Un monumento de nombre Abbey Road

Roger Daltrey, el veterano integrante de The Who, se quedaba solo cuando afirmaba esta misma semana que a los m¨ªticos estudios de Abbey Road ya se les hab¨ªa "pasado el tiempo" y los daba por finiquitados. El resto de la comunidad musical, encabezada por sir Paul McCartney y el empresario musical Andrew Lloyd Webber, emprendi¨® una campa?a destinada a preservar el recinto del norte de Londres, ante los persistentes rumores de que la discogr¨¢fica EMI proyecta venderlo para construir un complejo residencial.

Ayer tuvieron su respuesta por parte del gobierno brit¨¢nico, que ha designado lugar hist¨®rico el que fuera basti¨®n de los Beatles, vetando de este modo cualquier intento de modificar su fisonom¨ªa.

La "enorme importancia cultural" que la ministra Margarte Hodge atribuye a Abbey Road queda resumida en el incesante peregrinaje del que son objeto, desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas, la sede de los estudios y el paso de peatones m¨¢s famoso del mundo, inmortalizado en la portada del ¨²ltimo ¨¢lbum que los Fab Four editaron juntos. All¨ª grabaron casi todos sus discos, junto a otros grupos legendarios como Pink Floyd y una gama de artistas que abarca desde Jeff Beck hasta Radiohead.

Aunque el propio McCartney presentara en los estudios su ¨²ltimo ¨¢lbum, tan s¨®lo hace unos meses, y algunas orquestas siguen utiliz¨¢ndolos para grabar bandas sonoras de pel¨ªculas, el complejo de Abbey Road funciona hoy s¨®lo a medio gas. La crisis que amenaza con la supervivencia del sello EMI -propiedad de Terra Firma- ha acabado dejando a ese santuario de la m¨²sica a merced del mejor postor en el mercado. Pero la decisi¨®n de elevarlo a la categor¨ªa de monumento al menos garantiza que pasar¨¢ a la posteridad sin alteraciones y que, en principio, nunca ser¨¢ derruido.