El Parlamento pide supeditar ayudas de pesca a las condiciones laborales
Los agentes del sector negociar¨¢n el primer convenio colectivo de la flota gallega
Un trabajo en el mar digno. Bajo esta premisa, los tres grupos parlamentarios acordaron ayer de forma un¨¢nime elevar una propuesta al Gobierno central para que penalice con la supresi¨®n de ayudas p¨²blicas (a excepci¨®n de las relativas al fomento del empleo) a aquellas empresas armadoras que no respeten unas m¨ªnimas condiciones laborales en un sector, el palangre de superficie, en el que los tripulantes extranjeros se imponen ya a los gallegos. ?Razones? Son m¨¢s baratos y llegan a soportar jornadas ininterrumpidas de hasta 48 horas "a base de caf¨¦ y otras cosas peores", apunt¨® el nacionalista Bieito Lobeira.
Fue la Asociaci¨®n Espa?ola de Titulados N¨¢utico Pesqueros (Aetinape) quien puso la reflexi¨®n sobre la mesa. Una realidad "de todos conocida", como confesaron los portavoces parlamentarios. Con esta medida se pretende adem¨¢s poner freno a la progresiva desaparici¨®n de trabajadores gallegos en los 83 buques de palangre que faenan en el Atl¨¢ntico, el ?ndico y el Pac¨ªfico, con puerto base en la comunidad. Esta tendencia abandona el coto de la mariner¨ªa de base para alcanzar ya a los titulados, sustituidos sobre todo por chilenos, peruanos e indonesios.
Son barcos, apunt¨® Lobeira, que llegan a estar "entre cuatro y cinco a?os" sin retornar a Galicia, por lo que utilizan esos terceros pa¨ªses para realizar relevos. El Callao en Per¨², Port Louis en Isla Mauricio, Yakarta en Indonesia, Durban y Cape Town en Sur¨¢fric o Montevideo en Uruguay son algunos puertos mencionados por el BNG, impulsor de la propuesta, en los que tienen lugar esos trasvases de tripulaci¨®n sin "ning¨²n control en el despacho" y ni tan siquiera delegaci¨®n consular.
Una de las consecuencias de estos procesos es que hay tripulaciones ¨ªntegramente extranjeras a la vez que se degradan las condiciones sociolaborales. Hasta el punto, se?al¨® el nacionalista, de marineros indonesios que en cinco a?os no disfrutaron de vacaciones para volver a sus casas. Aunque no todos se ajustan a esta descripci¨®n, s¨ª se dan casos de buques que con esta p¨¦sima pol¨ªtica laboral accedieron a "cuantiosas ayudas p¨²blicas" para su modernizaci¨®n.
De ah¨ª que la proposici¨®n conjunta apueste por la verificaci¨®n en esos puntos lejanos de desembarque de los datos referentes a la tripulaci¨®n en lo referente a salarios, jornadas y garant¨ªas sociale, as¨ª como; vincular las ayudas p¨²blicas, tanto del Estado como de la Xunta, a unas condiciones laborales dignas. La semana pr¨®xima, el Instituto Social de la Marina y la Secretar¨ªa General del Mar se reunir¨¢n para definir los mecanismos que garanticen este control, anunci¨® la socialista Marisol Soneira.
Un tercer v¨¦rtice de la iniciativa parlamentaria se refiere a la convocatoria de sindicatos y patronales, junto al Consello de Relaci¨®ns Laborais, para perfilar un convenio colectivo -objetivo frustrado de la anterior conseller¨ªa- que ser¨ªa el primero de la flota gallega. El palangre de superficie, con unos 1.500 tripulantes, se dedica a la captura de pez espada o at¨²n.
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