben entre foto y foto. Para m¨ª,
los vampiros han sido siempre un icono er¨®tico, pero vivir esto en carne propia es la
antilujuria, se r¨ªe Manuela Velasco. Natalia Verbeke y Lola Due?as no pueden estar m¨¢s de acuerdo. Pero el cuello de Jordi nos pone todo. Y se abalanzan de nuevo. Moll¨¢,
el deseado, podr¨ªa hacerse esta noche con el Goya al mejor actor por su encarnaci¨®n
de Jaime Gil de Biedma. Due?as est¨¢ entre las candidatas favoritas a mejor actriz
por Yo, tambi¨¦n, la pel¨ªcula que le ha llevado a estar vampirizada por el mundo Down,
no sab¨ªa medir mis fuerzas y lo daba todo.
BESANDO BAJO LA LLUVIA
Roberto Enr¨ªquez. Estrena en marzo la obra 19:30, firmada por Patxi Amezcua.
PILAR L?EZ DE AYALA. Hace de fantasma en la pr¨®xima de Oliveira y de Elena Osorio en Lope.
?Se puede mostrar pasi¨®n cuando llevas una hora empapado? Al actuar se te olvida, asegura Pilar, aunque matiza: Yo llevo peor el fr¨ªo que los besos forzados, porque te impide hablar. El que escenifican en este fotomontaje es uno de sus besos favoritos, aunque sea un final made in Hollywood. En la novela de Capote, ella desaparece. Enr¨ªquez se queda con el de Katharine Hepburn y Cary Grant en La fiera de mi ni?a. ?l no es candidato, aunque el resto del reparto de Gordos, s¨ª. Me quedo con ese reconocimiento para la peli. Almod¨®var tampoco est¨¢ como director, recuerda ella. Gracias, Pilar. Es cierto, Pedro y yo somos los grandes desheredados de esta edici¨®n.
SABOR A AR?NDANO
VER?NICA S?NCHEZ. Candidata a mejor actriz de reparto por Gordos. En primavera estrena
La lecci¨®n de pintura. daniel s¨¢nchez ar¨¦valo. Candidato a mejor gui¨®n original por Gordos.
A Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo, este beso cenital concebido por Wong Kar-Wai le da tort¨ªcolis. No es f¨¢cil someter a un director a los dictados de otro. Pero si su partenaire es su ¨²ltima musa, Ver¨®nica S¨¢nchez, la cosa se relaja. Con vistas a los Goya, confiesan que con los nervios son como el ying y el yang. Ella es de efecto retardado: Hasta que no lo tengo encima, es que ni lo siento. Y ¨¦l los quema proyectando el momento en su cabeza. As¨ª cuando llego a la gala los he agotado. Para m¨ª, este a?o ganar o no ganar es lo de menos. El honor es ser candidato junto a Almod¨®var, Amen¨¢bar y Alberto Rodr¨ªguez. Y tambi¨¦n que me nombren coincidiendo con el Goya en homenaje a Antonio Mercero, porque fue quien me dio mi primera oportunidad como guionista en Farmacia de guardia.
SIEMPRE NOS QUEDAR? PAR?S
Marta Etura. Candidata al Goya a mejor actriz de reparto por Celda 211.
carlos bardem. Candidato al Goya a mejor actor de reparto por Celda 211.
?Humphrey? ?Qu¨¦ Humphrey? Nosotros lo hacemos mejor. Observa, muchacho. Bogart sol¨ªa necesitar un escal¨®n para disimular su estatura ante sus amadas en la pantalla. Esta vez es al contrario. Marta Etura se encarama para besar a Carlos Bardem. Con tantas candidaturas a Celda 211, lo que se ha refrendado es el ¨¦xito de p¨²blico, subraya Bardem, a quien pronto veremos como secuestrado en la frontera mexicana junto a Eva Longoria en D¨ªas de gracia. Con pelis como ¨¦sta o ?gora, el cine espa?ol se est¨¢ atreviendo con otros g¨¦neros, asegura Etura. Como prueba, su pr¨®ximo trabajo, el drama de ciencia ficci¨®n Eva.
ENCUENTRO FRATERNAL
LUIS TOSAR. Candidato al Goya a mejor actor por Celda 211. Juan diego botto. Tras
Las viudas de los jueves, de Marcelo Pi?eyro, rueda Todo lo que t¨² quieras con Achero Ma?as.
En esta fiesta improvisada en el hotel Palace de Madrid, lo crean o no, la tragedia no es el beso de Judas con el que Michael Corleone sella la muerte de su hermano Fredo. Es la calva de Luis Tosar. Un mafioso italiano sin pelo es una puta mierda, se r¨ªe. Tras asegurar que ambos revisan la trilog¨ªa de Coppola c¨ªclicamente, juegan a las quinielas de los Goya. Tu premio es el que veo m¨¢s claro de todos, te cae a ti fijo, reivindica Botto. Pues igual me retiro y ma?ana vuelvo, como Clint Eastwood, bromea Tosar. T¨² como los Rolling, ?no? Yo ya los he visto tres veces en la que aseguraban que ser¨ªa su ¨²ltima gira. El caso es hacer caja.
LA PLAYA IMAGINARIA
BEL?N RUEDA. Este a?o estrena dos thrillers, El mal ajeno y Los ojos de Julia.Y en primavera rueda una TV movie sobre la princesa de ?boli. Jos¨¦ coronado. Tras Luna caliente, har¨¢ de poli en No habr¨¢ paz, de Enrique Urbizu.
Con sacos de arena empapada, el estudio se convierte, por arte de Photoshop, en una lejana playa del Pac¨ªfico. Resultado: p¨¢nico al desnudo. Por fr¨ªo, no por complejos. Aunque Coronado recuerda: Burt Lancaster ten¨ªa quince a?os menos que yo cuando hizo esta secuencia, ?eh? Menos mal que cuento con los labios de Bel¨¦n. T¨² siempre igual, r¨ªe halagada la actriz. No me digas que no prefieres un amigo a quien le puedas decir: T¨¢pame aqu¨ª, c¨®geme all¨¢. Para el gran duelo de los Goya, ¨¦l se inclina por Celda 211, y Rueda es fiel a Amen¨¢bar.
EL FANTASMA DEL AMOR
ALBERTO AMMANN. Es candidato al Goya al mejor actor revelaci¨®n por Celda 211. En verano le veremos como Lope de Vega en Lope. Leticia herrero. Es candidata al Goya a mejor actriz revelaci¨®n por Gordos.
He aqu¨ª las dos caras de una misma moneda. Leticia Herrero y Alberto Ammann, revelaciones con caminos opuestos. Ella, modelo de tallas grandes y profesora de autoescuela, se quit¨® 25 kilos para debutar en el cine con Gordos. Ahora prepara una oposici¨®n de administrativo. No aspiro a seguir en la profesi¨®n, aunque me siento muy halagada por todo lo que he vivido en estos meses. ?l ha entrado en el cine espa?ol por la puerta grande, enfrent¨¢ndose a Tosar en Celda 211 y con ambiciosos proyectos: Lope y Eva. Este beso les encanta. A ella, porque se ha deshecho de complejos. Y a ¨¦l, por hacer un humilde homenaje a Swayze.
NADIE ES PERFECTO
NAUSICAA BONN?N. Candidata al Goya a mejor actriz revelaci¨®n por Tres d¨ªas con la familia. GORKA OTXOA Y BORJA COBEAGA. Candidatos a mejor actor revelaci¨®n y mejor director novel, respectivamente, por Pagafantas.
Con esta pinta nadie me puede tomar en serio. Borja Cobeaga acaba de tener un momento Sabrina Salerno con un pecho d¨ªscolo que asoma por su vestido. Compite con Gorka Otxoa por seducir a una Marilyn catalana, Nausicaa Bonn¨ªn. Los tres representan la cara imperfecta del cine espa?ol: las cintas indies y las comedias alocadas. Dos categor¨ªas que raramente encuentran hueco en estos galardones. Si el cine espa?ol es un g¨¦nero en s¨ª mismo, reflexiona Cobeaga, se ha convertido en un g¨¦nero muy variado: este a?o hemos tenido animaci¨®n a la americana con Planet 51, comedias locas como Pagafantas o cintas peque?as como Tres d¨ªas con la familia, que para m¨ª es una comedia negra. Puestos a completar el ranking de imperfectas ignoradas por la Academia, rese?an La mujer sin piano, de Javier Rebollo, y Los condenados, de Isaki Lacuesta.
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