Yo te suicido
La confesi¨®n de Gosling sobre c¨®mo asfixi¨® a su novio enfermo desaf¨ªa la barrera moral entre eutanasia y asesinato - ?Fue un crimen o una ayuda a un ser querido para morir dignamente?
La barrera entre eutanasia y homicidio o asesinato no existe en la mayor¨ªa de legislaciones, pero s¨ª en la discusi¨®n p¨²blica. El caso que vive Reino Unido, no obstante, ha sacudido el debate sobre muerte digna y sembrado nuevos interrogantes para una causa que avanza en el mundo real a espaldas de la ley. Ray Gosling, el presentador de la BBC y activista gay que el lunes admiti¨® haber matado a su novio enfermo de sida para acabar con su sufrimiento, fue ayer detenido e interrogado durante varias horas por la polic¨ªa. Su confesi¨®n pone en primer plano el debate sobre la eutanasia, el suicidio asistido y la muerte digna, pero tambi¨¦n un debate m¨¢s concreto sobre ese caso en particular. ?Fue, pura y simplemente, un asesinato?
La fiscal¨ªa brit¨¢nica tiene 24 horas para decidir si procesa al periodista
La bio¨¦tica Terribas dice que es habitual pactar el final para casos terminales
"No estamos completamente seguros de las circunstancias exactas de lo ocurrido, aunque obviamente todos los casos tienen que ser investigados", afirma James Harris, portavoz de la organizaci¨®n Dignity in Dying, la plataforma m¨¢s potente del Reino Unido en defensa de la muerte digna, aunque rechazan tanto la eutanasia como el suicidio asistido. "Si tom¨® medidas directas para acabar con la vida de la otra persona, eso cae dentro del ¨¢rea de asesinato. Si estaba ayudando a la persona a morir a petici¨®n suya, o sea, si estaba ayudando indirectamente, es un caso de suicidio asistido. Esa es una cuesti¨®n que ha de decidir la fiscal¨ªa a partir de las declaraciones que tengan y las pruebas que encuentren", explica.
El doctor Peter Saunders, director de la alianza Care not Killing, opuestos a la muerte asistida en cualquiera de sus formas, subraya que Gosling ha sido detenido "como sospechoso de asesinato y tienen 24 horas para decidir si le acusan o no". Pero da a entender que no espera que el presentador llegue a ser procesado. "Para que el caso llegue a la fase de procesamiento el director de la fiscal¨ªa se ha de preguntar a s¨ª mismo dos cuestiones. Primero, ?hay pruebas suficientes para llevar a cabo un procesamiento? Y, segundo, ?es el procesamiento de inter¨¦s p¨²blico?", explica.
"Teniendo en cuenta que Ray Gosling ha dicho que se niega a responder a ninguna pregunta y hay muchas cosas que no sabemos -?qui¨¦n era la persona que muri¨®? ?cu¨¢ndo? ?d¨®nde? ?ocurri¨® realmente?-, sin esos detalles va a ser muy dif¨ªcil para la polic¨ªa tener pruebas suficientes para condenarle. Pero por su descripci¨®n de lo que ocurri¨®, si todo es verdad, presion¨® una almohada sobre la cara de ese hombre y le asfixi¨® hasta la muerte. Eso no es suicidio asistido. Eso es muerte intencionada o asesinato", a?ade.
Sea o no asesinato, el caso confesado por Gosling vuelve a poner de relieve el debate sobre la muerte asistida. Un tema que en Reino Unido se sigue rigiendo por una ley de 1961 que muchos consideran obsoleta pero que los pol¨ªticos no se atreven a modificar. El suicidio asistido es ilegal, por lo que cualquiera que ayude a morir a una persona puede ser te¨®ricamente procesado y castigado con hasta 14 a?os de c¨¢rcel, aunque no se conoce ning¨²n caso. Debbie Purdy, enferma de esclerosis m¨²ltiple, llev¨® la ley a los tribunales. Quer¨ªa garantizarse de que su marido no ser¨¢ perseguido si la acompa?a a morir a la cl¨ªnica Dignitas en Suiza y con su empe?o ha logrado que el Gobierno tenga que clarificarla. La decisi¨®n ser¨¢ cuesti¨®n de semanas.
El debate ha traspasado las fronteras brit¨¢nicas y ha llegado tambi¨¦n a Espa?a. N¨´ria Terribas, directora del Instituto Borja de Bio¨¦tica, afirma que el caso Gosling "refleja una realidad de muchas situaciones que en la pr¨¢ctica se est¨¢n dando". "Hay familias o personas cercanas que pactan esta soluci¨®n con sus seres queridos", afirma. "La sanidad debe poder cubrir este tipo de situaciones con un adecuado control de s¨ªntomas, pero en la pr¨¢ctica no siempre lo hace", por lo que "habr¨ªa que hacer un cambio de legislaci¨®n" sobre la eutanasia. "Es un tema que hay que abordar", insiste la bio¨¦tica, aunque cree que el modelo holand¨¦s tiene un fallo: el control del m¨¦dico se hace a posteriori, "cuando ya no hay remedio".
Mencionar el caso holand¨¦s es inevitable en este debate. Holanda fue el pa¨ªs pionero en legalizar, en 2001, la eutanasia, una decisi¨®n que s¨®lo han seguido B¨¦lgica, Luxemburgo y el estado de Oreg¨®n. Ahora vive otra discusi¨®n. Un grupo de m¨¦dicos, pol¨ªticos e intelectuales ha organizado un grupo, llamado Por Voluntad Propia, para promover la despenalizaci¨®n del suicidio asistido a partir de los 70 a?os. En tres d¨ªas, han conseguido las 40.000 firmas necesarias para solicitar un debate parlamentario al respecto. Al contrario que con la eutanasia, legalizada en 2001 s¨®lo para enfermos desahuciados, esta vez los suicidas, sanos, habr¨ªan perdido las ganas de seguir en el mundo. O mejor dicho, "consideran su vida completa y por tanto no desean prolongarla m¨¢s".
Este planteamiento est¨¢ muy alejado del que defiende en Reino Unido Care not Killing, que se opone tanto a la legalizaci¨®n de la eutanasia como del suicidio asistido "porque cualquier cambio legal puede poner presi¨®n en gente vulnerable, ancianos, discapacitados, enfermos, gente con depresi¨®n, para acabar con sus vidas para no ser una carga para la familia, la gente que les cuida, incluso la sociedad", explica Saunders. "La ley est¨¢ ah¨ª por razones de seguridad p¨²blica. Para impedir la explotaci¨®n y el abuso sobre la gente m¨¢s vulnerable. Eso significa que haya alguna gente que puede querer acabar con su vida o que acaben con su vida y que no est¨¢ legalmente autorizada a ello. Es el precio que tenemos que pagar para proteger a la mayor¨ªa vulnerable", admite. La alternativa, dice, es asegurarse de que los enfermos no sufran. "No hace falta matar al paciente para matar el dolor. En buenas manos, la morfina no mata porque la dosis terap¨¦utica siempre es inferior a la dosis letal". "En muchos de los casos que est¨¢n en las noticias se trata de gente con gran determinaci¨®n y creemos que a menudo presionan a sus seres queridos para que les ayuden a matarse. Tiene que haber protecci¨®n legal tambi¨¦n para sus seres queridos. La coerci¨®n puede operar en ambos sentidos. Las leyes est¨¢n para proteger a los inocentes y los vulnerables, no para otorgar libertades a los m¨¢s determinados".
Esta postura tiene su reflejo en Espa?a. El secretario de la Comisi¨®n de Deontolog¨ªa de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial, Jacinto B¨¢tiz, afirma: "Hay mucha gente que piensa que resolver el problema del enfermo es eso, quitarle la vida. Nosotros creemos que no", afirma. B¨¢tiz remite a un art¨ªculo que acaba de publicar en la web medicosypacientes. "Desear tener una buena muerte es una leg¨ªtima aspiraci¨®n de los seres humanos. Es un imperativo ¨¦tico para los m¨¦dicos ayudar a nuestros enfermos a que mueran bien [...]. Hay enfermos que nos manifiestan en ocasiones: "Doctor, me siento una carga para mi familia, ?ay¨²deme! ?no quiero seguir viviendo as¨ª!". La petici¨®n individual o social de la eutanasia debe ser considerada generalmente como una demanda de mayor atenci¨®n y suele desaparecer cuando le ayudamos a solucionar el 'as¨ª".
La presidenta de la Fundaci¨®n Bio¨¦tica, Mar¨ªa Dolores Espejo, cree que el m¨¦todo elegido por Gosling es "simplemente horrible". "Cuando se llega a eso, una persona necesita que la cuiden, no que la ayuden a morirse".
Dignity in Dying tampoco apoya el suicidio asistido y mucho menos la eutanasia. "Hacemos campa?a por la muerte asistida", aclara James Harris. "Es una diferencia t¨¦cnica o sem¨¢ntica, pero importante. Eutanasia es acabar directamente con la vida de otra persona. No apoyamos eso. Tampoco apoyamos el suicidio asistido, que es un t¨¦rmino m¨¢s amplio que el de los enfermos terminales e incluye a enfermos cr¨®nicos o gente discapacitada. Lo que apoyamos es ayudar a morir a aquellos que est¨¢n muriendo, que est¨¢n en los ¨²ltimos d¨ªas o semanas de su vida y que creen que su sufrimiento es insoportable y necesitan ayuda para poder morir. Pero es la propia persona la que toma la decisi¨®n".
Fernando Mar¨ªn, de Derecho a Morir Dignamente, apoya sobre el papel esta postura, aunque su manera de llevarlo a la pr¨¢ctica no coincida para nada. "A veces existe una situaci¨®n de desesperaci¨®n a la que se ve abocada la poblaci¨®n, y el Estado impide que reciban ayuda", critica. Mar¨ªn maneja unas cifras que apuntan a que, en los pa¨ªses desarrollados, alrededor de un 0,4% de las muertes son "eutanasias encubiertas". Trasladado a Espa?a, eso quiere decir que alrededor de 1.500 defunciones anuales tendr¨ªan esta causa.
Mar¨ªn propone que se regule la eutanasia en Espa?a. El PSOE llevaba esta propuesta de una forma ambigua en su programa electoral de 2004 (dec¨ªa que hab¨ªa que "abrir un debate"), pero qued¨® incumplida y no la retom¨® en 2008. "Que no est¨¦ regulada no quiere decir que no haya eutanasias; pero en cambio eso favorece que haya chapuzas como el almohad¨®n usado por Gosling o la madre que inyecta una sobredosis de hero¨ªna a su hijo", dice el m¨¦dico. "Y la muerte tiene que ser est¨¦tica: en tu casa, en tu cama, de una manera programada", afirma Mar¨ªn. Como si estuvieran cara a cara, Harris rebate: "Lo que no queremos es que la gente se tome la ley por su mano", como hizo Gosling.
Desde Espa?a, Espejo matiza: "Su actuaci¨®n fue una situaci¨®n del momento. Casi se puede ver como una forma de expresar su cari?o, pero no se puede estar a favor".
Con informaci¨®n de Isabel Ferrer.
Definiciones para el debate
- Muerte digna. Es un nombre que engloba distintas pr¨¢cticas, seg¨²n quien lo defina. De una manera general quiere decir que, en la medida de lo posible, el paciente decida sobre las condiciones del final de su vida (si quiere estar en casa, qui¨¦n le acompa?a, que llegue al momento preparado, sin dolor o angustia).
- Eutanasia. Supone quitarle la vida a una persona por voluntad de ¨¦sta. En las regulaciones actuales (Holanda, B¨¦lgica, Luxemburgo) se exige que lo haga un m¨¦dico, y despu¨¦s lo debe comunicar a un comit¨¦ m¨¦dico. La clave de todo el proceso es la voluntad del paciente, que ha debido dejar claro cu¨¢ndo y c¨®mo quiere que se le aplique. S¨®lo se puede usar en personas con dolencias graves no curables. En Espa?a no est¨¢ permitida, y se considerar¨ªa un homicidio consentido.
- Eutanasia pasiva. Es un t¨¦rmino que ya no se usa, porque ha quedado incorporada a la pr¨¢ctica cl¨ªnica habitual. Supone evitar tratamientos o retirar ayudas mec¨¢nicas para la vida (lo que se conoc¨ªa tambi¨¦n como encarnizamiento terap¨¦utico, y que ahora se define como obstinaci¨®n terap¨¦utica).
- Ayuda al suicidio. Implica colaborar activamente para que una persona se quite la vida. Tiene distintas regulaciones por pa¨ªses, y distintos grados, dependiendo de si la ayuda es indispensable o no. Por ejemplo, en Espa?a hay asociaciones que asesoran sobre qu¨¦ combinaci¨®n de f¨¢rmacos es mejor para quitarse la vida, pero su obtenci¨®n, preparaci¨®n e ingesta queda a criterio del paciente, que debe tom¨¢rselos por su propia mano. En este caso se habla de ayuda m¨¦dica al suicidio. Fue el caso de Madeleine Z. En Reino Unido, en cambio, esta pr¨¢ctica est¨¢ prohibida. La legislaci¨®n permite incluso procesar al que sabe que alguien se va a suicidar y no intenta impedirlo.
- Sedaci¨®n paliativa. Es otra pr¨¢ctica m¨¦dica permitida, y recomendada. Supone proporcionar f¨¢rmacos (sobre todo contra el dolor, pero tambi¨¦n contra la angustia o los ahogos) a enfermos terminales aunque puedan acortar la vida. Aqu¨ª lo importante es el objetivo, que debe ser eliminar los s¨ªntomas. Si se pretende acelerar la muerte, es una eutanasia.
- Ayuda a morir. Es un t¨¦rmino gen¨¦rico que indica que no se toma ninguna medida especial para acelerar la muerte, aunque s¨ª se aplican los conocimientos y pr¨¢cticas m¨¦dicas y psicol¨®gicas, para que la agon¨ªa sea lo m¨¢s llevadera posible.
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