El sacerdote de Redondela no reconoci¨® su voz en el juzgado

La polic¨ªa visit¨® ademas la iglesia de Covelo e interrog¨® a su p¨¢rroco, Jos¨¦ Juan Sobrino, sobre el rocambolesco procedimiento que permiti¨® al Obispado de Tui traspasar la Casa Rectoral de Para?os a Carlos G¨®mez-Gil, por 60.000 euros. Esa compraventa ha incluido al p¨¢rroco de Redondela, Benito Est¨¦vez, delegado del Fondo C¨®mun Diocesano y miembro del Consejo de Econom¨ªa del obispado, en la lista de imputados de este caso.

Cuando estall¨® el esc¨¢ndalo, el propio Est¨¦vez pact¨® con G¨®mez-Gil que el precio irrisorio era una forma de compensar "los servicios prestados" al t¨¦cnico que hab¨ªa supervisado la rehabilitaci¨®n de varias iglesias de la zona. En la charla, tambi¨¦n grabada por la polic¨ªa, Est¨¦vez emite una aut¨¦ntica declaraci¨®n de culpa: "Nosotros por tus servicios y tal saltamos a la torera una serie de cosas". Alud¨ªa a la obligaci¨®n de ofrecer primero la casa rectoral a los vecinos, que la reclamaban para el pueblo y estaban dispuestos a comprarla.

Cuando el pasado 30 de diciembre, el sacerdote de Redondela volvi¨® a escuchar esa grabaci¨®n en el juzgado de Santiago, dijo no reconocer su propia voz. Tampoco hizo memoria sobre esa conversaci¨®n, porque seg¨²n explic¨®, uno no puede recordar todas las charlas que mantiene. Explic¨® sin embarg¨®, que cuando aludi¨® a los servicios que el funcionario de la Xunta les habr¨ªa prestado, se refer¨ªa a sus tareas de inspecci¨®n. Y ofreci¨® un dato m¨¢s: la llamada que el v¨ªspera hab¨ªa recibido del propio Carlos G¨®mez Gil donde ¨¦ste le ped¨ªa el n¨²mero de cuenta para efectuar un pago de 10.000 euros correspondiente a uno de los seis plazos de la casa rectoral.

"M¨¢s ganancia"

Por el mismo juzgado pasaron tambi¨¦n el p¨¢rroco de Covelo y el propio G¨®mez-Gil ambos como imputados. Las declaraciones de ambos prueban que G¨®mez-Gil intent¨® enga?ar a Jos¨¦ Juan Sobrino cuando surgi¨® la opci¨®n de que el Obispado de Tui le recomprase el inmueble, dado el revuelo que la venta hab¨ªa provocado en la parroquia. El funcionario de la Xunta neg¨® primero al sacerdote que hubiese ofertado la vivienda en Internet a un precio de 680.000 euros. Y argument¨® luego que para devolv¨¦rsela al obispado deber¨ªan reintegrarle los 300.000 euros que hab¨ªa invertido en su reforma, una cantidad que la di¨®cesis no estaba dispuesta a pagar. Cuando se vio ante el juez, el propio G¨®mez-Gil rectific¨® su propia versi¨®n y admiti¨® que hab¨ªa hinchado el presupuesto para sacar "m¨¢s ganancia" de la venta. Del anuncio de Internet culp¨® a su hijo.