Un para¨ªso verde al lado de casa
Un colectivo de artistas estadounidenses planta ¨¢rboles frutales en Arganzuela
Un melocotonero a la vuelta de la esquina. Un manzano en la estrecha franja verde entre bloques de viviendas. Un naranjo cuyas ramas rozan la ventana. Un peral junto a los columpios donde juegan los ni?os... Suena un plof, y ha ca¨ªdo a nuestros pies una fruta madura, o simplemente alargamos la mano, olemos el manjar y nos lo llevamos a la boca...
Es una escena id¨ªlica, como de para¨ªso urbano, una utop¨ªa. Pero los sue?os ut¨®picos hay que hacerlos realidad. Eso es lo que proponen David Burns, Matias Viegener y Austin Young, tres artistas estadounidenses que componen el colectivo Fallen Fruit y que han tra¨ªdo por primera vez a Madrid una acci¨®n que ya han puesto en pr¨¢ctica en su ciudad, Los ?ngeles. En la semana de Arco, estos californianos organizan una feria callejera, una experiencia vecinal centrada en el barrio de Arganzuela. Han escaneado la zona con ojos y pies inquietos y han puesto ya en el mapa los lugares donde hoy plantar¨¢n 60 ejemplares de cinco clases de ¨¢rboles frutales. "La elecci¨®n de los ¨¢rboles la haremos consensuada con los vecinos y combinaremos distintos tipos, para que vayan floreciendo con las estaciones", explican en su primer recorrido, naranja en mano y disfrutando del aroma a c¨ªtrico que perfuma al grupo mientras pelan las frutas.
60 ejemplares crecer¨¢n en lindes y espacios p¨²blicos del barrio
"?Por qu¨¦ no pueden ser nuestras calles espacios llenos de vida? Imagina si a tu alrededor crecieran ¨¢rboles frutales de los que poder coger una manzana, por ejemplo, sin tener que ir al supermercado. ?Qu¨¦ hay de vital en nuestras largas extensiones de cemento con apenas verde y sin un lugar donde abastecerse de alimento, m¨¢s que en comercios y restaurantes?". ?sta es la llamada de atenci¨®n de Fallen Fruit. Artistas que manejan el mundo del v¨ªdeo, la fotograf¨ªa, la escritura y la universidad, pero cuya materia de trabajo es org¨¢nica, vegetal. Su galer¨ªa de arte es la propia ciudad. "Nuestro inter¨¦s est¨¢ en el p¨²blico que nunca encontramos", comenta David a prop¨®sito del efecto a largo plazo de sus acciones urbanas, cuyo objetivo es "crear comunidad".
Porque aunque los ¨¢rboles que se van a plantar en Madrid est¨¢n crecidos, no estar¨¢n en su esplendor hasta dentro de dos a?os. Habr¨¢ que tener paciencia. Y cuidado. La supervivencia de los frutales preocupa a uno de los vecinos, Jos¨¦ Luis Mat¨ªas, que adem¨¢s es jardinero en una de las empresas que trabajan para el Ayuntamiento. "La intenci¨®n es buena, siempre que no se estropee", dice este hombre que vive en Madrid desde hace 30 a?os pero que cuida su huerto en un pueblo zamorano. "Falta ense?anza de la naturaleza y conocimiento de agricultura", dice echando de menos "lechugas al borde del Manzanares".
Cada ejemplar que se plante en Acci¨®n Frutal Urbana llevar¨¢ una etiqueta: "Soy un ¨¢rbol p¨²blico". Su crecimiento depender¨¢ de la propia evoluci¨®n de la ciudad. Pero el mapa de la Arganzuela frutal elaborado por Fallen Fruit (y que presentar¨¢n este s¨¢bado en el Matadero) indicar¨¢ todos los puntos de brotes verdes. "El mapa crea y cambia el territorio, tiene la capacidad de hacer que algo exista. Es un mapa de deseos", dice Mat¨ªas siguiendo una teor¨ªa de Baudrillard.
Y el deseo es que las frutas sean algo local. Porque "estamos acostumbrados a lo que viene de fuera", dicen los Fallen Fruit. Lo ex¨®tico y lo desconocido suele ser lo deseado. "Las bananas son la fruta preferida por el p¨²blico en todas las ciudades", constatan. Pero ellos quieren que los ciudadanos conozcan y recuperen ¨¢rboles frutales que en otro tiempo exist¨ªan en la urbe cuando no estaba tan cementada. "Una fruta tiene algo emocional que conecta con la familia, con la infancia, con lo sabores y olores primarios", afirma Burns. Y con las semillas y los ¨¢rboles se puede urbanizar y crear civilizaci¨®n, como el m¨ªtico pionero estadounidense Johnny Appleseed, que colonizaba con manzanos y cuya historia recoge el escritor Michael Pollan en La bot¨¢nica del deseo (editado por Ixo), libro que tambi¨¦n cita la labor de Fallen Fruit. Los californianos aprovechan para sus plantaciones las lindes de los espacios privados, los lugares en desuso y los espacios verdes p¨²blicos en los que generalmente la gente desconoce incluso las plantas que ve.
En su recorrido por Arganzuela han notado receptividad entre los vecinos, dicen los artistas de Fallen Fruit. "Aqu¨ª quedar¨ªan bien cerezos y albaricoques", comentan. "?Y ma-dro?os? Antes hab¨ªa madro?os", apunta un vecino.
David, Matias y Austin creen que los ¨¢rboles, adem¨¢s de "sanar y renovar la tierra", son "un s¨ªmbolo de relaciones humanas" y "transmiten sentimientos en cada temporada". Una vez terminada la plantaci¨®n por las calles del barrio, en el Matadero de Legazpi quedar¨¢ hasta el 14 de marzo un campamento base donde podr¨¢ seguirse su trayectoria de intenciones y acciones urbanas en distintas ciudades americanas y europeas, con jam sessions fruteras diurnas y nocturnas. Adem¨¢s, quedar¨¢n 10 ¨¢rboles para ser adoptados y plantados en lindes y en espacios privados por quien quiera.
Por otro lado, Intermediae mantiene de forma estable en el Matadero unos talleres para el p¨²blico con intereses ecol¨®gicos. El ¨²ltimo domingo de cada mes se ense?a en Avant Garden (una rosaleda salvaje) c¨®mo hacer una huerta b¨¢sica en el jard¨ªn o la terraza de casa.
Acci¨®n Fruta Urbana. Por Fallen Fruit. Hoy, de 12.00 a 18.00. Mapa de Fruta P¨²blica: s¨¢bado, a las 18.30. Intermediae Matadero Madrid. Paseo de la Chopera, 14. www.intermediae.es, www.fallenfruit.org Avant Garden. ?ltimo domingo de cada mes. De 12.00 a 14.00. Intermediae Matadero Madrid.
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