Ladrillazo en Espa?ola de Zinc
Aunque arrastraba graves problemas desde hace a?os, la empresa murciana sufri¨® su golpe de misericordia con el estallido de la burbuja inmobiliaria
En Cartagena, sede de Espa?ola de Zinc, pocos niegan que el futuro de la empresa ha estado ¨ªntimamente ligado en los ¨²ltimos a?os al sector inmobiliario. Bast¨® con que estallara la burbuja de la vivienda en 2009 para que todo el proyecto de relanzamiento de la productora de zinc murciana (suspendida de cotizaci¨®n durante seis meses el pasado 25 de enero) saltara tambi¨¦n por los aires. En un visto y no visto, la perspectiva de cobrar 142 millones de euros por los terrenos de la vieja f¨¢brica -y financiar con ellos una planta de ¨²ltima tecnolog¨ªa- se disip¨® despu¨¦s de que el comprador, Quorum Capital Investment, desistiera de hacerse con el terreno de 550.000 metros cuadrados en los que iba a construir 4.000 viviendas de lujo. "Quiz¨¢ pensaron que la operaci¨®n inmobiliaria ya no ten¨ªa mucho sentido", reconoce Teresa Rosique, diputada socialista en el Parlamento regional.
En 2005 los due?os decidieron trasladar la f¨¢brica y vender su revalorizado solar
La operaci¨®n, que se ha frustrado, iba a financiar un plan de reestructuraci¨®n
La forma como la empresa ha gestionado sus planes de reestructuraci¨®n industrial estos ¨²ltimos cuatro o cinco a?os -con numerosas incoherencias- ha dejado en el aire una cierta sensaci¨®n de que igual los accionistas de Espa?ola de Zinc no estaban tan interesados en producir zinc como en ver el modo de rentabilizar unos solares golosos donde los haya. "Unos terrenos", apunta Juan Jos¨¦ P¨¦rez Manzanera, secretario general de MCA-UGT de Murcia, "con un gran valor, en la ¨²nica zona de expansi¨®n de la ciudad".
El que la casi totalidad de los accionistas de referencia de la compa?¨ªa fueran extra?amente empresarios del ladrillo como Cartera Meridional (Jos¨¦ Alberto Barreras), que a¨²n sigue con el 12,5%; Almenara de Desarrollos, o Padin Proyectos Empresariales, no hizo m¨¢s que contribuir a esa sensaci¨®n.
Tampoco ayud¨® a su reflotaci¨®n el que pocos confiaran en la viabilidad de la empresa. Espa?ola de Zinc, que en tiempos fue uno de los puntales industriales de la comarca (con m¨¢s de quinientos trabajadores), no ha conocido m¨¢s que n¨²meros rojos en los ¨²ltimos a?os. "Funcionaban en una planta obsoleta, con maquinaria antigua y frecuentes paralizaciones por denuncias de contaminaci¨®n", explica Rosique. Algo que no pod¨ªan remediar dada la descapitalizaci¨®n provocada por a?os de p¨¦rdidas. "No ten¨ªan cr¨¦dito y todo les sal¨ªa m¨¢s caro", explica un miembro del comit¨¦ de empresa, "cuanto m¨¢s vend¨ªan, m¨¢s perd¨ªan". La crisis de la empresa, fundada en 1956, se inici¨®, de hecho, en los a?os noventa, tras el cierre de las minas de zinc de las que se abastec¨ªan, lo que la oblig¨® a importar el mineral de pa¨ªses como Per¨², a un coste muy elevado. Huelga a?adir que este c¨²mulo de fracasos la convirti¨® en un chicharro pasto de los especuladores en Bolsa.
Fue en medio de este escenario, en 2005, cuando -tras el inicio de un proceso concursal que a¨²n se mantiene- sus accionistas decidieran dise?ar un primer plan de reestructuraci¨®n que pasaba por el cierre de la vieja planta de Torreciega y el traslado de actividad a una ambiciosa Ciudad del Zinc en la zona de Los Camachos: un proyecto state of art con una inversi¨®n de 190 a 200 millones de euros en la que proyectaban tambi¨¦n la instalaci¨®n de una planta de paneles fotovoltaicos en sociedad con la americana Solar Thin Film.
Buscaron comprador para los terrenos y se trabajaron el apoyo del Ayuntamiento (para recalificar el solar), del Gobierno aut¨®nomo y hasta del central que le cedi¨®, a trav¨¦s de SEPES
un terreno para la nueva planta. Lo consiguieron, sin duda, gracias a la presi¨®n ejercida por los cerca de 240 trabajadores (inmersos en sucesivos ERE temporales en 2008 y 2009) que se movilizaron a trav¨¦s de encierros en la catedral de Murcia y manifestaciones (a las que acudieron sus mujeres e hijos) para sensibilizar los poderes p¨²blicos.
Ahora que la empresa est¨¢ pr¨¢cticamente liquidada, la vieja planta desmantelada, la nueva s¨®lo en el papel y los trabajadores en el paro, desde el Ayuntamiento y la autonom¨ªa sugieren que los accionistas de la empresa no mostraron ninguna diligencia por viabilizar la compa?¨ªa y poner en marcha el proyecto estrat¨¦gico, una actitud que hizo crecer las ya fuertes dudas de estas dos instituciones de que los accionistas estuvieran realmente interesados en la viabilidad industrial de la compa?¨ªa.
Pese a que percibi¨® de Quorum un adelanto de 42 millones de euros por los terrenos y que su venta definitiva estaba condicionada a la recalificaci¨®n como suelo residencial, Espa?ola de Zinc nunca puso en marcha las distintas medidas de su plan como la descontaminaci¨®n del solar o el pago a sus acreedores. "Lo que nos sorprendi¨®", dice ?ngel Rafael Mart¨ªnez, concejal socialista del Ayuntamiento de Cartagena, "es que la empresa, en lugar de ponerse a descontaminar para cobrar el resto de los 142 millones, sigui¨® produciendo zinc con p¨¦rdidas". S¨®lo cuando no quedaba dinero, y menos para descontaminar (cuyo coste superaba los 20 millones de euros), se puso a derribar las instalaciones, lo que ocurri¨® en julio de 2008. "Visto eso, no tuvimos m¨¢s remedio que paralizar la recalificaci¨®n prevista para junio de 2009", explica Mart¨ªnez.
Aun reconociendo estos hechos, los sindicatos acusan a las dos administraciones de falta de inter¨¦s. "En lugar de agilizar tr¨¢mites", acusa Manzanera, de UGT, "el Ayuntamiento se dedic¨® a obstruir". Tambi¨¦n opina que la comunidad no hizo lo que se esperaba de ella. "Hay otras autonom¨ªas que ponen dinero a fondo perdido en proyectos industriales. ?sta no ha sido capaz ni de poner cinco millones de euros".
Es posible que Manzanera tenga raz¨®n. Es obvio que ambas administraciones no confiaban en Espa?ola de Zinc. En la Consejer¨ªa de Empresa de Murcia explican que "si bien la compa?¨ªa nos facilit¨® documentaci¨®n, nunca vimos que hubiera ah¨ª un proyecto solvente". La misma fuente a?ade que "si bien est¨¢bamos dispuestos a avalar cr¨¦ditos del ICO (instituci¨®n con la que hablamos en Madrid) y a participar con un porcentaje peque?o en la empresa, el grueso del esfuerzo lo ten¨ªan que hacer ellos, poniendo su dinero o buscando inversores".
Lo intentaron, sin ¨¦xito en marzo pasado con una ampliaci¨®n de capital que fue suscrita s¨®lo en un 0,9% del total de t¨ªtulos ofrecidos. Igual opina Mart¨ªnez, quien afirma que apenas vio unos c¨¢lculos muy optimistas, pero poco fundados y que dice no entender la displicencia con que la compa?¨ªa abord¨® todo el proceso. "O hab¨ªa algo inconfesable, que prefiero no comentar, o una incapacidad de gesti¨®n evidente".
De todos modos, de ser la operaci¨®n inmobiliaria el prop¨®sito de todo este culebr¨®n, esta posibilidad dej¨® de tener validez a partir de la crisis del mercado de la vivienda.
"Lo que s¨ª sabemos", aclara Teresa Rosique, "es que ahora, que se ha frustrado todo el proyecto, est¨¢n intentando recomprar a Quorum el solar de la vieja planta, por la que recibieron los 42 millones de euros". ?sta s¨ª, una apuesta a futuro, dada la excelente ubicaci¨®n del solar. Eso s¨ª, a los trabajadores de nada les han servido movilizaciones y encierros, se han quedado sin trabajo y tendr¨¢n que cobrar sus indemnizaciones del Fogasa. Lo que no es para echar cohetes en una ciudad como Cartagena que, seg¨²n apunta Manzanera, "tiene un 24% de paro y no ha creado empleo industrial serio desde la inversi¨®n de General Electric y la ampliaci¨®n de la refiner¨ªa de
Repsol".
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