La leche busca un grupo l¨ªder
La venta de Puleva reabre el debate para formar una gran firma nacional
El sector l¨¢cteo en el conjunto de la Uni¨®n Europea est¨¢ marcado por la existencia de grandes grupos en los pa¨ªses m¨¢s importantes, como la cooperativa holandesa Campina, con una facturaci¨®n de 9.500 millones de euros; la francesa Lactalis, con una cifra similar, o
Arla Foods en Dinamarca, con casi 7.000 millones de euros. Grandes grupos con una gran diversificaci¨®n de su oferta, con implantaci¨®n multinacional y con posibilidad para operar en todos los mercados y productos.
Frente a estas cifras, el sector de la leche en Espa?a se mantiene en una situaci¨®n de minifundismo en la que las firmas m¨¢s importantes, como Corporaci¨®n Alimentaria Pe?asanta-Central Lechera Asturiana, no llega a los 800 millones de euros de facturaci¨®n. A gran distancia se hallan el resto de los grupos m¨¢s importantes, como Puleva, con 440 millones, una cifra similar de Leche Pascual y facturaciones en el entorno de los 300 millones de euros para otros grupos como Covap, R¨ªo, Iparlat,
Central Lechera Asturiana, Covap y Pascual, principales candidatos
La falta de recursos hace dif¨ªcil la compra por una empresa espa?ola
Ilas o la Nueva Rumasa de Clesa y de
Dhul. A esa situaci¨®n de facturaci¨®n reducida se suma su escasa presencia en el exterior tanto con implantaci¨®n de empresas como con la colocaci¨®n de sus productos.
Otro de los efectos negativos de esa baja dimensi¨®n es una diversificaci¨®n escasa, con claro predominio de la leche l¨ªquida, y la falta de capacidad para gestionar los mercados en tiempos de crisis provocadas por situaciones excedentarias.
En este escenario, la formaci¨®n de un gran grupo l¨¢cteo espa?ol se mantiene como uno de los viejos y permanentes objetivos del sector y es una idea siempre bien vista desde la Administraci¨®n. Sin embargo, aunque en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha habido concentraciones entre firmas de menor tama?o y han desaparecido viejas centrales lecheras, no ha habido ning¨²n avance importante para la formaci¨®n de esa gran empresa, a pesar de que han existido numerosas oportunidades.
En este momento, la puesta a la venta de la divisi¨®n l¨¢ctea de Ebro Puleva se ve como la oportunidad m¨¢s pr¨®xima y quiz¨¢ la ¨²ltima para avanzar realmente hacia la construcci¨®n de un importante grupo l¨¢cteo de capital nacional, o bien para seguir engordando firmas multinacionales.
Aunque en los ¨²ltimos a?os Puleva redujo su cuota de recogida de unos 700 a 500 millones de litros, mantiene una cuota de mercado en el entorno del 8% y, sobre todo, se ha posicionado en un segmento de oferta donde se han mantenido los precios altos estables. Esta estrategia se ha traducido en el ¨²ltimo a?o en un Ebitda de 63 millones de euros y en su reconocimiento como una empresa atractiva por cuota y por resultados, aunque 2009 fue un periodo excepcionalmente favorable para las industrias l¨¢cteas al tener la posibilidad de comprar leche a muy bajos precios en el campo. Puleva tiene muchos pretendientes, aunque el principal obst¨¢culo para los grupos nacionales ser¨ªa el precio. Una valoraci¨®n que desde las firmas nacionales se halla entre los 450 millones y los 500 millones de euros, frente a los m¨¢s de 600 millones que parece pretende obtener el grupo Ebro Puleva.
En la ¨²ltima d¨¦cada, el sector de la leche en Espa?a est¨¢ plagado de intentos frustrados para formar un potente grupo de capital nacional, tanto a nivel de Estado espa?ol como en la comunidad aut¨®noma gallega.
En Galicia, los mimbres para la construcci¨®n de ese grupo se concretaban en las empresas
Leyma, Feiraco, Leche R¨ªo y Celta. Nunca fue posible un acuerdo, ni siquiera un acercamiento de posiciones. Leyma acab¨® en manos del grupo R¨ªo, pero sin m¨¢s recorrido. Celta fue adquirida por la cooperativa portuguesa Lactogal, y Feiraco qued¨® como la ¨²nica firma en solitario. Sin otros mimbres, en los ¨²ltimos meses la venta de la planta de
Leche Pascual en Lugo ha vuelto a poner sobre la mesa un ¨²ltimo intento para crear al menos un germen de nuevo grupo.
Con la mirada puesta en la compra de la planta de Pascual, desde Feiraco y otras 25 cooperativas se hizo una oferta. Sin embargo, intereses pol¨ªticos desde la Xunta apostaron por que la planta fuera a manos de una nueva sociedad, Alimentos L¨¢cteos, formada por cinco cooperativas y algunas personas, como Tejerina, presuntamente implicadas en los negocios de la leche negra. No se le ve recorrido a medio plazo, ni que la misma pueda ser el germen de un grupo gallego.
No han ido a la zaga los intentos que se han sucedido a nivel nacional.
El primero para la formaci¨®n de ese gran grupo parti¨® tres empresas cooperativas: Central Lechera Asturiana, la vasca Iparlat y la cooperativa del valle de los Pedroches, Covap, en C¨®rdoba, con la posibilidad de dar entrada tambi¨¦n a cooperativas gallegas. La propuesta no cuaj¨® y de esos acercamientos s¨®lo qued¨® la constituci¨®n de una empresa entre Iparlat y Covap, Lactiber, como interproveedor de Mercadona, que, lejos de ir a m¨¢s, ha ido a menos.
Desde el mundo empresarial, el otro intento para la constituci¨®n de un gran grupo de capital nacional lo protagonizaron Pascual, Puleva y Central Lechera Asturiana. Uni¨®n que si hubiese fructificado habr¨ªa dado lugar a un grupo en l¨ªnea con los grandes del sector en la Uni¨®n Europea. Sin embargo, en el desarrollo del proyecto chocaron tanto posiciones personales por el control del nuevo grupo como otras de ¨ªndole societario, al coincidir empresas cotizadas en Bolsa con otras de naturaleza cooperativa.
Querer no es poder
La puesta en venta de Puleva ha destapado varias y distintas posiciones.
Primero, las de quienes quieren hacerse con Puleva , pero no pueden, sobre todo por dificultades financieras para acometer la operaci¨®n. Es el caso de Central Lechera Asturiana, entre cuyos objetivos a medio plazo figura avanzar en la constituci¨®n de un gran grupo l¨¢cteo a escala comunitaria. Una posibilidad ligada a Clas ser¨ªa una oferta conjunta con la cooperativa andaluza Covap, pero plantea el mismo problema: la necesidad de financiaci¨®n y las reticencias de las cajas de ahorros regionales de entrar en la operaci¨®n, sobre todo de las andaluzas, hoy atrapadas en el grupo SOS.
En la misma situaci¨®n se halla Leche Pascual. Su presidente, Tom¨¢s Pascual, tiene inter¨¦s por Puleva, pero tambi¨¦n se enfrenta a la no disponibilidad de recursos para acometer la operaci¨®n en solitario y su recelo para hacerlo en compa?¨ªa de un fondo de inversi¨®n.
Desde Agricultura se apoya pol¨ªticamente la posibilidad de que Puleva sirva para levantar un gran grupo nacional, y de hecho ha habido contactos con los responsables de Ebro Puleva, pero de ah¨ª no se ha pasado. Incluso ha habido temor de que un apoyo m¨¢s expresivo pudiese elevar el precio de la empresa.
En el conjunto nacional hay un segundo grupo de firmas del sector no interesadas en la operaci¨®n por su coste o por no encajar en su estrategia, como son los casos de Industrias L¨¢cteas Asturianas-Reny Picot, Leche R¨ªo, Iparlat o Feiraco, con el interrogante permanente de Nueva Rumasa.
De las empresas extranjeras implantadas en Espa?a, no entran en la puja los portugueses de Lactogal-Leche Celta y menos a¨²n las grandes multinacionales como Danone o Nestl¨¦, cuyo negocio en Espa?a no es la leche l¨ªquida. La principal opci¨®n estar¨ªa en la multinacional francesa Lactalis (Lauki, Prado, Lactel, Pr¨¦sident), cuyos propietarios han visitado las plantas del grupo. En el exterior, va a menos el inter¨¦s de Parmalat, mientras que tampoco se ven las salidas v¨ªa las grandes cooperativas comunitarias, como Campina o Arla Foods.
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